DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Domingo 8 de septiembre. Segundo desafío ganadero de los programados por la empresa para el mes de septiembre de la temporada 2024. En tarde calurosa pero agradable se ha jugado un encierro con tres toros de la divisa sevillana de Dolores Aguirre, de procedencia Atanasio y Conde de la Corte y tres de la ganadería portuguesa de Sobral de procedencia Cebada Gago y Marqués de Domecq. Bien presentados, serios y con trapío destacando 1º, 3º, 4º y 5º que fueron ovacionados de salida. El comportamiento predominante en los toros corridos de ambos hierros fue la mansedumbre, con distintos grados de casta, desde el encastado segundo que fue a más, hasta el descastado 3º que acabó echado junto a tablas pero planteando, por norma general, dificultades propias del toro de lidia, lo que mantuvo la atención del aficionado. Asistieron 7238 espectadores según la empresa.
PEPE MORAL: Estocada delantera y caída (saludos). Estocada caída y perpendicular-aviso- (saludos)
MIGUEL DE PABLO: Estocada arriba ligeramente delantera (vuelta al ruedo tras petición). Estocada casi entera caída (saludos)
LUIS GERPE: Pinchazo hondo desprendido, se echa el toro (silencio). Buena estocada (vuelta al ruedo tras leve petición)
Presidente: D. Jesús García Gudiña. Acertó al no conceder la oreja a Miguel de Pablo en el 3º de la tarde tras una petición más fruto de la espectacular muerte del toro que de la correcta ejecución de la suerte suprema. Como máxima autoridad de la Plaza es responsable de que salgan al ruedo caballos de picar cuyo peso es sospechoso de sobrepasar el límite establecido por el reglamento. Urge que en la Plaza de Las Ventas se pesen los caballos antes de cada festejo. Asimismo debió de proponer para sanción a varios de los varilargueros actuantes durante la tarde.
Tercio de varas: Un tremendo despropósito. Empezando por los carros de combate utilizados como caballos de picar, no se ha realizado, y lo que es peor, no se ha intentado realizar, la suerte de varas con un mínimo de cuidado. No se ha puesto en suerte en condiciones a los toros, no se ha toreado con los caballos, no se ha echado la vara adelante y se ha esperado a que los toros se empotraran contra el acorazado para, en el mejor de los casos, lanzar una cuchillada al aire, que en otros casos ha caído “donde sea” rectificando, ya con la salida tapada, y propinando a los astados alevosos puyazos traseros. Una pena y una vergüenza.
Cuadrillas: Cabe destacar algún capotazo estimable de Juan Navazo en la lidia del 2º así como la aseada lidia de Mehdi Savalli al 6º. Con los palos saludaron ovación tras notables pares Savalli y Juan Pedro Asoreño en el 3º y en el 6º respectivamente. En el resto de los casos las actuaciones de los de plata dejaron mucho que desear haciendo las cosas, por norma general, a la contra de lo que necesitaban las reses.
1. ARGELÓN-11: Negro, 607kg de peso y nacido el 03/20. Alto, largo, astifino, imponente,… un torazo. Aplaudido de salida. Apenas pelea en varas. Manso y noble que acaba tardeando. Silencio.
2. BURGALÉS-14: Negro listón meano, 530kg de peso y nacido el 05/20. Bien presentado, sin excesos. Mansea en el caballo saliendo suelto en ambos encuentros. Manso encastado. Silencio.
3. PITILLITO-18: Negro bragado meano axiblanco, 568kg de peso, nacido el 11/19. Muy serio, hondo y astifino. Ovacionado de salida. Mansea en los dos primeros tercios. Se echa junto al burladero del 4-5 al final de la faena de muleta. Manso descastado. Pitos.
4. TRASMARA-33: Castaño listón salpicado, 555kg de peso, nacido el 04/20. Imponente toro, uno de los mejor presentados de la temporada venteña. Gran ovación de salida. Se arranca de lejos a la 2ª vara pero apenas pelea bajo el peto. Mansito que se viene a menos. Pitos.
5. ENCORVADO-30: Castaño salpicado, 532kg de peso, nacido el 04/20. Muy bien presentado, serio, de gran trapío. Ovacionado de salida. Discreto paso por los caballos. Conforme pasa la lidia se complica. Manso, duro, con genio. Pitos.
6. NOCHEBLANCA-69: Sardo claro, 508kg de peso y nacido el 06/19. De bellísima lámina pero de justo trapío, lo cual provoca división de opiniones entre el respetable. Muy en el tipo de Cebada Gago. Cumple en la primera vara y sale suelto en la segunda. Manso con peligro. Silencio.
Tras el descafeinado primer desafío ganadero corrido el pasado domingo en esta plaza, se celebra bajo este mismo formato esta, sobre el papel para el aficionado, atractiva corrida de toros que reúne a tres reses de la siempre esperada ganadería de Dolores Aguirre y otras tres del hierro portugués de Sobral. Se entiende que el término desafío se utiliza, en este contexto, en su acepción de rivalidad, buscando la competencia entre hierros ora por su acreditada bravura, ora porque, por las dimensiones de sus vacadas o por otros motivos, no tienen animales suficientes para lidiar una corrida completa en Las Ventas. Este duelo ganadero, en un principio, tiene como principal elemento para discernir al ganador, el que ha sido el baremo de la bravura del toro de lidia durante toda la historia de la tauromaquia: el tercio de varas. Y con la esperanza de ver puesta en valor la suerte de picar acudieron esta tarde a Las Ventas aficionados de distintas partes de la geografía peninsular y continental.
