
DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
De mansos descastados y de lidias y terrenos inadecuados
18 Septiembre 2011 | Escrito por Rubén Sánchez Ortiz. | Fotografías de Constante
Novillada con picadores. En tarde-noche fresca y ventosa se celebró el festejo, en un horario que para nada cuadra en este momento de la temporada. La plaza presentaba un cuarto largo de los tendidos cubiertos, sobre todo de turistas, teniendo lugar un festejo plomizo y aburrido del que poco va a recordar el aficionado. La novillada, de encaste Lisardo cruzado con Daniel Ruiz, todos ellos a punto de cumplir los cuatro años, demostró lo peor de ambas sangres: la mansedumbre característica y el descaste y flojedad propio de las reses albaceteñas. Novillos de Sepúlveda de Yeltes y uno de Sonia González (6º), en el siguiente orden:
• Sacristán, Negro 497 Kg: Manso descastado y sin fuerzas (leves pitos).
• Delicado, Colorado bragado meano ojo de perdiz 474 Kg: Manso con mucha nobleza y a menos (silencio).
• Falucho, Negro listón algo bizco 504 Kg. Devuelto por inválido.
• Soñador (3ºbis), Negro 470Kg: Manso de libro (pitos). Se corrió turno.
• Preciosito, Negro 517 Kg: Manso descastado (pitos).
• Tramposo, Negro listón chorreado 475 Kg: Manso descastado (pitos).
• Obsceno, Negro 482 Kg: Manso con poca fuerza, sin fijeza y peligro (silencio).
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- Angelino de Arriaga (Verde manzana y Oro): Pinchazo hondo en alto, descabello (silencio). Media estocada algo caída, descabello (aviso y silencio).
- Iván Abasolo (Negro y Oro): Estocada muy atravesada, arriba, que hace guardia, descabello (silencio)Estocada que hace guardia, siete descabellos (aviso y silencio).
- Damián Castaño (Grana y Oro): Estocada trasera y caída (saludos con leves protestas). Estocada muy baja, pinchazo en alto, descabello (ovación con saludos).
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Presidencia: Don César Gómez se ha limitado a sacar el pañuelo blanco con excesiva premura casi siempre, ha tenido la mano blanda con los inválidos, pues más de un novillo la ha rozado; y ha puesto a prueba la habilidad de las cuadrillas que tras cincuenta capotazos han podido picotear al manso de libro, haciendo caso omiso de las protestas que solicitaban buscase el pañuelo rojo.
Suerte de varas: Se ha picado poco y mal y se ha hecho en general mal la suerte, cuando se ha hecho, porque la mayoría han entrado al relance hartos de capotazos, junto a un gran desconcierto procedente de la falta de conocimientos de terrenos y querencias propias de la mansedumbre. Hemos podido comprobar la falta de habilidad en las cuadrillas para dar el castigo necesario a los mansos que por su genio o bravuconería (que no era el caso) pudiesen necesitar.
1º-Al relance en el 10, Puyazo trasero tapando la salida. Empuja con un solo pitón. Picotazo trasero del que sale suelto.
2º-Puesto en suerte, romanea, toma un puyazo muy caído del que sale suelto. Puyazo trasero saliendo suelto y sin emplearse.
3º-Bien puesto en suerte, deserta el picador a terrenos del 8, donde se cita a pie con las telas, el caballo se desplaza al 10, tras las protestas cuantiosas, lo meten bajo el peto al relance en los terrenos adecuados, tras haber recibido un puyazo trasero, pero se va de la suerte. Prueban en los terrenos del 6 y después en chiqueros, donde a pesar de no arrancarse siguen a causa de no sacar el pañuelo rojo desde el palco, probando en el 1 y el 4, terminando asestándole el puyazo caído con el novillo al hilo de las tablas del 10.
4º-Sale suelto tras entrar al relance sin que le enhebren la puya. A pesar de estar a pocos metros del peto, se va de jurisdicción tras olisquear y escarbar; lo vuelven a intentar a base de capotazos, pero acaba entrando paralelo a la raya, sin emplearse, recibiendo un picotazo en buen sitio.
5º-Puyazo delantero y caído entrando al relance, se desentiende en la segunda entrada al ponerlo en suerte, sin fijeza en el peto, entra desde las tablas, el picador se agarra bien y rectifica a peor el picotazo.
