DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Seis novillos de Fuente Ymbro, bastante bien presentados con bastante cuajo y hondos. En el juego la mayoría denostaron bastante mansedumbre, falta de casta y bravura. El único que se salvo un poco de la quema fue el (6º), arreo bastante en los primeros tercios y después en la muleta saco un gran juego, que el joven espada no supo aprovecharlo.
Valentín Hoyos (malva y oro) silencio 1 aviso y silencio 1 aviso
Nek Romero (verde botella y oro) silencio 1 aviso y silencio
Alejandro Chicharro (gris plomo y oro) silencio 2 avisos y silencio
Presidente: Ignacio Sanjuan Rodriguez: tuvo una tarde bastante placida, sin ninguna decisión comprometida que tomar.
Tercio de varas: ninguno de los animales realizo una pelea y destacar con los del castoreño, demostrando su mansedumbre y poco empuje. Solo apuntar una segunda vara de Santiago Morales “Chocolate” en la que no se agarró mal, pero no castigo.
Cuadrillas: en el segundo de la tarde salió a saludar Victor del Pozo. Y en el tercero Juan Carlos Rey y Jose Robledo “Tito” después de tres soberbios pares de banderillas.
Publico: dos tercios de plaza, en tarde soleada, molesto un poco el aire.
Muchos ya no se acuerdan hace varias décadas, cuando los carteles anunciadores de los festejos, los encabezaban los picadores “hombres de oro”, ¡que tiempos aquellos!. Ahora por el contrario muchos, de los que se catalogan como aficionados, ni se fijan en la ganadería que se lidian, como para fijarse en las cuadrillas de los espadas.
Este breve apunto al inicio de la de crónica, viene a colación. Porque hoy hemos vivido una de las ovaciones más unánimes, clamorosas y verdaderas, de lo que llevamos de temporada venteña. Fue una verdadera emoción, ver la plaza en pie, ovacionado a esos dos “toreros”. Y mira qué casualidad, que ningún de los dos vestían el oro (Juan Carlos Rey, hace ya hace años se cambió de escalafón), sino que eran banderilleros. Todo aconteció en el sexto de la tarde, el único animal que saco un punto más de casta y exigencia, que puso en algunos aprietos a los de luces que había en el ruedo. Pero como suelen hacer los buenos toreros, tanto Juan Carlos Rey como Jose Robledo “Tito”, le dejaron tres soberbios pares de banderillas, asomándose muchísimo al balcón y viéndose apurados hasta llegar a saltar el olivo. No hizo falta ningún tipo de cursilería, ni floritura, como otros últimamente nos viene queriendo vender. También en el quinto se desmontero Victor del Pozo, este ya, de manera un poco excesiva porque los palitroques no cayeron en lo alto.
Apuntar que lo de estos dos banderilleros, no es fruto de casualidad, ni flor de un día. Sino que lo vienen demostrando tarde tras tarde, solamente que siempre suelen pasar en el anonimato del gran público.
Y salvo lo apuntado, en el resto de la tarde, no aconteció mucho más. Una tarde bastante anodina de contenido, tediosa, ya que prácticamente en todas las actuaciones se escucharon avisos, en definitiva de las que no hacen nada de aficionado,…., pero que nosotros siempre recordaremos por ese gran tercio de banderillas ya reseñado.
Con la de hoy hemos cerrado el ciclo de novilladas en la temporada venteña. Y ha resultado muy triste como a los aficionados, nos sobren dedos de una mano para destacar las jóvenes promesas que apuntan hacer algo grande en este mundo. Otros ya se encargaran de echar balones fuera, tachándonos a nosotros como los culpables de la situación. “Se preocupan más por buscar la paja en el ojo ajeno, que la viga en el propio”.
Abría cartel el salmantino Valentín Hoyos, joven espada que dejo algún pequeño apunte en el pasado ciclo de novilladas nocturnas, pero que hoy no ha sido ratificado. Con su primero, un animal que embestía de manera bastante descompuesta y deslucida, tirando algunos derrotes sobre todo por el pitón derecho. Lo estuvo intentando, pero limitándose a acompañar las embestidas de su oponente, sin nada de interés a los tendidos.
En el cuarto de la tarde, un animal que estuvo yendo muy a su aire en los primeros tercios, sin ningún tipo de fijeza. Valentín quiso demostrar ganas, poniéndose de rodillas en los medios del coso, con la franela, ante la que el animal se arrancó con bastantes ganas. Luego decidió de manera equivocada cerrárselo en el tercio, ya que ahí el animal se sintió más protegido y se terminó parando bastante. ¿Cuándo se les van enseñar a los chavales, que los animales tienen terrenos y querencias?. Ahí decidió por un toreo moderno y encimista, que terminó por aburrir a todo el mundo, los tendidos le tuvieron que pedir que se retirara a por los aceros. Le dejo un mete y saca muy bajo de colocación.
El segundo de la tarde fue el valenciano Nek Romero, que la próxima semana tomara la alternativa de manos de su discípulo “¿Cómo terminara esta historia?”. En el caballo a su primero le propinaron un fuerte castigo, la res intentaba empujar, pero solo se quedó en eso. El animal tenía movilidad, pero le faltó algo más de entrega y sobre todo bravura. Al inicio de la faena, en las primeras series no se entendió mal, pero cuando tuvo que coger la mano izquierdo se le vieron las costuras. Un joven espada bastante falto de técnica, con un toreo sin ningún dominio ni mando. Tanto con los aceros, como con el verduguillo, estuvo muy desacertado.
En el quinto de la tarde, un animal que en el primer encuentro en varas fue al relance, pero en el segundo le dejo un gran puyazo Santiago Morales “Chocolate” en lo alto. Luego en la muleta, fue un quiero y no puedo del chaval, ya que la res tenía una gran mansedumbre. Al inicio intento obligarlo por bajo, sujetándolo, pero a la mínima que podía el animal se marchaba. Lo mato de una estocada muy desprendida de colocación, precedido de un pinchazo.
Cerraba cartel el madrileño Alejandro Chicharro, que venía después de sufrir ayer dos cornadas en Arnedo, en una novillada de Adolfo Martin. Debemos destacar que vino con ganas de agradar toda la tarde, con buena disposición, intentando varios quites. Con su primero, que recibió por estatuarios ajustados. Pero la res no era nada sencilla, ya que nunca iba metido en los engaños, tirando feos derrotes y las manos por delante. Quizás ahí se acordó que no fuera el mejor inicio de faena. Con los aceros no estuvo nada acertado.
Con el sexto de la tarde, un animal que desde los primeros tercios, dio claros síntomas que iba ser el mejor de la tarde, arreando bastante. Quedo demostrado en la muleta, donde rompió a embestir, repitiendo en sus embestidas con cierta codicia. Y ahí quedó demostrado que Alejandro no estuvo a la altura, no sé si a consecuencia del percance de ayer o que se vio desbordado por la situación. Una muleta sin ningún tipo de dominio ni mando, dejándosela enganchar en numerosas ocasiones. “Animales como estos, son los que no se te pueden marchar con las orejas puesta y menos en Madrid”. Lo mato de una estocada desprendida de colocación.
Como bien me enseñaron desde los inicios que comencé a ir a los toreros. El buen aficionado siempre se tiene que ir con algo en la cabeza, de cada tarde. Y en esta ocasiones ha sido “los de plata, barrieron a los de oro”.
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