A algunas personas que pertenecen a este mundo de una manera u otra, parece que se les han olvidado que esta fiesta está en pie por dos elementos fundamentales: El toro y el aficionado. El toro ya sabemos que es lo fundamental o debería de serlo, pero ahora se están dando casos en redes sociales de insulto al que paga la entrada en cada plaza. Me parece repugnante y deplorable de esas personas. El aficionado, que no se enteran, es el que paga y es el que debe reclamar lo que desea o de lo contrario al año siguiente su lugar en la plaza se quedará libre por culpa de no darle lo que quiere. El máximo respeto hay que otorgarle a los mismos. Y que si no hay ni media entrada en un cartel de relumbrón será por algo. La fiesta se sostiene por ellos, por aquellas personas que a la hora que sea de cualquier día del año están dispuestas a coger una parte de lo ganado en el día a día para pagarse un billete en cualquier plaza del mundo, por favor entérense señores empresarios y periodistas. Que miren más en ellos por Dios. Ya no es entrar en el aficionado pide cosas que no pueden realizarse en una gestión, sino casos en los que se ningunea al aficionado de manera maleducada. Ustedes los periodistas, se suponen que tienen sabios conocimiento sobre la labia y el saber responder a cualquier intento de sacarte de sus casillas pero parece por lo que vi en twitter que no es así. El insulto es grave, pero si ya hacen uso ustedes de ello es pecado mortal. La educación que parece haber recibido se esfuma en un clima de desesperación virtual en el que el ofendido lo es fuertemente y el que falta lo hace con suma viabilidad. Insultos que hacen del ser humano el más vil ser y que encima venga de gente profesional que informa como modo de vida es asqueroso. No diré nombres, pero ya les vale hacer autocrítica y saber defender sus ideas sin tener que achantarse y acabar diciendo lo que el más fuerte y poderoso haga. Vale un poco ya hombre… Escrito por Ignacio Muruve (https://sites.google.com/site/escribirporignaciomuruve/)