
Hoy hemos tenido la suerte de contar con el maestro Carlos Ilián, CRITICO TAURINO con mayúsculas. Inició el paseíllo de la tertulia disculpándose por no haber podido estar con nosotros el pasado mes de noviembre debido a una indisposición. Como los buenos toreros no se cayó del cartel y por eso hoy está aquí. Enseguida nos comentó sus inicios en el periodismo taurino, allá por el año 1969 en el desaparecido “Nuevo Diario” de la mano de D. Vicente Zabala, su maestro, pasando en 1984 a la sección de Toros del diario Marca hasta la actualidad. Ha presidido la plaza de toros de Cali, de donde nos cuenta que llegó a indultar a un toro debido a su bravura sin que el matador consiguiera hacerle faena. No ha habido un recambio generacional en la crítica taurina que mantenga la línea de Zabala, Navalón, Rojas y Vidal. Los nuevos periodistas taurinos reciben presiones del entorno del taurinismo. Las páginas de Internet viven de la publicidad de dicho entorno no pudiendo ser tan críticas como debieran. “A la crítica taurina le queda poca vida. Hacer la crítica con la cabeza fría y el corazón caliente es muy difícil. Como crítico se pueden pegar palos pero no insultar". Preguntado por el poco espacio que tiene en el diario Marca, responde que “con sesenta líneas se pueden decir muchas cosas”. Recibió la tertulia en los medios dando unas ajustadas verónicas. “La fiesta de los toros por muchos factores tiene un pinchazo hondo, sobrevivirá gracias a los Santos” (San Isidro, San Fermín, El pilar, etc), porque fuera de ellos salvo en Madrid no se dan espectáculos. Sin más dilación la pone en suerte: “El primer peligro es la falta de afición. La gente va a los toros sin saber quién torea”. Es un mundo desconocido. Rápidamente coge la muleta con la diestra dando unos pases templados y ajustados, corriendo la mano y cargando la suerte: “he visto 5 generaciones de toreros y el mejor es José Tomás. Cuando se vaya no hay quien haga el toreo como se debe de hacer. La tarde más importante que he visto, ha sido la de Manuel Jesús “El Cid”, en Bilbao con los 6 Victorinos. Fue una lección de Toreo.” Según nuestro invitado actualmente se torea al revés. Se ha impuesto el toreo de espaldas y el circular invertido. Hay una nómina de figuras que no llenan las plazas, mostrándose muy critico con el escalafón, al que ve muy repetitivo. Siempre se hace lo mismo. Con la Izquierda, la de verdad, nos dejó unos naturales hondos, largos, con empaque: ”el sector que mejor está (o el que menos mal), en la fiesta es el toro. Cuantos toros buenos se han ido esta temporada el desolladero sin torear. Hay que desmontar que el toro con kilos no embiste, lo que tiene que tener es casta. La crisis está en los que se ponen delante”. La falta de figuras, está dando fuerza al toreo de rejones. Son los únicos que llenan las plazas. Incluso en América. Nos cuenta que el toro en América en los años 40 era muy parejo al español, y que en la actualidad hay una diferencia abismal. “La dictadura impuesta por ciertos figuras, con una crítica comprometida con ellas, está haciendo mucho daño”. Sobre Francia “quizá le hacemos más bombo del que realmente es. Puede ser un futuro pero relativo. Si hay algún futuro tiene que estar aquí”. Sobre el devenir de la fiesta de los toros, lo ve complicado, por unos factores externos que la perjudican. “La indeferencia de la gente joven. Los movimientos en defensa de los animales que crecen mucho y va en contra de la fiesta. La fiesta en Cataluña murió antes de que los políticos se metieran con ella. Murió por falta de interés. Ellos le han dado la puntilla”. Si la política se hubiera encontrado con una fiesta fuerte, con interés, no se hubiera atrevido a meterse con ella”. Para terminar, puso la tertulia en suerte, en el centro del platillo, entrando a matar por derecho, y dejando una entera en todo lo alto: “se ha perdido el romanticismo de la fiesta. Ahora hay una terminología taurina que no tiene nada que ver con la de antes. Hoy llaman raza cuando se debe decir casta”. Dejándonos una frase muy apropiada para el entorno donde se desarrolla la tertulia “EL TORERO NO INDULTA, SE INDULTA EL TORO POR SU BRAVURA”. Sin más, rodó la tertulia sin puntilla, haciéndose corta la faena a todos los allí presentes, y siendo despedido el maestro con una cerrada ovación por parte del respetable puesto en pie. Suerte y gracias por deleitarnos durante 2 horas con su sabiduría.