DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Se lidiaron seis toros de Victorino Martín, encaste Albaserrada. El ganado volvió a defraudar. Muy desigual de presentación. Algunos, auténticas sardinas y sin cara. Salvo el primero que mostró el carácter de los “albaserradas, los demás, mansos descastados y blandos. En el juego con los montados se libró el quinto, lidiado en sexto lugar. En una palabra, Carne de matadero y con reparos. Salvo el quinto fueron pitados en el arrastre.
Fernando Robleño: De salmón y oro. En su primero estocada caída tirándose por derecho que vale. Silencio. En el cuarto estocada caída. Aplausos.
Octavio Chacón: De fucsia y oro. En el segundo 3 pinchazos, aviso y estocada caída. Saludos. En el sexto estocada trasera y tendida y descabello. Silencio. .
Pepe Moral: De grana y oro. Metisaca saliéndose de la suerte y estocada que vale. Pitos. En el quinto Pinchazo perdiendo la muleta, pinchazo hondo, y otros dos de regalo, aviso y 6 descabellos. Pitos.
Presidente: D. Rafael Ruiz de Medina Quevedo. Nada que objetar en su labor.
Suerte de varas:
1º 510 Kg. Minorista. Cárdeno. Acudió al montado sin colocar en suerte y en ambas se dejó pegar, mostrando blandura. En la muleta sacó a relucir la casta que caracteriza a los albaserradas. .
2º 489 Kg. Colombiano. Negro entrepelado. En la primera entrada al entró de largo e hizo una pelea sin entregarse. En la segunda recibió un picotazo pero sin emplearse. Manso .con un pitón izquierdo peligroso.
3º 523 Kg. Madero. Cárdeno. En la primera vara el picador de turno lo recibió clavando el hierro en la paletilla aunque rectificó. No se empleó en la pelea. En la segunda se dejó pegar y salió suelto. En la muleta presentó dificultades que el torero no consiguió solventar. Manso descastado.
4º 589 Kg: Verdadero. Cárdeno. En la primera vara acudió al caballo que tapaba puerta y fue castigando en los riñones. En las dos siguientes se dejó pegar pero sin entregarse, mostrando mansedumbre. En la muleta fue un toro de carril pero sin ninguna transmisión.
5º 518 Kg Correlindes. Cárdeno. En la primera vara empujó con clase y el piquero midió el castigo. En la segunda se arrancó de largo y el piquero marcó arriba el castigo. Salvo el juego con el caballo de picar, descastado y blando.
6º 524 Kg Mosquero Cárdeno. En la primera vara acudió suelto y el picador midió el castigo. En la segunda entrada Octavio Chacón lo colocó de largo y el toro se arranco de largo derribando al montado. En el tercero el torero volvió a colocar al animal de largo pero no se arrancó. Una pena ya que hubiera sido un tercio de varas que hubiera levantado la tarde. El matador pidió el cambió de tercio El astado se dejó en el caballo toda la acometividad y llegó a la muleta muy parado.
Cuadrillas y otros: En tarde soleada y de temperatura casi veraniega, el coso venteño registró un tercio largo de aforo. Los tendidos .de sol estaba a reventar sin embargo en sombra ganó el cemento Este año se cumple el centenario de la creación del encaste Albaserrada, nacido del laboratorio que este ganadero creó con su hermano, el conde de Santa Coloma. En esta ocasión los espectadores no pudieron festejar el evento ya que ha sido un fiasco ganadero..
Los tres espadas brindaron sus tres primeros toros al tendido 7 en recuerdo de “Pepe", habitual aficionado que ocupaba una localidad en este tendido.
En el segundo toro de la tarde, el matador Octavio Chacón se daño la muñeca derecha al entrar a matar y tuvo que retirarse a la enfermería, ocasionando con ello una modificación en el orden de lidia. En quinto lugar Pepe Moral lidió el sexto y en sexto lugar Chacón el quinto, hecho que despistó a algunos aficionados. Si lo altavoces de la plaza anunciaran estas eventualidades, creo que el público lo agradecería.
