DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Continúa la larga sequía
25 Marzo 2012 | Escrito por Alberto Herrero. | Fotografías de Constante
Novillada con picadores. Con 1/3 de entrada en tarde primaveral y de agradable temperatura, se han lidiado seis novillos de la ganadería de Dª Carmen Segovia, procedencia Torrestrella. Correctos de presentación, todos los ejemplares adolecieron de justeza de fuerzas y una desesperante ausencia de casta.
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- Sergio Flores (lila y oro): Estocada –vuelta al ruedo-. Estocada,(aviso) - silencio-.
- Tulio Salguero (cobalto y oro): Pinchazo, estocada caída y descabello (aviso) – silencio-. Estocada pescuecera –saludos por su cuenta muy protestados-.
- Fernando Adrián (caña y oro): Tres pinchazos, estocada muy tendida y descabello (aviso) –saludos con protestas- Estocada tendida y trasera (aviso) –vuelta protestada-.
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Tercio de varas y cuadrillas: Espectáculo nulo el presenciado durante los 6 tercios de varas. Toda la novillada se fue al desolladero con dos picotazos por animal, y generalmente mal señalados. La suerte de varas en decadencia total.
Entre las cuadrillas de a pie destacó Pablo Antonio Saugar “Pirri”, que realizó lo más torero de la tarde. Muy bien en la brega al primero y muy meritorio y de gran exposición el último par al cuarto de la tarde, aguantando una oleada a favor de la querencia de toriles, cuadrando en la cara y clavando arriba.
Presidencia: Presidió D. Manuel Muñoz Infante. Bien al no conceder la oreja tras la muerte del primer y último novillos, lo que hubiera hecho decaer el rigor y la categoría de la plaza a límites ínfimos.
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Comenzó la temporada venteña en un día primaveral y soleado inmejorable para presenciar una agradable tarde de toros. No tanto para el campo y la atmósfera, tan necesitados de esa lluvia que tanto se hace esperar y que nos tiene sumidos en una preocupante sequía. Lo peor, es que tras las dos horas de festejo la sequía también se hizo palpable en el ruedo , en gran parte debido al descastamiento exasperante de los pupilos de Dª Carmen Segovia. Novillada cuajada y de correcta presentación pero de muy escaso juego que dio al traste con las esperanzas de los aficionados por reencontrarse con el buen toreo y el toro de casta.
Rompía plaza el mexicano Sergio Flores que a la postre resultó el más solvente de los tres intervinientes. Se le nota placeado y con oficio, aunque bien es verdad que necesitamos verle ante un examen más exigente. Ante su primer novillo, noblote y dulce pero carente de emoción como toda la novillada, dejó dos series de derechazos aseaditas y algún muletazo suelto por la izquierda para pecar posteriormente de exceso de faena y dejar eso sí, una notable estocada. Petición de oreja no atendida por el palco en una buena decisión que le sirvió para dar una vuelta al ruedo, en gran parte debida a la insistencia de su cuadrilla. Con el cuarto, un mansito descastado que buscaba la salida hacia las tablas tras los embroques volvió a mostrar corrección sin más y otra buena estocada. A esperar su próximo compromiso en San Isidro.
Peor sensación nos ha dejado el pacense Tulio Salguero. Acudía a su compromiso de esta tarde con los puntos de una reciente cornada recibida en tierras mexicanas, algo que no puede justificar su actuación en la tarde de hoy. Se le jaleó por el público de aluvión - mayoría en el día de hoy-, su inicio de faena al quinto donde enlazó tres cambiados por la espalda pero a partir de ahí desgranó un toreo perfilero, muy despegado y sin ajuste. Con su primero todo fue un simulacro de faena ante un animalito que se desplazaba lastimeramente ante los cites de su matador. Además hay que destacar de forma muy negativa su inhibición total durante la lidia del resto de novillos, sobre todo en banderillas donde nunca se preocupó de estar colocado para un posible quite de peligro. Detalle poco torero y de mal compañero, sin duda.
Y por último hacía su presentación en Madrid Fernando Adrián. Flaco favor le harán toda la panda de aduladores que se repartían hoy por varios tendidos. Cubata en mano eso sí, pero con nulos conocimientos de lo que es esto, se dedicaron a jalear constantemente todo lo que su torero hacía en el ruedo. No hay nada más desagradable que escuchar olés pueblerinos en la Plaza de Madrid. La realidad es otra, y la verdad es que largo es el camino que le espera a este novillero, preocupado en demasía por la postura pero ayuno de mando y calidad en los muletazos que recetó a sus dos oponentes, que dicho sea de paso y para no perder la tónica de la novillada, poco o nada se emplearon, resultando todo muy soso y anodino.
Por cierto, y sin que sirva de precedente, muy bien por el presidente al no atender la bochornosa petición tras la muerte del sexto. Por esta vez se hizo valer la categoría de la plaza, si es que todavía queda algo.
