
DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Domingo 22 de junio de 2025. Corrida de toros.
Tarde de mucho calor, 34 grados centígrados. En conjunto, el público lleno algo más de un cuarto del aforo de la plaza de Las Ventas. Los burladeros del callejón estaban llenos hasta la bandera. Se anuncian seis toros de la ganadería de Valdefresno, de Salamanca, procedencia Atanasio Fernández y Lisardo Sánchez.
En general toros serios de cara, de desigual presentación, acapachados y cornidelanteros, faltos de la bravura y con signos de mansedumbre en su mayoría, destacando el sexto que después de clavarle las banderillas estuvo mugiendo el resto de la lidia. Los que hicieron 5º y 4º encastados para la muleta.
Luis David Adame (Rioja y oro).
Brinda la muerte de este su primer toro, a su apoderado Victor López Caparrós. Inicia la faena de muleta con una tanda de derechazos por abajo. Los siguientes pases que le da al toro, fuera del sitio adecuado, sin mando ni templanza. Es un toro que hay que poderle, que hay que intentar someterle.
Al entrar a matar, el toro cogió a Luis David, que fue trasladado por sus compañeros a la enfermería de la plaza de toros. El toro no le ayudo nada en el encuentro. El matador dejo una estocada en todo lo alto.
Tiene que salir José Fernando Molina a terminar de dar muerte a este primero de la tarde con descabello en la mano. Al primer intento termina con la vida del primero de la tarde.
Silencio mayoritario con algunas palmas de buenos aficionados por la estocada que propino el torero mexicano.
Luis David Adame recibió de este su primer astado un Puntazo corrido en cara anterior de hemitórax derecho (parte médico), que no le impido continuar con la lidia.
Recibe Luis David su segundo a puerta gayola con una larga cambiada deslucida, tuvo que echarse a un lado del recorrido del toro para evitar ser arroyado.
Intento lucirse con un quite por chicuelinas tras la huida del toro de su segundo encuentro con el caballo, pero poco lucimiento, ante un toro con poca fuerza. En las chicuelinas el torero debe permanecer quieto y el toro debe pasar, embestir el capote. Si el torero debe girar cuando el toro pasa como si fuese una croqueta, no es tal pase, por muy lucido que le parezca al respetable.
La faena con la muleta la empieza en el centro del ruedo con un pase por detrás y un cambio de manos. Continua con varias tandas con la derecha fuera de sitio, muy despegado del toro, a media altura, sin templar ni mandar sobre la justa embestida del toro.
Lo intenta por naturales y el toro embiste bien, pero el torero torea mal. El toro exige que se le baje la muleta, que se le lleve toreado pero el torero no está por la labor. Una pena.
A la hora de matar, en la suerte natural hace un mete y saca. En un segundo intento, deja arriba una estocada entera y atravesada. Recibe un aviso de la Presidencia. Termina con la vida del toro en su segundo intento con el descabello.
Palmas y pitos, división de opiniones, entre los tendidos de sombra y del sol.
José Fernando Molina (Verde oliva y oro).
José Fernando Molina recibe a su primero con unas verónicas y lleva al toro inválido desde los adentros al centro del ruedo.
Empieza la faena de muleta a su primero con una tanda de pases muy lentos, a media altura, para acompañar la floja embestida del toro.
El toro se cae reiteradamente durante la faena de muleta, ante las protestas del respetable y pese a intentar el matador que no lo haga.
Todos los pases que da, carecen de emoción, porque no hay emoción cuando se intenta lidiar a un inválido por toro bravo. Los pases son a media altura, abusando del pico de la muleta y colocado fuera del sitio donde citar al toro.
