A mi amigo y atleta Gabriel Navarro Lucas. Muchos nubarrones cayeron ayer sobre los aficionados que tuvieron la suerte de asistir a la tertulia con la presencia del torero David Mora. Hubo casi un lleno y los murmullos previos al comienzo de la misma presagiaban una gran tarde, tanto para los aficionados asistentes como para el bien de la fiesta. Pero a partir de la breve presentación a cargo del Presidente de la Asociación del Toro de Madrid, sus comentarios marcaron los rostros de los presentes con un rictus de preocupación. Según las noticias que corren por el mundillo taurino, quieren que desaparezca la plaza de Las Ventas como plaza de temporada. Y claro, eso sería un golpe bajo a la fiesta de mayúsculas proporciones. También los taurinos tratan a los aficionados como una especie de trasnochados, que sólo vamos a la plaza a protestar, olvidándose de lo fundamental, que somos los que pagamos y vamos a la plaza. A continuación, el moderador llevó a cabo una presentación pormenorizada de nuestro invitado, el torero revelación de la temporada pasada, David Mora, comentando que había llegado recientemente de América y casi a continuación de descender del avión ha tenido que enfrentarse a una tertulia “en puntas”, donde su habilidad lingüística le ha librado de algún que otro percance, ante las preguntas de doble filo de algunos aficionados. Ha lidiado con la derecha, con la izquierda y cuando ha sido necesario, se ha doblado por bajo con el propósito de no implicar a ninguno de sus compañeros de profesión del mal que acaece a la fiesta, sin llegar a evadir su responsabilidad en los temas que fueron aparecieron durante la tertulia. En la actualidad, es uno de los pocos toreros que ejecutan el toreo con pureza y fue muy respetuoso con sus compañeros de profesión, sean del G-10 o del G-30, a pesar de que la mayoría de éstos despliegan sobre los ruedos de las plazas un arte tan vulgar que no es compartido por la mayoría de los aficionados presentes. Igualmente el público asistente fue respetuoso con sus preguntas, aunque en muchas ocasiones no estuvieran de acuerdo con las respuestas del torero. Explicó que nació en Madrid y por motivos familiares a los 20 años se marchó a vivir a Móstoles, pero manifiesta que este hecho fue eventual en su vida y no se ha sentido nunca ligado a este municipio. Posteriormente vivió en Borox y aquí tomó la alternativa. En una ocasión, un concejal de Móstoles le negó que torease en este municipio, pero muy diplomáticamente comentó que no dejó de ser una rareza de las que existen en el mundo taurino, pero nunca se ha sentido marginado por este pueblo. En su familia no hay ningún antecedente taurino, salvo el hecho que su abuelo fue testigo en Linares en la tarde funesta donde el diestro cordobés Manuel Rodríguez “Manolete” se dejó la vida en las astas del toro de Miura Islero. Al parecer, este antecedente familiar despertó en él la afición taurina. A los 14 años ingresó en la Escuela Taurina de Madrid y en su etapa de aprendizaje capeó mucho por la provincia de Guadalajara, hasta que debutó sin caballos en el pueblo madrileño de Griñón, el 14 de agosto de 1.999. En el 2001 debutó con los del castoreño en Móstoles y en Madrid en el 2003, dando una vuelta al ruedo en su primero y pasando a la enfermaría en su segundo. Tomó la alternativa en el 2006 en el pueblo toledano de Borox, cuna de Domingo Ortega. Fue un torero que comenzó a prometer desde muy joven pero hasta la temporada pasada no llegó a romper y después de esto ha demostrado de lo que es capaz, que no es, ni más ni menos, que torear. Esperemos que dure y que los aficionados podamos degustar ese paladar exquisito que tiene, manejando tanto la franela como el percal, aunque sobre todo tiene que mejorar con la tizona. Una vez tomada la palabra, el torero mostró su agradecimiento al grupo de aficionados allí reunidos, alabando la unión que existía entre la afición y su toreo, aunque a veces no estuviera de acuerdo con alguna de las manifestaciones que hacían desde los tendidos. Nunca imaginó que podría entrar en Madrid de la manera que lo ha hecho, ya que es de los que creen que esta afición exige mucho y aunque lo considera positivo a veces discrepa en detalles. En esta misma línea manifestó que está muy contento de haber puesto su granito de arena ante las exigencias de la plaza venteña y es su ilusión seguir contribuyendo con su toreo a proporcionar alegrías a los aficionados españoles. Salieron a relucir las diferencias que existen entre el manejo de la espada, el capote y la muleta, ya que ha perdido muchos trofeos a la hora de matar, sobre todo en Madrid, donde aún se sigue exigiendo que los toros se maten por arriba para la concesión de trofeos. Sin embargo con la franela y el percal casi