En el tercero de la tarde el torero de plata, Jesús Romero tuvo que desmonterarse en la colocación de los rehiletes. .
Está la fiesta tan llena de vulgaridad, que ayer me emocioné viendo la suerte de varas del sexto de la tarde. Entiendo que muchos aficionados vean un exceso de sentimiento, pero…
Fue emocionante ver acudir al toro galopando hacia el picador desde el anillo, y a éste toreando a caballo provocando al animal, y que en su encuentro derribaba al montado en la lucha paritaria de la fuerza bruta y la habilidad del montado ofreciendo al astado los pechos del caballo El matador quiso repetir la suerte por tercera vez pero el toro se negó a acudir a la cita que le ofrecía Santiago Pérez y en detalle lleno de torería, en lugar de modificar los terrenos del toro, solicitó el cambio de tercio. Nadie desde los tendidos recriminó su decisión.
Salvo este hecho, todo estuvo empañado por el fracaso del ganado. Mal comienzo para festejar el centenario. Fernando Robleño abrió plaza con Minorista, un toro que le presentó los problemas que antaño ofrecía este encaste y que el madrileño no supo solventar ya que se equivocó en el planteamiento de su faena. Comenzó con un error de bulto al recibirlo de capote, rematando por alto los mantazos que le ofreció. El animal se orientó de donde estaba el engaño y donde el torero y todo lo que hizo Robleño fue en la línea de los trapazos sin llegar a intentar someterlo y lidiarlo. Una pena matador, con la experiencia en estas lides y no se comprende como cometió errores de torero novel. En ningún momento de la faena pudo con su enemigo. En el cuarto comenzó la faena doblándose con él sacándolo a los medios. En estos terrenos consiguió rematar algunos muletazos, pero ante un animal lleno de bondad y con un descaste impropio de esta ganadería, donde su único interés era buscar el descanso de la dehesa.
Al primero de su lote Chacón le presentó sus credenciales sacándoselo a los medios mandando con capotazos templados, llevando prendido al animal en los vuelos del capote. Ya con la franela en la mano fue el burel quien le pidió al torero el carnet por el pitón izquierdo. Por el derecho el animal tampoco se lo puso fácil al matador, pero el torero lo intentó colocándose en terrenos comprometidos para sacarle lo que su enemigo no tenía. Fue muy bien recibida la disposición del torero, pero falló a espadas entrando a matar tres veces en la suerte contraria, ya que el toro nunca mostró querencias para los adentros. En el segundo de su lote se corrió turno y tuvo que lidiarlo en sexto lugar. El animal llegó a la muleta muy parado y el torero lo intentó presentándole la femoral en cada muletazo cruzado al pitón contrario, sin conseguir con ello meterlo en la muleta.
Pepe Moral se encontró en el tercero de la tarde a un animal que no le gustó la franela, mostrando una mansedumbre y un descastamiento impropio de su sangre, y el torero sevillano ante la dicotomía de lidiarlo y tomar el acero, se decidió por esto último En el que cerraba plaza, lidiado en quinto lugar, comenzó la faena sometiéndolo por bajo pero el animal no aguantó el envite, perdiendo la verticalidad. Sin embargo mostró mucha clase pero poca fuerza. En la lidia se unieron dos conceptos que descolocó al personal, un toro sin gota de casta y un torero intentando sacarle a su enemigo lo que tenía pero mostrando el toreo moderno. Moral se equivocó de mercado, intentó vender un producto sin conocer el tipo de clientes que tenía para la compra. Y así pasó que el arte que intentó endosar no llegó a los clientes que poblaban los tendidos de sol y, desamparado por el público del clavel, que en esta ocasión le dio la espalda a la fiesta, el sevillano se encontró solo ante la incomprensión de los aficionados…
©Pepeíllo
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