DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
25 de mayo de 2014 | Escrito por Paco Ruiz | Fotografías de Constante
Corrida de la ganadería de Peñajara, devueltos los tres primeros por invalidez, Ojito, número 131, Chalano, número 6 , sobrero del Cortijillo, fue devuelto al partirse un pitón por la cepa durante la lidia, se corre turno con Aguacero, número 54. Por fin se lidia el primer toro de la tarde, Trampero, número 44 devuelto por invalido corriendo turno por Astillo, número 81 . Como tercero de la tarde, Segundo, número 105, devuelto por un sobrero de la ganadería de Torrealba, Extremeño, número 22, invalido, otro de la ganadería de Los Chospes, Chinato, número 19. En cuarto lugar un sobrero que había corrido su turno del Conde de la Maza, Costurero, número 48, y un quinto sobrero de la ganadería de La Rosaleda, Indio, número 32 y como sexto de la tarde y ultimo Argentino, número 38 de la ganadería titular. Al final once toros de seis diferentes ganaderías.
Víctor Puerto, de catafalco y oro: Estocada caída (silencio). Pinchazo hondo (silencio)
Eugenio de Mora, de nazareno y oro: Dos pinchazos y estocada (silencio). Pinchazo y estocada (vuelta al ruedo).
Alberto Lamelas, de blanco y oro: Pinchazo hondo caído. Aviso (ovación). Pinchazo y estocada caída.(silencio).
Presidente: D. César Gómez Rodríguez tuvo una tarde con mucho trabajo, devolviendo a corrales cinco astados, aunque tenía que haber mandado alguno hermano más al matadero.
Cuadrillas: Nada destacable, salvo que no debe venir a la Feria de San Isidro con estas cuadrillas; numerosos pases en falso pasando una y otra vez para poner una banderilla, mil y un mantazos, una capea…así es muy complicado que el toro llegue bien al último tercio y se pueda lucir el “maestro”.
Suerte de varas: Lo único destacable fueron las tres varas que recibió el toro del Conde de la Maza.
Desastre ganadero de Peñajara, también llamada ganadería de Peñajara de Casta Jijona, en esta tarde isidril. Once toros pisaron el ruedo venteño, todos vacíos de casta y sin fuerzas. Cinco toros fueron devueltos a corrales, tres del hierro titular de D. José Rufino que tendrá que pensar qué tiene entre manos; los toros se desplomaban, no se tenían en pie, no llegaban ni al caballo, como si hubieran tomado una copa de más. D. José Rufino tiene más de un grave problema en su casa que tendrá que controlar: alimentación, sanidad, manejo… algo tiene que hacer para variar el lamentable estado de sus astados. Este desastre ganadero fue el culpable de que este domingo de feria, fuera un petardo de más de tres horas de duración, se eternizo el festejo, hasta Florito estuvo torpe con sus cabestros.
Víctor Puerto poco pudo hacer con el inválido del hierro titular y al segundo de su lote, un sobrero del Conde de la Maza, veleto, con lámina y hechuras de toro antiguo, el manchego ni lo quiso ver, llevándole tres veces al caballo, donde fue castigado en exceso quedando con poca movilidad para el último tercio.
Eugenio de Mora, dio los mejores capotazos de la tarde, dos verónicas y la media, pero en la muleta, le paso lo mismo que a sus compañeros, poco pudo hacer con el inválido de Peñajara. En quinto lugar, lidió un sobrero de la ganadería de la Rosaleda, “marca blanca” del hierro onubense de José Luis Pereda-La Dehesilla. Eugenio estuvo firme pero intermitente con la muleta, dando suelto algún buen derechazo, los mejores de la tarde. Sorprendente fue que tras un pinchazo el público pidiera la oreja y el manchego animado, diera la vuelta al ruedo. Con qué poco se conforma el público.
Alberto Lamelas ha estado desigual con los dos toros de su lote; al primero, un sobrero de la ganadería de Los Chospes, le trató de hacer las cosas bien, le aguantó y estuvo valiente realizando una faena sucia con mucho enganchón, patita atrás y al hilo del pitón. Poco a poco el toro se quedaba y ya no pasaba, le faltó cabeza al jienense que intentó un final de faena por bernardinas, siendo volteado por el astado, estaba cantado el percance. Con el segundo de su lote Argentino, de la ganadería titular, estuvo incomodo, se le vio perdido, como no se le hicieron bien las al astado pues tuvo una lidia pésima, el torero tuvo que sufrir las consecuencias.
Festejo para olvidar, fracaso total; no se sabía lo que iba a salir por la puerta de toriles después de agotarse los toros del hierro titular. Una muy negativa imagen en la primera plaza del mundo.
Desastre del hierro de Peñajara de Casta Jijona; D. José Rufino tiene que tirarse una buena temporada sin que pisen sus astados el albero madrileño hasta que no solucione los graves males de su ganadería.