DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Corrida Extraordinaria de la Beneficencia. 4 toros de Victoriano del Rio y 2 de Toros de Cortes, desiguales de presencia, sin ningún tipo de exageraciones. El 3º justo de trapío. De comportamiento variado, aunque ninguno excepto el 5º, no rompió nunca del todo- Les falto casta.
1º G. VR - SC - 10/11 - Impuesto - negro de capa - 541kg - 107 Animal que en los primeros tercios, dio síntomas de flojear de los cuartos traseros. En el caballo lo cuidaron, propinándole dos leves castigos, ante los que no se termino de emplear. En el último tercio, la res embestía pero sin codicia, saliendo con la cara a media altura. 2º G. TC - JM - 08/10 - Soleares - negro de capa - 576kg - 157 Le dejaron al toro dos puyazos en lo alto, pero algo traseros. La res no se termino de emplear, dejándose dar. Del segundo puyazo, salió manseando. En la muleta no tuvo nada dentro, costándole mucho arrancarse a los engaños. Le falto casta. 3º G. VR - AL - 09/11 - Vampirito - negro de capa - 530kg - 54 No se empleó, dejándose dar en los dos puyazos recibidos. En la faena de muleta repetía con algo de casta, pero le falto calidad ya que salía con la cara alta y tuvo amagos de querer rajarse. 4º G. VR - SC - 02/12 - Corchero - negro bragado meano axiblanco - 540kg - 77 El toro se dejo dar en los dos puyazos que le propinaron. En el último tercio no rompió en la muleta. Le falto casta. 5º G. VR - JM - 09/11 - Dalia - negro liston chorreado morcillo - 580kg - 56 En el primer encuentro con los del castoreño, lo pusieron de largo, y el picador dejó un puyazo en lo alto, pero el animal no se empleo en el peto, solo se dejó pegar. En el segundo no dijo mucho de interés. También se dolió en banderillas. Ya con la muleta demostró tener una gran bondad y calidad, por ambos pitones. Aunque le falto un poco mas de acometividad y codicia. 6º G. TC - AL - 08/11 - Ebanista - castaño oscuro - 507kg - 160 Fue picado por Tito Sandoval y le dejaron tres puyazos, ante los que no se empleó con codicia. El toro embestía a arreones, tirando la cara muy alta al final del lance. Acabo bastante parado y aplomado en el engaño.
Sebastián Castella (tabaco y oro) silencio 1 aviso y silencio.
José María Manzanares (grana y oro) silencio y dos orejas.
Alberto López Simón (azul rey y oro) 2 orejas y silencio.
Presidente: Julio Martínez Moreno: Se equivoco por completo en la concesión de las dos orejas en el tercero de la tarde. Los aficionados le mostraron su generosidad injustificada, con gritos de: ¡Fuera del palco!. En el segundo de Manzanares por el contrario, no se le protestó en la concesión de los trofeos. La leve petición de rabo no la atendió, ni la entendió el aficionado.
Público: tarde soleada, con mucho calor. “Lleno de no hay billetes”. Hacía mucho que no veíamos la plaza engalanada con guirnaldas. Junto con las banderillas y las divisas, especialmente decoradas.
En el Palco Real, se encontraba el Rey Emérito, D. Juan Carlos I, junto con su hija la Infanta Elena y sus dos nietos y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Ciertos estamentos de la tauromaquia, mayoritariamente la prensa, suelen decir que Madrid es injusto con toreros, como, “El Juli”, porque no comprenden el concepto de su toreo, lo mismo ocurre con Manzanares, El Capea, Juan José Padilla….y un sinfín de espada. Pero esto es falso, y la prueba ha quedado demostrada en la tarde de hoy. Se critico mucho la presencia del espada alicantino en la Corrida de la Beneficencia, ya que no había hecho meritos para ello. Aunque también hay que decir que no queda nada de lo que tradicionalmente representaba este festejo, ya que no torean los triunfadores de San Isidro y ninguno lo hace de manera benéfica. Nunca había visto torear tan bien a Manzanares con la izquierda. Fue una faena medida, sin ser excesivamente larga, aunque le falto alguna tanda al natural. También se lució con el capote En definitiva una faena redonda, sin olvidar que el animal que tenía delante, tenia bondad y nobleza, pero estaba muy justo de casta. Pero no solamente quiso ser protagonista Manzanares, sino que también lo fue el presidente Julio Martínez. Cuando de manera totalmente incomprensible y sin venir nada a cuento, concedió dos apéndices a Alberto López Simón, en el tercero, después de una faena no fue para tal reconocimiento. A mi entender estuvo mejor en el sexto, un animal más complicado.
