DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
La tarde de Cuadri en San Isidro empezó como muy pocas empiezan, al término del paseíllo se desplegó una enorme pancarta en agradecimiento a D. Fernando Cuadri, iniciativa de de la Asociación El Toro de Madrid y creación de la pancarta de nuestro directivo Juan Sanz Minguela. Que quiso hacer público el sentimiento de gratitud y admiración que nos despierta su persona, y que este año ha anunciado su retirada. Un señor ganadero que apuesta por EL TORO, en mayúsculas. Una “rara avis” que defiende su concepto, aun en contra de este podrido sistema taurino, de factorías comerciales del psuedotoro descafeinado y sus ganaduros. El Madrid aficionado hizo memoria, y le obligó a saludar una ovación. Y ahora que vengan los sicarios de los medios propagandistas taurinos, a criticar las pancartas que saca El Tendido 7.
Es cierto que Cuadri lleva sin funcionar en Madrid años, y este año ha sido la peor de todas, sin paliativos ni paños calientes. Pero muy mal aficionado hay que ser para poner el nombre de la familia ganadera Cuadri en entredicho, siendo uno de los hierros con más premios a la corrida más completa en presentación y bravura de San Isidro, con toros históricos premiados como los más bravos: Poleó, Frijonero, Podador, Fogonero, Ribete, Aragonés…Para hablar y opinar de Cuadri, hay que hacerlo desde el respeto; Aún más si cabe si lo hacemos de su último representante, D. Fernando. Uno de los ganaderos a los que debo mi intento de afición a esto de los toros, un catedrático del campo dicho por los más grandes, un apasionado de la naturaleza, un estudioso de la genética que ha sido capaz de poner su ganadería en lo más alto sin tentar un sólo macho, uno de los pocos ejemplos que nos quedan de la cría respetuosa y en libertad del toro de lidia, con la menor manipulación posible. Un humilde sabio de campo del que siempre se aprende, y uno de los selectos ganaderos que siempre jamás, ha respetado a la plaza de Madrid, viniendo con la cabeza de camada perfectamente presentada, haciendo de “Las Ventas”, nuestra plaza, el eje sobre el que todo gira y cobra sentido.
De Arístides “El Justo” dijeron que fue “el mejor y más honorable hombre de Atenas”. Yo y muchos decimos lo mismo de D. Fernando...Aun que no hayan funcionado las cosas últimamente, Gracias por todo GANADERO.
TOROS: Los seis toros, como es santo y seña de esta casa ganadera, estaban perfectamente presentados para Madrid. Todos con las hechuras únicas de esta casa, alquimia de Santa Coloma - Urcola - Villamarta. Los cinco primeros fueron muy igualados en cuanto a trapío, volumen y remate, el sexto “Goyesco nº39” fue un toro escultural, que rompía la igualdad del conjunto por arriba. No blandearon y todos tuvieron genio, corrida decepcionante en general, sin fondo y muy a menos, a excepción del 5º que no sirvió para salvar los muebles.
1º- Nadador nº17, Reata de la Playa, toma dos puyazos traseros sin emplearse, se fue orientando en el segundo tercio, a menos y sin fuerza. Silencio.
2º - Alemán nº34, Reata de Europa, tomó un primer puyazo de bravo y un segundo dejándose pegar, sin motor, se acabó enseguida. Pitos.
3º- Capitán nº29, Reata de los Militares, cornicorto y veleto, tardeó en exceso, manseando y buscando excusas en las dos ocasiones que le pusieron al caballo, soso y vació, embestía a media altura sin decir mucho. Pitos.
4º - Crisantemo nº51, Reata de la Jardinería, personalmente tenía mucha esperanza en este toro por ser hermano directo de “Crisantemo nº23”, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre y desorejado el año pasado por Curro Díaz en Palos de la Frontera. Por desgracia sólo pudimos ver su explosiva salida, Esquivel lo crujió duro y trasero en sus dos encuentros y ese cerrarlo en el tercio sumado a su falta de movilidad y motor, dejó mi esperanza hecha añicos. Pitos.
5º- Contratista nº41, Reata de los Tratos, fue el mejor toro de la tarde sin ser nada boyante, tomó un puyazo y medio sin emplearse, toro noblón, con un pitón derecho potable y un izquierdo con embestidas algo más profundas y largas a media altura. Palmas.
