Asociación EL TORO de Madrid

Con el grito de “agua para los señoritos” arrancaba la segunda novillada de abono con 17.918 espectadores según la empresa, donde se han lidiado novillos de Montealto, bien presentados. Soso el primero, transmitía el segundo, aunque blandeó; movilidad del tercero, se apagó pronto el cuarto, un manso de libro fue el quinto y áspero fue el sexto, a medida que tocaba las telas. En general con muy poquita casta en su interior, ninguno rompió para adelante porque estaban cogidos con pinzas. Falto casta.

Jorge Martinez (sangre toro y oro): estocada trasera y caída (ovación). Pinchazo hondo. Aviso (ovación).

Jorge Molina (azul marino y oro): estocada delantera y contraria, descabello. Aviso (ovación). Dos pinchazos y media estocada trasera, dos descabellos. Aviso (ovación).

Sergio Rodríguez (azul pavo y oro): dos pinchazos y estocada trasera y caída. Aviso (ovación). Estocada delantera que expulsa, estocada tendida y caída, seis descabellos. Dos avisos (silencio).

Presidente:

D. Eutimio Carracedo Pastor, gracias a dios, pasó desapercibido.

Tercio de varas:

Toda la novillada se arrancó de lejos al caballo, pero ningún novillo se empleó con codicia en el peto, saliendo sueltos algunos de ellos. Novillada mansa en el caballo. Seguimos en la tónica de solo señalar y barrenar en la paletilla y no picar. ¡Hay suerte de varas cuanto te echo de menos!

Cuadrillas:

Saludaron una ovación los hombres de plata Juan Carlos Rey y Toñete tras parear al tercero, y destacaron Juan Navazos en la lidia del segundo y Juan Carlos Rey en la del sexto.

Incidencias:

El novillero Sergio Rodríguez acabo la novillada con un esguince en el tobillo izquierdo y una contusión en el peroné. La lesión se produjo en la lidia del sexto novillo de la tarde.

Hoy han pisado el tapiz venteño por primera vez el torrijeño Jorge Molina, el navero Sergio Rodríguez, ambos escoltados por el totanero Jorge Martinez el cual va ya camino hacia la alternativa en Almería.

Se esperaba a Jorge Martinez tras el buen sabor de boca que había dejado en sus comparecencias anteriores, se le veían buenas maneras y mucha ortodoxia en su tauromaquia, sin embargo, es un poco triste, al que le cuesta conectar con los tendidos. Ayer nos ha dejado unas verónicas de buen trazo y unas chicuelinas muy ajustadas en su primero. Comienza su faena con ayudados por alto que preceden a unas series de naturales que ni chicha ni limona. Basa su faena en la mano izquierda echando la muleta con suavidad que no cala en los tendidos, pasaporta al novillo de una estocada trasera y caída. A su segundo oponente, le recibe de nuevo por verónicas. Con la muleta, él está muy firme y consigue algunos muletazos templados que se pierden entre tanto pase de ida y vuelta. Termina con unas manoletinas finales, que por lo visto no ha practicado mucho en el campo. Lamentablemente, en el último puerto antes de su alternativa a aplicado un toreo al hilo del pitón. Nadie le ha comentado que para triunfar en Madrid el novillo no solo tiene que pasar, eso es para los que se vuelven locos con los nuevos conceptos taurinos. Esos de la nueva tauromaquia 3.0.

Se presentaba en las ventas el “veterano” novillero de 23 años Jorge Molina, con la etiqueta de triunfador del “Alfarero de Oro” 2.022 en Villaseca de la Sagra. Se le notó el peso de la plaza en su primera toma de contacto, con un quite al primer novillo por gaoneras un tanto desbordado. Inicia su faena al segundo de la tarde sometiéndolo mucho y el burel pierde las manos una y otra vez, no hay estructura de faena y la basa en algún pase cambiado intercalado con algún derechazo sin sabor. Faena muy irregular con unas pausas sin lógica, demasiado pendiente de sus paisanos. Acaba con unas manoletinas, que, en esta feria, las tenemos de oferta. Después de una estocada soltando el engaño y un descabello pretendía dar la vuelta al ruedo, menos mal que lo pararon. A su segundo lo recibe con unas verónicas insípidas, ya con la franela, tras dos banderazos y tres por debajo se dedicó a perseguir al novillo por toda la plaza, hasta toriles. Recibió una voltereta al ejecutar la suerte suprema. Alguno de los que le acompañan en la furgoneta debería de haberle dicho que las peticiones de cambio de tercio se hacen a través de los alguacilillos, sin desmonterarse y no directamente al presidente montera en mano. Los nuevos conceptos nos invaden.

El tercer espada Sergio Rodríguez, también hacia su presentación en nuestra querida plaza, natural de Las Navas del Marqués provincia de Ávila, se trajo de su tierra abulense un buen puñado de seguidores, y no ha dado muestras de acusar en absoluto el miedo escénico que para muchos supone debutar en esta plaza, el problema es que ha estado más pendiente de poner posturas para salir bien en la foto que de torear. A su primer novillo, lo recibe con el capote a pies juntos y lo lleva al caballo galleando por chicuelinas. Comienza su faena de rodillas, firmando tres derechazos en redondo tras el cambiado por la espalda, muy celebrado por sus partidarios, y ahí se quedó la faena porque cuando se pone de pie solo pudimos ver cites exagerados y poco mando, el empieza a estar más pendiente del fotógrafo que de torear, como se encontraba a gusto se pasó de faena y aviso al esportón junto con un montón de fotos. Cuando la lluvia más fuerte caía salió el manso sexto, en cuanto el navero le presento el capote el novillo solo quería irse donde no hubiera ningún capote. Sergio arranca el camino al centro del ruedo cojeando para brindarnos su labor bajo un aguacero importante, no tuvo ninguna opción, pese a la intención del joven abulense a ponerse bonito, el animal siempre alcanza la muleta en sus desplazamientos, lo que provoca demasiados enganchones, para finalizar nos dio un mitin con el verduguillo debido a que no veía el sitio por donde atronar al novillo. Visitáremos tus redes para ver si el fotógrafo a estado más embraguetado que tú.

En estos tiempos tan convulsos, de etiquetas, fechas, redes sociales y agendas, no nos ha dado tiempo a pensar en la tauromaquia que estamos viviendo y lo que es peor en la que nos espera, y lo que nos espera es un reflejo de la sociedad que nos ha tocado vivir, hay que ser verdes, cumplir la agenda 2030, posar para las fotos de las redes sociales y sobre todo la tauromaquia 3.0 y lo que te rondare morena, pero con estas mimbres hay que hacer cestos y estás mimbres están todavía por hacer.