Durante la pasada temporada venteña hemos venido observando una alarmante disparidad en las decisiones presidenciales. En cada festejo las divergencias según el usía de turno se ponen de manifiesto a la hora de aprobar las reses; cuando llega el momento de ordenar el comienzo del tercio de varas, en muchas ocasiones sin que el burel haya sido convenientemente recibido; valorando los puyazos, unos admiten picotazos o puyazos simulados y otros no; percatándose de una res inválida para continuar la lidia, donde las diferencias de parecer se hacen palmarias; cuando toca dar los avisos; en la concesión de trofeos, otro de los momentos que producen mayores diferencias y controversias; etc. Es por ello que, por medio de la presente, trasladamos nuestra preocupación y nuestra denuncia a fin de que se tomen las medidas oportunas y se unifiquen criterios en la medida de lo posible. [pdf-embedder url=""]