6º- Goyesco nº39, Reata de los Maños, un auténtico brazo de mar, un toro escultural para pasarlo a un molde y luego hacerlo en bronce, para poderle dar los “Buenos Días” en tu jardín cada mañana. Tremendamente serio, alto, hondo, largo, acapachado desde la cepa y con perfiles, huesudo, con cuajo y remate. El personalísimo trapío de Cuadri en su máximo apogeo, eso de lo que tanto huyen el taurinismo y los profesionales. En el campo daba miedo hasta de eral y gracias a Dios llegó a cinqueño y lo pudimos ver en Madrid. Todo quedó en su imponente fachada, se dejó picar de aquella manera por Juan Melgar, y entre que se fue orientando y que se vino rápidamente a menos, nos quedamos desangelados. Este era otro toro de los que no tenía que fallar, por ser primo de “Aragonés º30”, premiado como toro más bravo de San Isidro 2008, una reata contrastadísima. Silencio.
LOS TOREROS:
Rafaelillo, de sangre de toro y oro, poco quiso hacer y aun menos pudo. Cerrando sus dos toros en el tercio, sabiendo de sobra por su dilatada experiencia con esta ganadería y en este tipo de corridas, que el Cuadri es Cuadri para bien o para mal en los medios. Ratonero, vulgar, pegando tirones y trallazos infames, totalmente desdibujado. Cierto es que no tubo toros, pero lo que tampoco tubo fueron ganas de intentarles dar una lidia y muerte digna. Muy lejos queda ese Rafaelillo titánico, todopoderoso y capaz, al que llamaban “La Verdad”, que escribió tardes de gloria taurómaca como la de “La faena del Llanto” con el Miura Injuriado del 2015, o aquella tarde de fantasía y épica con los de Dolores Aguirre en el 2009. Silencio en ambos.
Domingo López Cháves, de fucsia y oro, que llevaba siete años sin pisar el ruedo venteño. Ha adquirido un poso y nuevo aire, de capacidad y buen hacer. De lidia constante y brega que ilusionó a muchos, y dio la razón a otros que llevamos siguiéndole por Francia unos años. Fue lo mejor de la tarde y salió muy reforzado de Madrid. En sus dos toros brilló con el capote. Paró, fijó y templo las explosivas y fieras embestidas de salida de sus dos Cuadris, llevándoselos a los medios con verónicas genuflexas de manos muy bajas en su primero, y andándole para atrás, perdiéndole pasos con cadencia y son a su segundo. Puso correctamente en suerte a sus dos oponentes, sin alharaca ni guiños a la galería, con la sobriedad castellana de su capote salmantino. En el cuarto, su banderillero Jesús Talaván anduvo muy correcto en la brega, toro con un noble pitón izquierdo que Domingo supo exprimir, y con el que fue capaz de redondear las dos únicas tandas jaleadas de toda la tarde. Faena inteligente en cuanto a terrenos, alturas, distancia y colocación, aprobechando la salida hacia las tablas y sin bajarle la mano, muy por encima del toro. De no haber sido por una media caída y una entera baja, la cosa habría quedado en una rotunda vuelta al ruedo o incluso en una Oreja. Saludó una ovación desde el tercio en sus dos toros.
Octavio Chacón, de barquillo y oro, algo más dispuesto y presente que en su anterior tarde con Victorinos, sigue sin verlo claro en Madrid. Nos enseñó y lució generosamente en el caballo a su primero, y estuvo pendiente en todo momento de lo que acontecía en el ruedo, cortando, correctamente colocado, acompañando en la salida a los acorazados de Equigarce,que para sorpresa de muchos luego van a Vic-Fezensac y resulta que tienen caballos ligeros, pero le falta tirar la moneda, cruzar la raya, apostar del todo con claridad de ideas. A su primero se limitó a pasarlo con la muleta por el pitón derecho de uno en uno, sin apreturas ni compromiso, sin trazo ni ligazón. Sólo hubo voluntad y colocación, pero nada más. En su segundo un toro con “toda su barba”, no estuvo fresco ni lúcido, ni siquiera con el capote que es su fuerte. Muchas dudas, y poco entendimiento de terrenos y distancias, que por desgracia derivó en tintes de incapacidad manifiesta. Es una verdadera pena ver a Octavio en esta situación ante Cuadris, por que es en “estos chocolates” donde sin duda mejor navega y da su mayor dimensión. Por desgracia para este honrradísimo torero, fue así con los seis toros que ha estoqueado en este San Isidro.
Y entonces D. Fernando Cuadri como Arístides, se despidió de su querida Atenas en su particular camino del ostracismo, pidiendo perdón y rezándole a los Dioses, para que fueran benévolos con el destino de Grecia…
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