Pone al toro en la suerte contraria al ir a darle muerte. Pincha arriba en el primer encuentro. Pincha una segunda vez. Cambia a la suerte natural en el tercer encuentro, donde sufre una muy aparatosa cogida que no le impide continuar con la lidia y muerte de este segundo toro de la tarde. El estoque ha quedado mal colocado, “haciendo guardia”. Recibe un aviso. Muy dolorido intenta terminar con la vida del toro utilizando el verduguillo. Al segundo intento, da muerte a este toro.
José Fernando Molina va por su propio pie a la enfermería.
Sale de la enfermería notablemente mermado de facultades en el momento que suenan los clarines y timbales. El torilero debe esperar a que el matador llegue a la zona de capotes.
En su segundo, recibe al toro a puerta gayola.
Brinda al público la muerte de este segundo toro. Recibe al toro de rodillas. El primer pase por detrás, los siguientes pases son con la derecha. Ya de pie le da otras tandas pero sin mandar ni templar la embestida y distante del toro. El toro sigue el engaño por los dos pitones. De todos los pases que dio, destacar una tanda de naturales. Una faena que pudo ser importante, en un toro que fue de menos a más, que si se le ponía la muleta por abajo el toro humillaba.
En el momento de la suerte suprema, necesita de cuatro intentos para colocar una estocada atravesada. En los tres intentos anteriores, pincha arriba. En ese tiempo recibe un primer aviso. Durante la ejecución de la suerte de matar, el torero se resistente de las heridas de su primer astado. Segundo aviso después del tercer descabello con el que da fina a la vida del toro.
Palmas de un sector del público que corresponde con un saludo en los medios. Al intentar dar la vuelta al ruedo, un sector del público se lo recrimina y ceja en la idea.
Christian Parejo (Celeste y oro).
Brinda la muerte de su primer toro al público.
Inicia su faena con la muleta en la mano derecha, sin mando ni temple alguno, aunque consigue que el toro se encele en el engaño. En el comienzo de la segunda tanda de pases, el toro huye de los terrenos del tendido nueve hacia las carencias de chiqueros.
Y esto se repite durante toda la faena de muleta, los pases que consigue dar el torero son muy despegados del toro, abusando en muchas ocasiones del pico de la ayuda, sin mando ni templanza en los pases. El torero lo intenta, a su manera, pero no manda sobre el toro. No encuentra los terrenos adecuados para intentar poder al toro.
Faena larga sin sentido artístico alguno.
Coloca al toro en la suerte natural en los terrenos del cinco. Pinchazo. En el segundo encuentro logra una estocada trasera y desprendida. Aviso de la Presidencia.
Silencio.
Empieza la faena de muleta a su segundo con unos ayudados por alto que cierra con un molinete.
El toro tiene tendencia a irse a tablas por su mansedumbre manifiesta. El torero lo intenta pero no hay ligazón, ni temple en los pases que intenta dar. Tampoco intento buscar otros terrenos más favorables a la querencia del toro. Alarga la faena innecesariamente.
Pone al toro en suerte contraria para ejecutar la suerte suprema, pero pincha. En el segundo encuentro con el toro le propina una estocada trasera y caída. El toro no ayudó al matador buscando el engaño.
Silencio.
Presidente: José Antonio Rodríguez San Román. Fue demasiado condescendiente en la ejecución de la suerte de varas, sobre todo con los segundos puyazos. Probablemente debió devolver al corral al que hizo segundo.
Tercio de varas:
Se ejecuta la suerte de varas muy mal, no se hace una monta adecuada, no se colocan bien los caballos para recibir a los astados, se pica de costado y la puya suele ponerse trasera.
Cuadrillas:
Destacar la lidia de Javier Perea en el quinto toro de la tarde.
En el lado negativo, otra vez hay que colocar a los picadores. Han Colocado mal al caballo para recibir a los astados y lo mismo con las puyas, y esto, no yendo los toros al encuentro con fuerza.
1. BELLOTITO (02/20), número 26, NEGRO ENTREPELADO CARIBELLO BRAGAO CORRIDO AXIBLANCO, 674 Kg. de peso. Toro serio, cornidelantero, el de mayor peso anunciado. Abanto de salida.