6º-Puyazo delantero, entrando al relance desde las tablas, Sale suelto, al igual que en el segundo encuentro, tras el que pierde las manos.
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Todos los novillos han salido sueltos y abantos en los primeros compases de la lidia, algo propio de su estirpe. Angelino de Arriaga, en el primero, que prendió sin consecuencias al banderillero Jesús Herrero y que andaba justito de fuerzas, comenzó su faena sacando algo del pitón derecho en el tercio, toreando al hilo y sin nada de trasmisión.
Abrevia y tras otra serie remata y lo despacha en la suerte contraria, con un pinchazo hondo y un descabello, que fue suficiente para que doblase el mansote. Por su parte, el mexicano, con el cuarto anduvo menos conocedor de los terrenos, puesto que el novillo tanto en varas como en banderillas, tercio en el que se emplazó en la puerta de arrastre, demostrando ser reservón y tardo, a pesar de los buenos pares de Jesús Herrero, que no realiza las tareas de brega tras el percance en el anterior novillo, tuvo la ocurrencia el novillero de llevárselo a los medios donde se desentiende de todo el animal, que quizá se hubiese entregado más en su querencia, teniendo en cuenta su escasez por no hablar de nula casta, genio o bravuconería. La faena no trasmite nada y poco a poco la cosa se establece en el lugar de origen, las tablas del 1; tras ponerlo tres veces en la suerte natural, le dio por pensar que mirando a tablas le iba ayudar más y con media estocada caída bastó.
Iván Abasolo comenzó su labor por bajo, sacándose el novillo, tras algún que otro lance aceptable en el recibo y ante un novillo que se emplazó en el tercio en banderillas, tras un buen par del tercero, una vez en los medios y a causa del viento y de las carencias de ambos no dice nada el trasteo, que va concluyendo en chiqueros. El novillo tiene nobleza pero su querencia está en las tablas, dejándose ir algunas embestidas humilladas y dulces, las mejores de la tarde sin añadirles nada. Con hacerle guardia sirvió. No recibió mal al quinto y tras ponerle un buen tercer par, cometió el error de salir a los medios tras un inicio en tablas, dio varias series por ambos pitones carentes de emoción para las que se pedía el abrevio y le valió también con hacer guardia en este también. Su paisano Fandiño podría darle alguna lección acerca de la suerte suprema. Damián Castaño recibió con buenas verónicas al novillo inválido que fue devuelto y tampoco lo hizo mal con el que le sustituyó (que fue el que tendría que haber hecho sexto) y tras una lidia fatídica y un tercio de varas de manso de libro se dolió en banderillas. Se ejecutaron bien los pares, otro cantar fue su colocación. Le comenzó a desbordar por el pitón derecho, regaló pocas embestidas para después tardear y crear peligro, desarmándolo sin consecuencias por ponerse y dudar. Con las mismas dudas probó ambos pitones, el novillo no permite ni continuidad ni lucimiento pero ha de someterse y prepararse para la suerte suprema, quedando por encima antes de ejecutar una estocada trasera y caída en la suerte natural que hizo rodar al manso en su ultimo arreón hacia los medios, en los cuales se desplomó…y es que al final murió en terreno de bravo. El sexto salió abanto y demostró su falta de fijeza mientras le colocaban los garapullos sin mayor lucimiento, el salmantino inició sin gran vibración en el tercio ante un oponente que embestía a media altura creando peligro. Lo desarma con un golpe, del cual se duele mucho el novillero. Ahora se centra y con más firmeza que durante toda la tarde se dispone a continuar; el novillo se acuesta mucho y lo vuelve a desarmar tras unos derechazos de mayor emoción y varias series que, sin ser un toreo exquisito, han dejado ver las condiciones del animal y se están aprovechando. La cosa se va apagando y es casi prendido a causa de la descolocación. Sin probar la zurda coge el estoque y deja un golletazo en los costillares en la suerte natural. Tras éste, lo pincha en alto y tras levantarlo el puntillero le despacha con un descabello.
El frío va poco a poco calando a la afición, que va dejando la plaza despejada y muchos se irán con recuerdos de días de importancia de este hierro salmantino, al cual le quedan años de trabajo para poder asemejarse a lo de entonces. Le deseamos suerte, pero que tome un descanso largo en nuestro coso.