Consecuencia de la lectura del escrito que con fecha 7 de los corrientes, esta Asociación El Toro de Madrid, ha dirigido a la CAT, a la empresa Plaza 1 y al director de la banda de música de nuestra plaza, he recordado la anécdota por la que en la Plaza de Toros de Las Ventas, no suena música alguna durante el desarrollo de la lidia de las reses.
Tenemos que remontarnos al final de la contienda de nuestra guerra civil, al 24 de mayo de 1939, en corrida en la Plaza de las Ventas, en Madrid, en la denominada “Corrida de la Victoria”, toros de Carmen Federico (Murube), Viuda de Concha y Sierra, Pablo Romero, Antonio Pérez de San Fernando, Sánchez Fabres y Marques de Villamarta, que lidiaron a caballo Antonio Cañero, y a pie Marcial Lalanda, Vicente Barrera, Pepe Amoros, Domingo Ortega, Pepe Bienvenida y Luis Gómez El Estudiante; esta paso a la historia por el escándalo que se originó; la faena de Marcial Lalanda, fue jaleada por la banda de música, y se silencio la posterior de Domingo Ortega. El enfrentamiento entre el público se solucionó con la prohibición en Las Ventas, de hacer sonar música en las faenas de muleta, prohibición no solo se ha convertido en costumbre, sino que forma parte de la idiosincrasia del coso.
La ausencia de música durante la lidia e Madrid, no sólo se debe a evitar polémicas históricas, que las habría, si como alguna vez ha comentado el director de la banda, D. Francisco García (2010-2017), cualquier día me arranco, sino porque forma parte de una tradición, casi centenaria, y del respeto a la lidia y la liturgia de la misma, que tenemos los asistentes a nuestra emblemática plaza de toros.
Rebuscado he encontrado una sola excepción, la ocurrida el 16 de noviembre de 1966, en corrida en la que actuaba como único espada Antonio Mejias Bienvenida, durante la lidia del quinto toro de María Montalvo, la banda interpretó el pasodoble El Gato Montes. El diestro había solicitado expresamente el acompañamiento musical, con la autorización de la presidencia, pues era su despedida de los ruedos, su primera despedida, volvería en 1971, acabando definitivamente en 1974.
Mucho me temo que ante la euforia festivo/taurina que padecemos.. en el Festival benéfico pro monumento a Antoñete, -que no entiendo la denominación de “benéfico”, será por qué a parte de la exaltación del torero del año, Morante, este se ha rodeado de “héroes del pasado” o antiguos ídolos y de la pupila del anterior director de la CAT, que vienen sin cobrar…-el maestro D. Rafael Zahonero, al que según cuenta, el asunto le ronda mucho en mi cabeza la verdad, se arranque a la batuta con esa multitudinaria banda que este año nos ha traído a la plaza, y que a mí, aficionado en el tendido 8, me suena igual; pero yo no tengo oído, sino oreja, y por eso será.
Francisco Javier Píriz Collado
Aficionado y miembro de la Asociación El Toro de Madrid