De este desafío de bravura, la única constancia que hubo en la plaza son unas rayas concéntricas pintadas en la arena que, todo sea dicho, ni siquiera lo estaban en la estricta contraquerencia, acompañadas del dibujo de los hierros de sendas ganaderías en el centro del ruedo. A partir de ahí, ni rastro de esa supuesta importancia concedida al primer tercio. Ni toros en suerte, ni toreo a caballo, ni provocar la embestida del toro, ni echar la puya adelante para parar al burel, ni clavar arriba y por delante de la cruz, ni dosificar el castigo, ni colocar los toros varias veces aumentando gradualmente la distancia al jaco. En fin, la nada más absoluta. Y es aquí, cuando la palabra desafío toma el significado de su acepción en que es sinónimo de provocación, pues el primer tercio consistió durante toda la tarde en un desafío al aficionado que fue transformando su ilusión inicial en enfado y decepción.
El juego de los toros seguramente no haya sido el esperado por la gran mayoría de los aficionados y por los ganaderos que con tanto cuidado los habían preparado para la ocasión. Los animales, excelentemente presentados, desarrollaron mansedumbre y genio dificultando, en gran medida, el lucimiento de los matadores, lo cual confiere a sus actuaciones la importancia, por difícil, de todo aquello que hicieron en la cara de los toros lidiados.
Lo más notable de la actuación de Pepe Moral con su primero, fue su recibo capotero. Tras rematar el burel en el burladero del 6-7 (el único que lo hizo del encierro), le enceló el torero con verónicas algo medrosas si bien fueron ganando en ajuste conforme el matador le fue ganando terreno al toro hacia los medios y que fueron rematadas con una aceptable media. En la faena de muleta equivocó el planteamiento al elegir los medios con un toro que pedía los terrenos del tercio. El toro mostró nobleza, pero también un punto de poder que hizo que se hiciera visible la desconfianza del trencilla con él. Con su segundo, se fue el sevillano de rodillas a la puerta de chiqueros y tras arrollarle de salida, el imponente astado le tuvo a merced para cogerle, pero justo cuando iba a hacer presa, decidió milagrosamente cambiar la dirección. Nuevamente inicia Pepe Moral la faena de muleta en los medios mostrando buena disposición y dándole distancia en una primera tanda con la derecha, pero pronto el toro comienza a defenderse cantando nuevamente el animal que no era toro para los medios.
Miguel de Pablo dejó los pasajes más potables de la tarde en el duelo que mantuvo con el manso pero encastado que hizo segundo y que sí que se pareció más a lo que el aficionado espera de Dolores Aguirre. Inició la faena a la altura de la puerta de cuadrillas, donde el toro le dio un arreón de manso; se lo saca a los medios defendiéndose el animal sin regalar ni una sola embestida por ninguno de los dos pitones. Sólo al final de la faena, el colmenareño entiende que el terreno que requiere el toro es más cercano a la línea del tercio, donde consigue sacarle una buena tanda con la derecha con el toro yendo definitivamente a más, pero no da el paso adelante necesario para que la faena tome mayores vuelos a pesar de la emocionante embestida del bóvido. La espectacular muerte del Aguirre tras una efectiva estocada ligeramente defectuosa hizo aflorar los pañuelos. Tras la acertada negativa presidencial a la concesión del despojo, el matador saludó una vuelta al ruedo. Al ovacionado de salida quinto (nótese los 532kg que dio en la romana para los que dicen que en Las Ventas se confunde trapío con kilos) se le aplica una desastrosa lidia, que culmina con una banderilla que penetra al menos 15cm en un puyazo, en la que todo se hizo en contra de lo que requería el toro. En este contexto llega el burel a la muleta con más estudios que un catedrático de Harvard y se echa a los lomos al matador que se libra de la que podía haber sido una grave cornada en la espalda. Vuelve a ponerse en la cara del toro e intenta temeroso y sin éxito darle algún muletazo más, por lo que machetea y se dirige a por la espada para acabar con la vida de Encorvado con una estocada caída casi entera.
Salió en tercer lugar Pitillito de corrales recibiendo ovación del respetable y se mostró abanto frente a los primeros capotes que le recibieron. Luis Gerpe consigue encelarlo en el engaño y le receta unas verónicas atropelladas abrochadas con una media. La lidia en los primeros tercios se desarrolla entre el ya citado bochorno de la ejecución de la suerte de varas (quede dicho que Gerpe fue el único que intentó colocar los toros en suerte) y la mediocridad capotera, consistente en mantazos que no hicieron sino aumentar las complicaciones que ya iba mostrando el toro. Lo más destacable fue el buen par de Savalli exponiendo que le hizo saludar una ovación. El de Seseña desarrolla la faena de muleta en terrenos del 8 próximo a las líneas del tercio. Pronto el astado se raja y, ya más cerrado en tablas hacia terrenos del 5, se convierte en un animal brusco y reservón, para acabar la faena echado a los pies del burladero del 4-5. Gran decepción. Con el bello sexto por su lámina, si bien bajaba en cuanto a presencia, tras una brega aseada de Savalli, saluda ovación Juan Pedro Asoreño después de un buen par de banderillas. Inicia la faena de muleta pegado a tablas con pases de tanteo y pronto se lo saca al tercio. Ante un novillo repetidor pero de brusca embestida, Luis Gerpe plantea una faena de cercanías que solo hace acrecentar los defectos del animal. Se echa mucho de menos algo básico en la lidia que consiste en adaptar la misma a las características del principal protagonista de la Fiesta que es el toro. Tras una buena estocada tirándose muy recto dio una vuelta al ruedo.
Señores presidentes, veterinarios y representantes de la autoridad, empresa, matadores y miembros de las cuadrillas: urge que, por el futuro de la Fiesta, hagan un esfuerzo, cada uno en el terreno que le compete, para dignificar la suerte de varas.
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