todos los toros le valen y es una pena que haya tirado por la borda faenas de verdadero mérito por culpa del estoque, recriminándosele cariñosamente que debía entrenar más con el estoque. Se defiende el torero comentando jocosamente que al final los ha matado, sea como sea, pero que lo ha hecho, aunque en honor a la verdad eso le ha restado muchos éxitos, sobre todo en Madrid, Pamplona y otras plazas de la geografía española. A la pregunta de un aficionado comparándole con Iván Fandiño, respondió el torero que quien tiene la función de calificar a los toreros debe ser el público. Respecto a la diferencia entre el público español y americano, comentó que en Colombia ha disminuido mucho la asistencia a los cosos taurinos y ha percibido mucha diferencia entre ambos países, sobre todo en el público y en las empresas. Los carteles no son atrayentes y tiene la esperanza de que los toros en América no se vengan abajo por causa de la crisis. Respecto al ganado, se está lidiando de todo, pero predomina lo malo. En cuanto a Francia, considera a este país como un potencial de la fiesta, donde todo se lleva a cabo con una pulcritud ejemplar que en la actualidad no existe ni en América ni en España y que sería conveniente que todos fueran tomando nota. Consideró que Madrid es el reflejo de cómo está España. Habrá que inventar alicientes que atraigan al público a las plazas, ya que si no es así estaremos dando motivos para que los antitaurinos se pongan manos a la obra para intentar que la fiesta de los toros desaparezca por completo, siguiendo el ejemplo de Cataluña. Respecto a los toreros que admira, comentó que le ha llamado siempre la atención el empaque torero de Antonio Ordóñez, aunque reconoce que ha sido un torero que no ha enganchado nunca a los toros por delante y no remataba los pases para los adentros, también era algo perfilero y que pocas veces daba el medio pecho. Destacó de Paco Camino su prodigiosa muñeca y el estoque decidido. De los toreros actuales habló del purismo de José Tomas, de El Juli, que engancha a los toros por delante y los lleva hasta donde quiere, aunque su toreo no sea del gusto de algunos aficionados. Salieron a relucir también Castella, Perera e incluso el empaque de Cayetano. Comentó el tema de Quito (corridas como en Portugal, sin matar a los toros), reconociendo que no fue una feria ilusionante para él, pero al conocer que iban a torear Enrique Ponce, El Juli y otros, no tuvo más remedio que cambiar de opinión y apuntarse a torear, ya que no deseaba verse marginado por las figuras, porque le ha costado mucho abrirse camino en este complicado mundo de los toros. Destaca de Quito que han luchado mucho por la fiesta, pero que ha habido algunos movimientos fuertes en pro de su desaparición, dentro de los cuales al parecer estaba el presidente de Colombia y aunque veladamente incluso algún movimiento catalán. Salen a relucir temas escabrosos entre los asistentes, como por ejemplo que José Tomas antes era admirado por el aficionado porque toreaba toros, pero ahora, no tanto. Agradece los elegíos vertidos sobre su toreo, pero declina entrar en este debate, aunque considera que muchos de los problemas que existen en la fiesta son como consecuencia de que ésta se dirige desde los despachos y en pocas ocasiones tiene valor lo que muchos toreros hacen en el ruedo, como debería ser, por supuesto con toros, no con los cadáveres que aparecen en los cosos. A pesar de ser atacado por distintos frentes, sólo con el fin de conocer su opinión respecto a temas variados, el torero supo lidiar con dignidad todo lo que salió de la tertulia sin hacer ninguna crítica desconsiderada a nadie que le hiciera perder lo que tanto esfuerzo le había costado conseguir. Con todo y con eso, dejó muy claro que los empresarios contratan en función de las orejas cortadas y que a veces no compensa torear corridas duras ya que si no se cortan orejas el beneficio que se obtiene no está en relación directa con el esfuerzo que supone enfrentarse a ellas, aunque también un toro de una ganadería comercial te puede abrir en canal. Un aficionado preguntó si se siente más respaldado en Madrid, conociendo que su toreo actual es del gusto de la afición. Consideró que en Madrid hay de todo, como en botica, pero lo realmente importante, estés donde estés toreando, es que lo que vales, es lo que hagas cuando te ves solo con el toro, ahí no hay ni aficionados ni público que pueda echarte una mano, eres lo que hagas toreando. Otro tema que salió a relucir es el acomodo de los toreros cuando consiguen llegar a ser figuras. Comentó David Mora que el torero que pueda permitirse este hecho tiene que tener un reconocimiento muy solvente por parte del público. Le solicitaron al torero que comentase algunas