DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Se han lidiado toros de la ganadería de José Enrique Fraile de Valdefresno, de procedencia Atanasio Fernández, pero más predominante el encaste Lisardo Sánchez. Una corrida cuatreña en su totalidad y en líneas generales bien presentada sin exageraciones. Muy igualada en caja, limpia de pitones y vareados. Todos lucieron capa negra excepto el segundo de nombre Pretencioso que fue castaño y cornipaso, algo extraño en este encaste. En cuanto a su comportamiento; hasta el primer tercio estuvieron fríos como acostumbran, cumpliendo y cambiando su comportamiento a partir del tercio de banderillas. En las faenas destacaron el primero, cuarto y quinto de la tarde, por su prontitud, repetición, humillación y transmisión. Como nota negativa, en su mayoría acabaron rajándose para tablas sin ganas de pelea, es decir faltos de fondo. El peso medio de la corrida según la tablilla fue de 587 kg.
Adrián de Torres, de rosa palo y oro, tres pinchazos y cinco descabellos. SILENCIO. 2 AVISOS. Estocada entera arriba. OREJA.
Gómez del Pilar, de verde hoja y oro, estocada Entera desprendida. OVACIÓN. 1 AVISO. Pinchazo y estocada entera desprendida. VUELTA AL RUEDO. 1 AVISO.
Jesús Duque, (Confirmación de alternativa) de catafalco y azabache. Estocada trasera. VUELTA AL RUEDO POR SU CUENTA. 1 AVISO. Pinchazo y caída indefinida del toro y tras esperar varios minutos se decide apuntillar. SILENCIO.
PRESIDENTE
Festejo presidido por D. José Antonio Rodríguez San Román. Buena actuación, aprobó un encierro correcto y aguantó la presión de las peticiones de oreja del primero y del quinto. Sí me gustaría reseñar la falta de transparencia en el pesaje de los caballos de picar, pues salieron jacos que a simple vista no se ajustan al peso reglamentario y la ineficacia policial día tras día ante la chulería, prepotencia, mala educación del monosabio, jefe de la cuadra, que continuamente hace peinetas a la afición, descarándose con actitud provocativa.
TERCIO DE VARAS Y CUADRILLAS
Nos quedamos con la sensación de que se podría haber lucido más este tercio, pues los toros cumplieron. Los picadores, faltos de afición y de valor, sin demasiados lucimientos y sin coger bien la vara este tercio faltó de brillantez. Destacó el tercero de la tarde por su alegría en las arrancadas. José Antonio Barroso que picó al sexto, sin venir a cuento le dio un recital de cómo no se debe picar a un toro, causándole lesiones desfocalizadas que le dejaron inepto para la lidia.
De los de plata, destacar a Raúl Ruiz, por su buen momento y la caradura de Roberto Blanco autor de la iniciativa de vuelta al ruedo en el primero de la tarde.
En tarde calurosa, según el aforo registrado por la empresa fue de 6.390 espectadores.
“Quién no torea un 15 de agosto ni es torero ni es nada” es el dicho popular. Pues en los tendidos estaban toreros como Paco Ureña y Rubén Pinar…reflejo del momento actual de la Fiesta.
A los aficionados nos pasa igual, ¡Cómo no ir un día de la Paloma a Madrid! con la cantidad de sorpresas que nos hemos llevado a lo largo de los años. Y hoy otra. Cuando se anunció este festejo y vimos el cartel, sentimos la pereza por el poco atractivo del cartel y sobre todo por ver de nuevo a los frailes de Valdefresno.
Pero, ¡ay amigo! vaya sorpresa. Menuda tarde de toros más buena hemos pasado, de las más interesantes en lo que va de temporada. Gracias al trabajo, afición y selección de José Enrique y me consta que también con los consejos de sus hijas María y Vega. Enhorabuena ganaderos.
El criador salmantino embarcó una seria corrida de toros, sin exageraciones pero correcta en volumen, edad y trapío. Tuvo la virtud de que se movió y aunque no tuvo el fondo que todos deseamos pudo haber sido una corrida para cortarle cuatro o cinco orejas. El tiempo que duraron en la fase de la muleta, tenían esa transmisión tan larga y tan propia de los atanasios, que no siempre fueron aprovechados por los de luces.
Abrió la terna el confirmante Jesús Duque, una década después de su doctorado. Tiene concepto de toreo clásico y elegante pero no tiene valor ni rodaje y así va a ser muy difícil que vuelva a pisar este ruedo. Yegüesero se llamaba el de la ceremonia, abanto de salida y con nobleza en la muleta, Duque basándose con la diestra le dio varias tandas sintiéndose a gusto, lo que no pasó por el pitón izquierdo, dónde no se acopló. Estuvo por debajo del toro. Hubo petición “autobusera” pero el usía hizo caso omiso, lo que no hizo Duque con la propuesta vergonzosa de sus subalterno R.Blanco para dar una vuelta al ruedo por su cuenta que nadie pidió. En el sexto de nombre Rayito, morlaco de buena reata ya que un descendiente fue indultado en la olvidada Barcelona taurina, no dio opción ninguna pues Barroso actuó con saña causándole importantes lesiones que hicieron que se echara y hubiera que apuntillarlo, esperemos que este resultado haga pensar que este tercio hay que administrarlo como dios manda, con dosificación según el comportamiento del toro y correctamente en su sitio como honra al tercio más importante para su lidia.
Adrián de Torres tuvo como primer oponente un castaño, cornipaso, sin fondo y sincalidad. Un toro que no reunía las características morfológicas de este encaste y que algún día nos enteraremos de dónde procede, sin duda muy diferentes a los lisardones corridos en cuarto y quinto turno. El de linares demostró su concepto en naturales aislados pero con sabor, elegantes, dando el pecho y queriendo torear siempre en redondo. En el cuarto, Fardero de 643 kg se movió con transmisión y templanza. El diestro estuvo a gusto toreando a la verónica y con la muleta toreó derecho, estético y enseguida contactó con los tendidos. Mejor con la diestra que al natural. Esta vez en el momento de la verdad se volcó al morrillo, dejando una estocada entera y consiguió una merecida oreja.
Gómez del Pilar le tocó en suerte a Madrileño que se arrancó y empujo con alegría al varilarguero. Empezó el toro humillando en las primeras tandas, pero terminó con las embestidas a media altura, a la defensiva y la labor del diestro pasó inadvertida. El quinto, Pomposico, fue un GRAN toro, con prontitud, codicia, repetidor y alegría en las embestidas. Un toro de dos orejas al que Noé lo vio claro, empezando de rodillas, para continuar con un toreo ligado, de manos bajas, profundo y mandón pero menos vertical y menos ajustado que como gusta en esta plaza. Destacaron varios pases de pecho eternos, los cambios de mano con gusto y pecó de pasarse de faena con una tanda enganchada y otra de bernardinas. Pinchó y se esfumó la posible oreja.
Los amigos de tendido salimos satisfechos a celebrar lo que fue una tarde interesante de toros. Vimos hacer el toreo por momentos y sobre todo vimos un encaste el de Atanasio-Lisardo, que, con sus cosas para mejorar, nos sacó de la rutina de lo Domecq o de los grises. La esperamos para el año que viene con ilusión y que nos deje igual o mejor sabor de boca que el de hoy, animamos a seguir trabajando este encaste, que desde esta Asociación siempre os apoyaremos porque defenderemos la diversidad que debe existir en la cabaña brava.
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