El triunfador de la tarde, fue José María Manzanares. Después de la gran labor que realizo ante su segundo oponente. Lo recibió con unos buenos lances a la verónica, ante un animal que desde que salió por chiqueros demostró tener una gran calidad y bondad. También le realizo un gran quite por chicuelinas, lo que unido a lo bien que puso en suerte al toro en el primer puyazo, dejaba claro la predisposición con la que afrontaba su actuación. La faena de muleta comenzó con unos lances a una mano rematados por bajo, adornados con unos obligados por bajo muy toreros. En las primeras dos series con la mano derecha, fue cuando empezó a hacer el toro, consintiéndolo y destacando un soberbio pase de pecho con la que remato la segunda de ellas. Lo mejor llego en las tres tandas con la izquierda dándole unos soberbios naturales, llevándolo con una gran templanza y lentitud, estas fueron las que más llegaron a los tendidos. Es verdad que le falto cruzarse más, ya que en ocasiones se le vio un poco perfílero. Lo mato de manera muy efectiva, al encuentro, en la suerte contraria, donde le dejo una estocada en lo alto algo trasera. A pesar que su primero fue más parado y aplomado, el torero no tuvo la misma actitud. Manzanares lo pasó por la muleta a media altura, sin bajarle nunca la mano. Se le vio incluso con ciertos problemas, para torear con la mano izquierda.Lo mato de una estocada entera un poco desprendida de colocación. El madrileño Alberto López Simón, ante su primero. Lo recibió con unos lances dignos a la verónica, pero sin terminar de tener mucho contenido. Comenzó la faena de muleta, dándole cinco estatuarios, frente al tendido 5 que si tuvieron más calado. En las primeras series de la faena, sobre todo con la mano derecha, se limito a llevarlo a media altura, acompañando las embestidas de su oponente, sin llevarlo nunca toreado ni sometido. A mitad de ella, la res comenzó a realizar claros amagos de querer rajarse. La única serie en la que pudo un poco más al animal y lo llevo más toreado y sometido fue en la última con la mano derecha, donde acorto las distancias. Lo mato de una estocada entera un poco trasera de colocación. Se le premio con las dos orejas, de manera totalmente bochornosa y con una fuerte pitada hacia el presidente. La faena no termino de romper en ningún momento y para nada fue merecedora de tal premio. Ante el que cerraba plaza, se marcho a portagayola, para propinarle una larga cambiada de rodillas, que no tuvo mucha continuidad, ya que la res salió luego muy suelto. Este animal tuvo más complicaciones y su labor tuvo mérito. Las tres últimas tandas, dos por el derecho y una por el izquierdo, le estuvo robando los muletazos a regañadientes, sacándole los mejores lances de toda la faena. Acabo con el de una estocada entera un poco desprendida de colocación, que fue suficiente, para que la res se echara. Cuarta puerta grande de Alberto López Simón, en estos dos últimos años. Creo que ya va siendo hora, de exigirle un poco mas y decir que con valor solo no bastante. Hay que torear también y desarrollar una técnica, de la que está todavía un poco falto. Sebastián Castella ha pasado prácticamente desapercibido en las cuatro tardes que se ha anunciado en la feria. A su primero le propino un quite, compuesto por tres chicuelinas rematadas con media verónica y una revolera, pero la res estaba bastante justa de fuerza. Brindo el toro al Rey Emérito, Don Juan Carlos I. Con la muleta comenzó dándole seis ayudados por alto pero en la primera de ellas, la res se derrumbo. Luego peco de ponerse muy pesado, dándose un arrimón ante un animal que estaba muy justo de todo. A pesar de ello quiso agradar, dándole dos circulares invertidos y varios pases por alto. Lo mato en una estocada entera muy atravesada de colocación y estuvo muy mal con el verduguillo, dejándole ocho descabellos. En su segundo comenzó dando en los medios sus característicos pases cambiados, algunos de ellos ajustados de ejecución y que llegaron al público. En las primeras series se limito a llevarlo a media altura, sin obligarle nunca pero al ver que la faena no llegaba a los tendidos, acorto distancias, intentando agradar, pero la faena careció de interés. Le dejo una estocada entera citando en la suerte natural, atravesada de colocación, precedida de un pinchazo. Dos puertas grandes, de muy diferente merito. Todos salimos de la plaza, reconocimiento la torería y la clase con la que toreo José María Manzanares, esperemos que no sea flor de un día.