DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Al comenzar a escribir esta reseña no puedo menos que recordar que, esta misma crónica del 2 de mayo la escribió el año pasado, el gran aficionado, defensor de la pureza del espectáculo y, estudioso de la historia de la tauromaquia, Joaquín Monfil. Seguro que ayer estabas en tu grada del 7. La tarde llena de remembranzas, como los 100 años de la primera vez que Joselito y Belmonte torearon juntos en Madrid, en la vieja plaza de la calle de Alcalá, y el recuerdo imborrable de aquella tarde del otro Joselito en la goyesca del 96, comenzaba con alegría. El público podía pisar la arena del coso, mientras la banda de música amenizaba el desfile de carruajes. Ahí se acabó la alegría. La mansada de Lozano Hermanos-El Cortijillo, el viento y las precauciones de los coletudos, de a pié y de a caballo, convirtieron la tarde en, una vez más, una tarde para olvidar, salvando los destellos de pundonor de Ferrera y Urdiales. Ante un espectáculo como el vivido esta tarde, hasta el bueno de “D. Francisco el de los toros” hubiera corrido despavorido hacia las nueve de la noche, y en lugar de dibujar las hazañas de Martintxo y el Licenciado de Falces, habría ampliado su “Serie Negra” con nuevas pinturas de lo vivido en la Plaza de las Ventas.
Cuatro toros del hierro de Lozano Hermanos y dos del Cortijillo (3º y 4º). Encaste Núñez. Corrida cinqueña y con mucha leña. En general, abantos de salida, todos mansos en el caballo, complicados y sin clase en la muleta. 1º) Cariñoso. Lozano Hnos. Nº 20. Nacido en Febrero del 2009. Colorado. 529 Kg. Una vara en terreno de chiqueros, cabeceando y queriéndose quitar el palo. En la segunda, con el picador pasado de la puerta, se repucha y mansea. Sin clase y descompuesto en la muleta. 2º) Pantera. Lozano Hnos. Nº 1. Nacido en Septiembre del 2008. Negro-Listón. 512 Kg. Sin poner en suerte, haciendo sonar el estribo, y marchándose en las dos varas. Se pica trasero, y los picadores no aciertan ni cuando rectifican. Con nervio y rebrincado en la muleta. 3º) Extravagante. El Cortijillos. Nº 56. Nacido en Abril de 2009. Negro-Listón, bragado y meano. 500 Kg. De nuevo dos varas traseras, cabeceando y marchándose suelto. En la muleta saliendo distraído y con la cara alta. 4º) Heredera. El Cortijillo. Nº 7. Nacido en Octubre del 2009. Negro-Listón. 518 Kg. Más de lo mismo. 1ª vara en terrenos del 9, trasera y sin apretar. Se para a la salida de la 2ª vara, única de la corrida con el toro puesto en suerte, y aprieta a Ferrera en banderillas. 5º) Artillero II. Lozano Hnos. Nº 6. Nacido en Febrero de 2009. Castaño. 592 Kg. El más manso de la mansa corrida. Sale del caballo en estampida en las dos entradas y hay que picarle por el varilarguero que hace puerta, aprovechando sus huidas. 6º) Artillero I. Lozano Hnos. Nº 2. Nacido en Septiembre de 2008. Colorado Chorreado. 521 Kg. Empujando de manso y saliendo de najas en cuanto puede. En las dos varas el piquero fuera de su sitio.
- Antonio Ferrera, de blanco con bordados negros. 1º) Pinchazo, media estocada echándose fuera, más de siete descabellos. PITOS. 4º) Estocada caída, dos avisos. OVACIÓN Y DIVISIÓN AL SALIR A SALUDAR.
- Diego Urdiales, vino de Rioja con bordados blancos. 2º) Estocada caída, aviso PETICIÓN Y VUELTA AL RUEDO. 5º) Estocada atravesada echándose fuera. SILENCIO.
- Arturo Saldívar, verde botella con bordados en oro 3ª) Pinchazo hondo y aviso. SILENCIO. 6º) Estocada sin cruzar y dos descabellos. SILENCIO.
Presidencia: Don Trinidad López-Pastor Expósito. Sin problemas. Acertó al no conceder la oreja a Diego Urdiales en el segundo, pues la petición no era mayoritaria, y ni la faena ni la estocada lo merecían. Suerte de varas: Aburridos nos tienen los picadores que pican tan trasero y no se colocan en la pilastra de la puerta grande, justo en frente de toriles que es donde deben estar. Destaco José Antonio Flor de la cuadrilla de A.Nazare, pues marco un buen primer puyazo al sexto, delantero y dosificando el castigo, como debe ser. Cuadrillas: nada que destacar; parece que no va a ser posible ver un tercio de varas con los picadores colocados en su sitio, el toro puesto en suerte, la puya delantera, y no trasera y barrenando, y las cuadrillas al quite para dosificar el castigo. ¿Que sería de estos picadores si, como en los tiempos de Goya, los caballos salieran sin peto?. Incidencias y otros: Tarde soleada, aunque fría y muy ventosa, lo que dificultó la lidia durante toda la tarde. Más de media entrada, a pesar del “tifus” habitual en estas corridas del Día de la Comunidad. Antes de comenzar la corrida se permitió al púbico acceder al ruedo, en el que se pudo disfrutar de un desfile de calesas con personajes vestidos a la usanza goyesca. Diego Urdiales brindó su primer toro a Joselito, que se encontraba en el callejón de Las Ventas.
Había interés por volver a ver a Antonio Ferrera después de la magnífica temporada que realizó el año pasado. En el que abrió plaza, tras un tercio de banderillas vulgar que nos recordó al Ferrera-“Ferrari”, poco pudimos ver con la muleta, desconfiado no se acopló a la embestida descompuesta de su oponente. Volvió a banderillear al cuarto, a pesar de que había salido muy parado del caballo, lo que le obligó a tragarle mucho en un tercio que resultó aplaudido. Con la muleta, muy molestado por el viento, tras unas series de inicio enganchadas y sin ligazón, consiguió buenos muletazos sueltos con la izquierda y una buena serie con la derecha. Se pega un arrimón ante el difícil manso del Cortijillo, y tras matar de una estocada caída y un descabello escuchó palmas a su labor. El riojano Diego Urdiales es otro torero muy del gusto de la afición de Madrid. A su primero, un toro difícil y con mucho nervio, consiguió meterle en la muleta, y, muy molestado por el viento, pudo lucir en muletazos sueltos en faena de menos a más. Mató de estocada caída y dio una vuelta al ruedo tras petición. Nada pudo hacer en el manso quinto salvo doblarse bien por bajo para sacarlo a los medios. Poco que contar, también, del mejicano Arturo Saldívar, que se encontró con el peor lote de la mansada. Ni tan siquiera pudimos ver torear de capote, tercio que los toreros aztecas suelen interpretar con gusto. Sin quietud con la muleta, medios pases y trapazos, tanto en su primero como en el que cerró esta aburrida corrida, ante el escaso personal que había conseguido resistir hasta el final.