DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
12 mayo de 2024. 3ª de la Feria de San Isidro. Con 3/4 de entrada, se han lidiado 6 toros de Baltasar Ibán. La corrida, muy desigual, no estuvo bien presentada. Estrechos y sin remate los dos primeros, muy justos tercero y sexto y basto y feo el cuarto. El mejor presentado fue el quinto, a la postre el protagonista de la tarde, Bastonito, que obtuvo fuerte peticion de vuelta en el arrastre. El resto de la corrida se movió en un nivel justo de casta sin alcanzar las expectativas creadas en el aficionado. A pesar de ello, la terna estuvo por debajo de sus oponentes.
EL CALITA (espuma de mar y oro). Estocada baja, 4 descabellos y el toro se echa -aviso- (leves pitos). Bajonazo (silencio)
FRANCISCO DE MANUEL ( berenjena y oro). Estocada caída y cruzada y 5 descabellos -aviso- (silencio). Pinchazo a paso de banderillas y estocada (silencio).
ÁLVARO ALARCÓN (blanco y plata). Estocada (silencio). Estocada trasera (silencio).
Tercio de varas y cuadrillas: Muy mal picados primero y segundo de la tarde por M. Jesús Román y Aurelio Cruz respectivamente. Masacraron a los dos toros con puyazos traserísimos, rectificaciones en sitios defectuosos y una dureza desmedida en los castigos. Al cuarto , Hugo César Morales le recetó un puyazo en cada paletilla y al sexto, Alberto Sandoval le agarró un buen puyazo en la segunda entrada tras administrar uno caído en el primer encuentro.
En la parte más positiva destacamos a Juan Fco. Peña en un buen tercio al tercero y a Luís Alberto Parrón en el quinto con Bastonito, que empujó de bravo en un primer puyazo algo trasero y con un solo pitón en un segundo encuentro bien señalado. Nos robaron el tercer puyazo de forma incomprensible.
En banderillas se desmonteró Juan Carlos Rey en el segundo... Le hemos visto mucho mejor en otras ocasiones. Por contra, destacar el sainete de "Lipi" en el cuarto, incapaz de poner un solo palo. Salvó la papeleta el siempre solvente tercero Pascual Mellinas.
Presidencia e incidencias: Ocupó el palco D. José María Fernández Egea. Aprobó toros con el trapío muy justo para la plaza. Fue culpable, junto con el propio matador, de hurtarnos clamorosamente un tercer puyazo en el quinto. Bien sin embargo al no conceder la vuelta al ruedo al toro.
Bastonito se hizo presente en quinto lugar en la tarde de hoy. Portaba sobre sí el nombre del antepasado más célebre en su casa ganadera y uno de los más recordados en esta Plaza. Y a fe que ha hecho honor al nombre y a su estirpe. El mejor presentado de un encierro desigual en hechuras y pobre de remate en varios ejemplares, y toro que se ha erigido a la postre en el protagonista de la tarde y, a buen seguro, en uno de los protagonistas de la Feria.
Tomó un primer puyazo, bien administrado aunque algo traserillo, empujando con los riñones. En el segundo, bien aceptado desde media distancia, sólo peleó con un pitón saliendo rápido en busca de un capote que por allí se interpuso. Nos quedaba el momento clave, esa tercera vara que desvanece cualquier duda, pero incomprensiblmenete su matador pidió el cambio y el presidente lo concedió. No me vale aquello de que es reglamentario porque ya había cumplido con dos encuentros. Para eso está la presidencia, para ponerse también de parte de la afición cuando toca ...y del Toro, y en casos como éste fue imperdonable que nos robaran ese tercer puyazo. Y el propio Francisco de Manuel en el pecado llevó la penitencia. Bastonito se venía de largo, entraba humillado en jurisdicción, hacía el avión y sirvió en bandeja a su matador un triunfo de consagración. Pero aquel torrente de buenas embestidas quedó desaprovechado en muletazos donde salvando alguno suelto destacable, el resto se sucedieron en mucha cantidad y muy por debajo de la calidad del toro. Una última serie en la que el de ibán pareció salirse aburrido de la franela e incluso perdiendo el objeto, fueron el lunar que junto con la falta de un tercer puyazo, hicieron justicia a la no concesión de la vuelta al ruedo. No obstante, Bastonito se fue arrastrado bajo una cerrada ovación como corresopondía, sin duda, a un gran toro.
La tarde hasta entonces se había venído desarrollando con cierto interés para el aficionado pero seamos sinceros, sin cumplir las expectativas que nos teníamos creadas en el regreso de esta ganadería a Las Ventas. Conviene resaltar aquí, que al igual que censuramos triunfalismos "toreristas" vacíos e insustanciales, no debiéramos caer en "torismos" exagerados, que de todo se viene advirtiendo últimamente, e intentemos valorar todo en su justa medida.
Había abierto plaza un castaño falto de cuajo y culata, que bien es verdad mantuvo el punto de casta justo para soportar la penosa lidia que le perpetraron y los puyazos inmisericordes que le propinó el hermano de Espartaco, donde incluso empujó en el segundo de los encuentros mientras recibía de lo lindo. Calita porfió con él en la muleta sin ideas claras y sin acierto, mientras el toro que aún le facilitó alguna embestida aprovechable al inicio de faena, fue desarrollando complicaciones y poniéndose a la defensiva. El cuarto fue un animal feo, basto, alto y que en nada mostraba la procedencia de su hierro. Enseguida se atisbó su comportamiento descastado y reservón y ante él, el mexicano alargó un trasteo anodino en el que debió abreviar. Nada para el recuerdo nos dejó Calita y a esperar nuevas oportunidades, si surgen.
El primero de Alarcón fue un animal más cuajado que los dos primeros, con poca cara y que aunque no se empleó de salida, nos dejó un tercio de varas de cierto interés donde Juan Fco. Peña intentó hacer bien la suerte y resultó cumplidora la pelea bajo el peto. No fue un dechado de bravura, pero sufrió mala lidia por parte de Pirri y a pesar de ello facilitó 25-30 arrancadas a su matador que condujo siempre por fuera y sin ajuste. Se pudo apreciar un nivel medio en el toro y bajo en el torero. Su segundo, toro también muy justo de trapío se movió pero necesitaba mando y temple, encontrando por contra muletazos acelerados y demasiado trallazo. No fue buena receta y la sensación es que había quedado por debajo de dos toros a los que se les podía haber sacado mayor provecho.
El segundo fue otro toro pobre de presentación, estrecho pero que siempre mostró voluntad por embestir con cierta claridad. Fue igualmente masacrado en varas que su primer hermano, con inmumerables huecos abiertos en su anatomía por el varilarguero. Sangró una barbaridad el animal y a pesar de ello le proporcionó opciones a su matador. Pero hoy no estaba la tarde para De Manuel, que siempre falto de colocación y dejándose enganchar la muleta, desaprovechó la oportunidad y dejó una actuación más que discreta. Lo de después, con Bastonito, ya ha quedado escrito
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