Recibe un puyazo trasero en su primer encuentro con el caballo. Empuja con un pitón. Sale suelto y se va hacia los terrenos del picador que guarda la puerta donde recibe un leve puyazo. Sale despavorido hace las carencias de chiqueros.
No se emplea en los encuentros con los banderilleros.
En la muleta el toro no tiene una buena embestida, aunque sigue el engaño, cabecea constantemente. El toro fue de más a menos. Según ha pasado el tiempo el toro ha embestido menos y con la cara a media altura. Descastado.
Silencio en el arrastre.
2. MADRILITO (12/19), número 35, NEGRO, 533 Kg. de peso.
Cornidelantero, de trapío muy justo. En los andares parece algo inválido. El respetable protesta la presencia del toro en el ruedo.
Se le pica trasero en su primer encuentro con el caballo. Empuja con un pitón. A penas se le pica porque está muy justo de fuerzas. Se cae a la salida del quite. En el segundo encuentro el toro cae de las extremidades delanteras. Protestas del respetable, principalmente de los aficionados del tendido 7.
En banderillas no acude a los encuentros con los subalternos, muy probablemente por su invalidez manifiesta.
En la muleta hizo más evidente su invalidez.
Pitos en el arrastre.
3. MARIPOSO (12/19), número 21, NEGRO, 524 Kg. de peso.
Cornidelantero, acapachado, de trapío justo, es el toro que se anuncia con menos kilos. Protestado en su salida. Huidizo a las llamadas de los capotes. Manso en su comportamiento.
Va suelto al caballo en su primer encuentro. El picador no acierta a poner la puya. Con el toro en el peto el picador le introduce la puya al toro. El toro no pelea y se deja picar.
El toro tarda en acudir al segundo encuentro con el caballo. Repetición de lo visto en el primer puyazo, incluido el fallo del varilarguero con la puya. El toro sale despavorido hacia los terrenos donde se encuentra el picador que guarda la puerta.
Mala lidia a este tercer toro en el tercio de banderillas. Tampoco el toro tiene fijeza en el capote. El toro no queda bien colocado ni fijado para los encuentros con los banderilleros, que colocan los rehiletes como mejor pueden.
En la muleta el toro muestra signos de mansedumbre, sin fijeza alguna.
Silencio en el arrastre.
4. JOYERO (12/19), número 11, NEGRO, 571 Kg. de peso.
Serio de cara, cornidelantero, justo de presencia o trapío. Abanto en su salida. Justo de fuerzas, pierde las manos en los primeros lances.
Recibe dos puyazos sin más, sin que se emplee el picador. El toro no pelea en el caballo. A su salida, el toro manifiesta de nuevo lo justo que anda de fuerza. El toro es protestado, principalmente desde el tendido del 7.
En el tercio de banderillas espera mucho en las reuniones, seguramente que por su falta de fuerza.
Por la izquierda el toro tiene una buena embestida. Hay que llevarle toreado.
El toro fue de menos a más, demostró ser un toro encastado.
Silencio en el arrastre.
5. MARIPOSO (12/20), número 30, NEGRO BRAGAO, 588 Kg. de peso.
Bien presentado. Abierto de cuerna, acapachado, cornidelantero.
En su primer encuentro con el caballo, acude con viveza a la llamada del picador. La puya queda algo trasera. El toro empuja, pero con un pitón. No es una pelea con los dos pitones ni con la cara baja.
Cuando el matador le quiere dejar colocado para el segundo puyazo, el toro sale en dirección hacia el picador que guarda la puerta, donde el varilarguero le da el segundo puyazo.
En banderillas el toro espera en las reuniones y los banderilleros ponen los rehiletes como pueden. Se duele al clavarle los rehiletes.
