Hoy nos ha presentado el ganadero don Rafael Finat, Excmo. Conde de Mayalde, una ganadería con muchísima tradición y muchísimo nombre, tanto en el mundo de la tauromaquia como en otros ámbitos. Por ejemplo, su abuelo, creador de la vacada, fue un hombre muy importante, pues tuvo entre otros muchos cargos el de embajador de España en Berlín, gobernador civil y alcalde de Madrid y presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia. La saga aristocrática y ganadera de esta familia es inmensa, aunque aquí nos interesa sólo la segunda. Su abuelo nació en la finca donde hoy pastan sus animales, en la casa familiar de la finca de Toledo “El Castañar”. “Inicialmente mi bisabuelo en estas tierras tenía toda clase de ganado (vacas, ovejas, cerdos,…), pero no reses de lidia, que comenzaron con mi abuelo”, dijo. En el año 1945 mi abuelo, don José Finat Escrivá de Romaní, el entonces conde de Mayalde, compró a nombre de su esposa animales de Humberto Sánchez Tabernero (que tenía encaste Coquilla y también vacas y sementales de Encinas, de encaste Vega-Villar), llevando ambos lotes por separado y estrenando hierro y divisa. “En esta época mi abuelo decía que los animales salían con mucho picante y motor”, añadió. Y lidió mucho y con éxito en Barcelona, al ser muy amigo de Balañá. Se le preguntó si en la actualidad queda algún resto de estos encastes pero don Rafael fue rotundo en su respuesta afirmando que ya no queda absolutamente nada, (“ni había ni nacido yo cuando eso desapareció”, aseguró) ya que en 1958 su abuelo, el ganadero don José Finat, eliminó todo lo anterior vendiéndoselo a Ángel Rodríguez de Arce y compraría la mitad de la ganadería de Ignacio Sánchez de “Sepúlveda”, origen Contreras (entre 350 y 450 vacas). Esto provocó un cambio absoluto en sus reses y les dio más nobleza y dulzura. En el año 1986 el ganadero echaría un semental de nombre “Jirivilla” de Juan Pedro Domecq Solís y este le dará importantísimos éxitos en el futuro. Los primeros animales de este cruce (Juan Pedro–Contreras) se lidiaron en 1990 y al ver los buenos resultados ese mismo año compra otro semental también a Juan Pedro. Y añadió: “En la actualidad, de Contreras puro nos queda muy poco ya que hemos tenido muchísimos problemas de consanguinidad. Y aparte también existe el problema de los saneamientos. Por eso la mayoría es mezcla Contreras–Juan Pedro y Juan Pedro puro”. Para refrescar la línea de Domecq, en 1995 compró reses de El Ventorrillo (al ganadero Francisco Medina). El Rosco le preguntó: “¿Por qué la mayoría de los que han comprado algo a Paco Medina han obtenido tan buen resultado?”. El ganadero respondió que es debido a que Paco Medina compró unos buenísimos animales a Juan Pedro y ésa es la razón, añadiendo que con su actual ganadería, El Montecillo, Paco también está empezando a obtener triunfos que le estan consagrando. Y terminó: “A Paco Medina nosotros le compramos 60 vacas y han salido muy buenas”. En 1995, al fallecer su abuelo, la ganadería se divide en dos, heredando él el título de Conde de Mayalde y la mitad de la vacada, conservando hierro, divisa y antigüedad (que había sido obtenida en novillada del 25 de mayo de 1960). La otra mitad será para su tío don Fernando Finat y Bustos, anunciada como marqués de las Almenas pero vendida más tarde a Núñez de Arce. En resumen, el ganadero explicó las dos líneas que actualmente lleva por separado:
- El cruce Contreras y Domecq: que da un poco mas de picante en el caballo.
- El Ventorrillo (encaste puro Domecq): más nobleza y toreabilidad en la muleta.
El único toro que ha resultado indultado en la historia de la ganadería fue en 2002, en Valencia de Don Juan (León), lidiado por Vicente Barrera, con el nombre de “Comisario”. Luego, por desgracia, no pudo sobrevivir a las heridas sufridas de la puya y murió a los pocos días sin poder padrear. Curiosamente, este toro había estado de sobrero en sendas corridas en Gijón y Medina del Campo. El ganadero nos dijo que tiene dos fincas. En la finca “El Atillo” de El Espinar (Segovia) tiene los machos y en “El Castañar”, en Mazarambroz (Toledo), es donde tiene las vacas. Resulta curioso ya que su abuelo también lo tenia así, pero al revés, en Toledo tenia los machos y en El Espinar tenia las vacas. Y añadió: “El toro que a mí me gusta, es un animal bajo de agujas, pues para los toreros es mucho mejor el lucimiento. Luego, eso sí, a pesar de quererlos bajos de agujas les pido que tengan trapío suficiente. Esto nos crea algunos problemas en los reconocimientos, sobre todo en las plazas de importancia, como Madrid, donde nos han echado varios animales para atrás por poca presencia”. Y terminó diciendo: “Por ejemplo, toros que valgan este año para Madrid en corrida, solamente tengo tres”. Otro tema que, por supuesto, se tocó en la tertulia, fue qué opinaba sobre el uso de las fundas. El ganadero nos dijo que “contra las fundas hay mucha animadversión. Es verdad que es horrible ir al campo y ver un toro con las fundas puestas, de acuerdo. Pero con las fundas o sin las fundas siguen saliendo toros bravos y mansos. Lo que sí han permitido las fundas es poder garantizar una corrida completa y que si se pelean los animales no se inutilicen para la lidia”. Y añadió: “Las fundas que yo pongo son por el “sistema de tuerca”. Con este sistema se garantiza que al pitón le pueda entrar el aire y de esta manera respire, ya que es uno de los graves problemas que ponen los críticos de las fundas, que el pitón no respira, porque les enfundan dejándolo hermético”. Con este sistema que él usa nos aseguró que esto no sucede en su ganadería. Y remachó: “Las fundas se las quito 10 ó 15 días antes; es posible que el animal no consiga del todo adaptarse a las distancias pero, para mí, esto no es determinante en el juego que saque el toro en el ruedo”. En lo referente a cómo lleva a cabo las tientas, tanto para las vacas como para los machos, el ganadero matizó: “Es verdad que le doy mucha importancia al caballo pero hay que replantearse esto, ya que en la actualidad casi todo el mundo que acude a la plaza, no sabe apreciar esta magnífica suerte. Aun así yo le doy mucha importancia al caballo, pero también tengo muy en cuenta el juego que dé en la muleta y que no esté justo de fuerzas. A los machos les exijo todavía muchísimo más que a las vacas y para aprobar a uno que se vaya a quedar de semental también doy muchísima importancia a la reata”. Y así finalizó esta interesante tertulia.