de las corridas en las que tomó parte en las Ventas, como por ejemplo la de Celestino Cuadri y el toro “Ribete” (año 2010) y otros de esta ganadería, comentando que no guardaba muchos y buenos recuerdos de esta corrida. Destacó, sin embargo, la corrida de Montalvo, lidiada el 15 de agosto del 2011. A pesar de su dificultad, se encontró muy a gusto toreando y creyó que le podía haber cortado las dos orejas a un toro. Salió a relucir la corrida de Gavira de 2011 y lo mal que lo pasó durante la lidia del sexto toro. Siendo preguntado también por la diferencia entre las exigencias de los distintos apoderados que había tenido, Corbelle o Antonio Tejero, comentó muy diplomáticamente que se encuentra muy a gusto en la actualidad con Antonio Tejero. Otro de los temas que apareció durante el debate fue el relacionado con el porcentaje que los toreros del G-10, G-20 o G-30 debían aportar para sufragar algunos puntos débiles que tiene la fiesta, como por ejemplo ayudas a los toreros modestos, etc. Comentó que para que ese documento tuviera validez tendrían que haber firmado el 80% de los representantes del grupo elegido, aunque en este tema no estaba muy claro quiénes formarían dichos grupos. Resumiendo, que al final solo firmaron el manifiesto dos o tres toreros, considerando que el grupo G-10 va por libre. En cuanto al dinero de los derechos de imagen es otro de los engendros sobre los que está montado el negocio de la fiesta de los toros. Por un lado, algunas de las empresas tienen contratos firmados con la TV para la retransmisión de corridas desde las plazas que regentan. Por otro lado, estas mismas empresas apoderan a toreros que dominan el escalafón y excepto el torero José Tomas, que no desea que se televisen las corridas donde actúa, los demás toreros exigen a sus apoderados los derechos de imagen, siendo algunos de ellos empresarios comprometidos con la TV de pago ¿Alguien entiende esto? Lo único que comentó el torero es que en la actualidad no está nada claro este asunto, ya que hay intereses contrapuestos entre los participantes en este embrollo. Se mostró partidario de abrir más la participación de corridas con distintos hierros, con el fin de que los toreros tuvieran la oportunidad de elegir el tipo de ganadería a lidiar, pero este tema es un coto cerrado para los toreros actuales, porque la mayoría sólo quieren ganaderías cómodas. Y en cuanto alguna se sale del guión la sacan de la lista de sus preferencias. Se mostró asimismo partidario de que debería existir más diversidad y variedad en los carteles de las ferias. Y cómo no, apareció el futuro de la fiesta. Por un lado, los componentes del G-10 aburren en la mayoría de las plazas donde torean y en realidad son ellos los que tienen la facultad de poner a la fiesta en el lugar que le corresponde. Pero por ese lado el asunto es complejo, ya que este hecho y lo que los taurinos han impuesto son totalmente contrapuestos. Los aficionados solo ven en este momento a Iván Fandiño y a David Mora como exponentes de cambiar el rumbo de este espectáculo soporífero que se ha llegado a instalar en las plazas. Resaltó que uno de los motivos que puede relanzar la fiesta es la rivalidad entre los toreros, tal y como se ha interpretado siempre. La rivalidad es la ilusión de los aficionados, pero todos no piensan así, sobre todo los que están acomodados. Los asistentes le aconsejaron, con criterio más o menos acertado, que no se anuncie con “corridas petardo” pero el torero respondió que él no tiene la llave para imponer este criterio; ni el de la rivalidad, ya que el sistema está muy controlado desde los despachos. El aficionado teme que con este torero pasará lo mismo que ha ocurrido con otros, que cuando han conseguido romper han sido absorbidos por esa maraña de vulgaridad que existe en la actualidad en la fiesta, convirtiéndolos de la noche a la mañana en toreros funcionarios, acomodados al sistema imperante. Esperemos que este hecho no se produzca con este torero ni con Fandiño. Y como punto final se habló de su última actuación en la feria del Pilar de Zaragoza. Los asistentes tenían interés en conocer sus sentimientos como torero en la plaza ¿Qué es lo que siente? ¿Cómo late su corazón desde que el toro planta su hegemonía en el ruedo? ¿Qué piensa el torero durante ese espacio de tiempo? David Mora no interpretó la pregunta o no quiso sacar a relucir lo que le solicitaban. El caso es que se agotó el tiempo hablando sobre las estadísticas de esa feria y de un presidente que le negó una oreja privándole de la puerta grande, a pesar de que después le pidiera personalmente disculpas. Sólo nos queda agradecer al coleta su asistencia a la tertulia. Hizo una buena lidia. Gracias torero y mucha suerte, la fiesta necesita toreros como tú.