El toro tiene movilidad en la muleta. Embiste bien, pero hay que llevarle. Va de menos a más, pero el torero no aprovecha su embestida. El toro exige que se le baje la muleta y responde.
En la suerte suprema el toro da demuestra de su mansedumbre, yendo hacia las carencias cuando siente el acero sin llegarle a entrar.
Silencio en el arrastre.
6. CIGARRERO (04/21), número 47, CASTAÑO, 594 Kg. de peso.
Alto de cruz, abierto de cuerna, acapachado, cornidelantero.
Salió abanto y con querencia marcada en toriles. Embestida a media altura.
El toro acude al caballo andando. Recibe un mal puyazo trasero. No se emplea. Se deja pegar. Sale perdiendo las manos. Vuelve el toro al caballo y se le da otro puyazo tapándole la salida. El toro no se emplea en la pelea, aunque se encela en el peto del caballo. Sale suelto y huidizo.
En banderillas no muestra fijeza en los banderilleros. Se duele de forma ostensible y continuada cuando le clavan los rehiletes.
Muge sin cesar. Muestra mucha mansedumbre. El toro en tablas termino por rajarse. Fue de menos a muchísimo menos.
Silencio en el arrastre, quizás porque hacia sexto y el público aficionado tenía ganas de marchar, hubiera merecido unos pitos.
Minuto de silencio en memoria de Manolo Lozano
Al finalizar el paseíllo se guarda un minuto de silencio en memoria de Manolo Lozano Martín, que falleció en Madrid el jueves día 19 de junio de 2025, a los 94 años de edad. Hermano mayor de la saga Lozano Martín, historia de la tauromaquia del siglo XX y XXI.
Partes médicos:
Luis David Adame, Puntazo corrido en cara anterior de hemitórax dcho. pendiente de estudio radiológico. Pronóstico: Reservado que no le impide continuar la lidia.
José Fernando Molina, Herida por asta de toro en región inguinal izquierda de 10 cm que alcanza pubis y presenta orificio de salida en cara lateral del pene. Puntazo corrido con hematoma en cara interna 1/3 distal muslo derecho. Es intervenido quirúrgicamente bajo anestesia local en la Enfermería de la Plaza de Toros. Pronóstico: Reservado que no le impide continuar la lidia.
Aunque el cartel de la corrida de toros del domingo 22 de junio no fuera para llenar la plaza de Las Ventas, los aficionados, los habituales a los festejos venteños, siempre acudimos con la esperanza de ver algo que nos deje un grato recuerdo de este singular espectáculo que son las corridas de toros. A veces vemos bastantes cosas, otras veces vemos menos.
De presencia la corrida era desigual, quedaba por saber que tenían por dentro los toros de Valdefresno. Y lo que vimos es que no tenían bravura. Desgraciadamente nada excepcional. Pero además mostraron signos de mansedumbre, y esto ya es más preocupante. Vimos un par de toros encastados, pero nos tropezamos con la otra realidad del cartel, los diestros anunciados les falta experiencia, estar más toreados. No debe ser fácil estar delante de la cara del toro y darse cuenta de lo que los aficionados más veteranos vemos desde nuestros tendidos, pero para eso están quienes los llevan, los que les apoderan, si es que estos saben, que deberían.
Al menos dos de los actuantes, con unas faenas más entregadas, mandando más en las embestidas de los toros, templando esas embestidas, con tandas cortas bien ejecutadas, podrían haber tenido el premio que todo matador busca en el coso venteño.
Por desgracia también nos volvimos a encontrar con varilargueros que no actúan como se debe, ni en la monta, ni en la ejecución de la suerte de varas, es verdad que antes hay que dejar el toro en suertes, y que eso no depende de ellos, pero cuando los toros acuden al caballo andando, al menos lo mínimo que debemos exigir es poner una buena puya, en el sitio adecuado.
Hemos venido con mucha esperanza, nos marchamos con la misma para con el próximo festejo. Los aficionados somos así.
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