DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
13 abril 2014 | Escrito por ©Pepeíllo | Fotografías de Constante
Cuatro festejo de la temporada. Corrida de toros. “Ni toros, ni toreros, ni autoridad competente”.
6 Toros del Puerto de San Lorenzo. Encaste Atanasio Fernández. Bien presentados, mansos, descastados e inválidos. El tercero fue devuelto y en su lugar se corrió un sobrero de La Ventana del Puerto, del mismo encaste. A pesar de su manifiesta invalidez llegaron a la muleta con mucha nobleza, en ocasiones impropia de anímales de su estirpe.
Jiménez Fortes: Estocada caída tras aviso. Silencio. Pinchazo perdiendo la muleta y estocada tendida y contraria. Aviso. Silencio.
David Galván: Aviso tras pinchazo hondo, tendido y atravesado, saliéndose de la suerte estocada contraía y tendida. 2º aviso. 12 descabellos. 3º aviso. Le echaron el toro al corral. Bronca. Dos pinchazos y estocada tendida tras aviso. Silencio.
López Simón: Aviso tras pinchazo y estocada tendida. Vuelta al ruedo. Tres pinchazos y descabello. Saludos desde el tercio a sus incondicionales.
Presidencia: D. Justo Polo Ramos. No estuvo a la altura de la seriedad que requiere la fiesta, debió enviar al corral todos los toros que aparecieron por toriles. Solo devolvió el tercero y el sobrero que salió al albero tenía menos fuerza que el anterior. Muy mal Presidente, con estos detalles dio la impresión que jugaba a empresario.
Suerte de varas:
1º Cubanoso. En la primera vara acudió suelto, no se empleó y salió suelto. En la segunda tampoco se empleo en la pelea y volvió a salir suelto. No fue castigado Manso, blando, sin casta y noble en la muleta.
2º Cardilisto. En la primera vara no fue castigado, salió suelto del montado y no se empleó. Buscó la querencia de toriles. En la segunda entrada más de los mismo. Manso, descastado. Pitado en el arrastre.
3º Resistento. Sobrero de La Ventana del Puerto. En la primera vara empujó defendiéndose. Fue picado trasero y tapándole la salida. En la segunda entrada perdió las manos. Otro toro que no fue picado. Manso, descastado y noble en la muleta.
4º Lechucita. Se defendió del castigo y salió suelto del montado. En la segunda entrada al caballo solo recibió un picotazo sin emplearse en la pelea. Manso, inválido y noble en la muleta.
5º Argel. En la primera vara perdió las manos, el piquero se limitó a marcar el castigo. En la segunda solo recibió un picotazo. Blando que se dejó torear en la muleta.
6º Ventisquisto. En la primera entrada al caballo hizo una fea pelea, sin fijeza y perdiendo las manos. En la segunda el único castigo que recibió fueron las protestas de los aficionados. Manso, inválido y noble.
Cuadrillas y otros: Tarde soleada con casi media entrada. Dos horas y 45 minutos duró el espectáculo y eso que el presidente devolvió solo un toro. A David Galán le echaron el toro al corral. Era el segundo de la tarde y aunque la culpa fue del torero, fue muy mal aconsejado desde la barrera, donde los taurinos siguen confundiendo la calidad con la cantidad. Jiménez Fortes recibió una cornada al hacer un quite por gaoneras al sexto. Fue una verdadera pena, a mi humilde entender el toro no se prestaba al lucimiento. Los picadores no tuvieron mucho trabajo se limitaron a cumplir el expediente: salir al ruedo y colocarse en su terreno, todo lo demás, sobró ya que ningún toro mostró la necesidad de ser castigado por un mastodonte protegido hasta la orejas. El ganado, con romana, solo mostró trapío pero estaban faltos de todo lo que debe reunir un toro de lidia: poder, fiereza, casta y por pedir, bravura. Lo único que mostraron fue bondad en el último tercio. Las cuadrillas volvieron a mostrar una falta de respeto a los aficionados, citando a los animales desde el burladero de la primera suerte, con el fin de que los toros se estrellaran contra las tablas y lo más importante, con una falta de respeto hacía sus propios compañeros en la colocación en el ruedo. En el sexto y al estar el director de lidia en la enfermería, en el primer par de banderillas nadie cubrió el lugar del matador. ¡Qué poca profesionalidad y respeto hacía la fiesta!. Y lo que es peor, la autoridad haciendo el D. Tancredo.
Comentaba un aficionado próximo a mi localidad: “Ningún de los acartelados ha mostrado la técnica necesaria para triunfar en este arte”. Qué razón tenía. El tercer toro hacía el avión embistiendo, lo que ocurre es que había que tirar de él y torearle, López Simón se limitó a colocarse al hilo, con la muleta retrasada y no darle la distancia que le exigía su enemigo. Debido a la escasez de fuerzas, el toro terminó defendiéndose. El torero solo mostró buenas maneras. En el sexto consiguió dos series de redondos templadas, una bajando la mano que fue jaleada, sin embargo al natural no se acopló a la corta embestida de su enemigo. Como remate dio unas manoletinas muy ajustadas. Sin embargo con el acero mostró una inoperancia impropia de un matador de toros, entrando a matar desde una distancia que era imposible su ejecución. Recibió un aviso por pesado.
En el segundo de la tarde a David Galván le dieron los tres avisos y le echaron el toro al corral. Fue una pena, tantas ilusiones para este resultado, y lo peor es que este hecho que debería servir de ejemplo para otros compañeros, no servirá de nada. De hecho este torero recibió otro aviso en el quinto. Se ponen muy pesados los toreros actuales, nadie les indica que lo que no se haga en cinco minutos, todo lo demás sobra. Ayer se dieron en total siete aviso y el espectáculo duró dos horas y cuarenta y cinco minutos, y lo único que consiguieron fue aburrir al público. El quinto de la tarde volvió a dejar al descubierto la falta de técnica de David Galván, consiguiendo solamente un natural y un derechazo ejecutado con torería, todo lo demás fue vulgaridad, a pesar de este corto bagaje le dieron un aviso. Incomprensible.
Jiménez Fortes recibió a su primero, un animal noble, con unos estatuarios, un pase cambiado y un remate sin inmutarse. Eso fue todo. A continuación se limitó a dar pases colocándose al hilo del pitón, con la muleta retrasada a un animal que solo tuvo dos tandas de muletazos. El presidente, compasivo con los espectadores, le envió un aviso. Su segundo, otro inválido como toda la corrida, lo recibió con pases por alto, ya que no tuvo necesidad de someterlo. A continuación dio una serie aseada de derechazos al hilo del pitón que no llegó a los tendidos. El torero creyó estar descubriendo el toreo al natural, metiendo el pico ante un enemigo que parecía un carretón, hasta que el presidente lo bajó del limbo taurino enviándole un aviso. Como dije, caso tres horas sentado sobre el cemento. Esto no hay quien lo aguante. Hasta el domingo...