Así de claro lo dijeron nuestros invitados, dos de los mejores subalternos del momento, un tercero de lujo y un lidiador como pocos, un mano a mano que resultó muy ágil y enriquecedor, dos vidas cuyos inicios nada tienen que ver una con la otra, eso si en el ruedo son coincidentes “profesionalidad y saber estar”. Luis Carlos Aranda, miembro de una familia de toreros, tiene muy claro desde que hace 17 años empezó como subalterno la línea a seguir en esta profesión “sigo la línea que me marcó mi padre” y antes que nada se siente aficionado. El valenciano Domingo Navarro tuvo unos inicios un poco llamativos, empezó tarde con 18 años y su intención no era ser torero del escalafón superior “desde el principio quise ser banderillero”. Ambos se mostraron muy preocupados por la actual situación de su profesión, según ellos cada vez es mas difícil colocarse y hay tantos profesionales que esta saturado todo, la frase que dijo Aranda lo resume todo "hay compañeros que se ofrecen de cualquier manera”, Por su parte Domingo comentó que algunas tardes no conoce ni a sus propios compañeros "somos tantos que a veces ni de vista nos conocemos”. Sobre sus jefes de filas (matadores o novilleros), Domingo se mostró encantado con el maestro Esplá, al que considera como de su familia y del cual ha aprendido muchas cosas ”cuando me dijeron que el maestro quería contar conmigo, no me lo podía creer". Sin embargo el madrileño no tiene nada fijo para la temporada que viene y tendrá que coger lo que le vaya saliendo, por supuesto los dos tiene otras ocupaciones fuera de los toros ninguno vive únicamente de su profesión. Sobre los aspectos de la lidia, los dos coincidieron en que el toro de ahora es más dócil y que según los encastes, las tardes pueden ser más o menos complicadas. Un aficionado les preguntó sobre las relaciones con sus jefes de filas y los compañeros, los dos subalternos opinaron igual, antes había un ambiente más familiar en las cuadrillas, ahora cada uno va a lo suyo y esto parece como en una empresa grande, el jefe por un lado y el obrero a trabajar y a callar, no se que luego haya represalias, que según dijeron en algún caso las ha habido. Como ya he comentado al principio la tertulia discurrió de manera muy rápida y ágil, se podían poner muchas mas cosas, pero... llegado el final no faltaron las referencias al estado actual de la fiesta, todos los allí presentes incluidos los invitados coincidimos en que hay que dar un giro radical a esto , empezando por dar mas voz a los aficionados, pero realmente no creo que sea tan fácil como parece, ni tampoco arreglar la situación actual de los subalternos, en la cual abundan cada vez mas los llamados “Tuneleros” (los que cobran por debajo de lo establecido por convenio).