DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Festejo del día 22/05/2017 En tarde calurosa y con más de tres cuartos de entrada, se ha celebrado la primera novillada de las tres programadas de la Feria de San Isidro 2017. Se han lidiado seis novillos de la ganadería de El Montecillo (encaste Domecq), bien presentados, salvo el quinto, despuntado o desgastado de pitones, variados de capa y con remate. Novillos mansos en general, pero en el tercio de muleta algún novillo se fue con las orejas al desolladero, el segundo tuvo movilidad, el cuarto con casta y emoción en las primeras arrancadas y el quinto con un buen pitón derecho. En definitiva tarde interesante.
Jesús Enrique Colombo, de sangre de toro y oro; Saludos y vuelta al ruedo.
Pablo Aguado, verde botella y oro; Silencio y saludos.
Rafael Serna, de grosella y oro; Silencio y silencio.
Presidencia: D. Javier Cano Seijo. El quinto novillo no debió se aprobado por la mañana por estar despuntado o desgastado de pitones. De manera acertada no concedió la oreja a Jesús Enrique Colombo en el cuarto novillo, tras la vuelta al ruedo del novillero fue abroncado, por lo demás no tuvo más complicaciones. Tercio de varas: Mansa en general en varas, sin codicia ni celo en los caballos, tan solo destacar el segundo novillo, que empujó y se empleó en el primer puyazo, y el cuarto que se arrancó con mucha codicia al caballo. Mal los del castoreño, picando trasero y caído, y no rectificando en el sitio. Cuadrillas: Sin complicaciones ni tampoco lucimiento, destacó Rafael González en la brega del quinto novillo.
Se celebraba la primera de las tres novilladas de la feria de San Isidro de 2017. La novillada de El Montecillo, viene siendo ya un hierro habitual en los últimos años y que es del gusto y esperada por Madrid ya que suelen salir animales con casta y movilidad. Pero lo de otros años pasados hoy no se ha repetido, y la novillada nos ha dejado a medias en cuanto a casta en general, no ha sido encastadas pero algún novillo no fueron aprovechados por los novilleros, por lo que algunos de ellos se fueron con alguna oreja puesta al desolladero. Se presentaba en Madrid el novillero venezolano Jesús Enrique Colombo, que ha dejado una grata impresión en cuanto a disposición y ganas. En su primer novillo lo recibió sin probaturas a la verónica, y que ya el novillo empezó a demostrar su mansedumbre. En varas manseó descaradamente, saliendo suelto del segundo encuentro. Banderilleó Colombo, algo ya poco habitual entre los novilleros, realizando un buen tercio de banderillas demostrando capacidad, conocimientos de terrenos y cuadrando en la cara. Tras brindar al público, el trasteo de muleta tuvo los momentos más destacables con la mano izquierda, con buenos naturales en las dos tandas que tuvo el manso novillo. Pinchó y sufrió un revolcón en el primer intentó a matar, y después lo pasaportó de una estocada entera. En el cuarto novillo, volvió a torear a la verónica sin probaturas nada más salir el novillo, esta vez el novillo tenía más poder y codicia a la hora de perseguir los engaños. En el tercio de varas se arrancó con alegría al caballo, y en el segundo no lo pudimos ver ya que prácticamente lo dejo debajo del peto. Muy mal picado, trasero y no rectificando en el sitio ¿Podremos ver en esta feria un tercio de varas en condiciones? El novillo transmitía emoción por lo que Colombo volvió a banderillear, dando distancia al novillo, cambiando terrenos y cuadrando en la cara, especialmente en los dos primeros pares. El tercer par al quiebro fue más deslucido tras quedarse con una banderilla en la mano. Con la muleta el novillo acometía con empuje y codicia en las primeras series, Colombo empezó con doblones por bajo y tras un par de tandas con la mano derecha, con la izquierda hubo un desarme y posteriormente no hubo entendimiento. Volvió a la mano derecha, pero el novillo bajó su ímpetu, y los enganchones, la falta de mando y temple hizo que bajara la faena, dando la sensación de no haber aprovechado esas embestidas iniciales. Terminó con unas bernardinas ajustadas y jaleadas por el público, y tras una voltereta en el primer intento, mató de una estocada entera. Tras la petición, Colombo dio una vuelta al ruedo ya que el presidente Javier Cano acertadamente no concedió la oreja, la sensación fue que el novillo se fue sin torear, no hubo ni mando ni temple. Madrid debe de ser seria y rigorosa, y no se pueden conceder orejas por estocadas, en Madrid, no (para eso están las desaparecidas vueltas al ruedo). Aún así Colombo demostró ganas y estuvo en novillero toda la tarde. Volvía el novillero sevillano Pablo Aguado a Madrid tras salir herido de la novillada inicial de la temporada de Fuente Ymbro, y tras dejar buenas impresiones en esta plaza. Su primer novillo, castaño de capa, realizó un buen primer encuentro en el caballo, empujando y metiendo riñones, se empleó mucho el animal. Ya en la muleta, el novillo tuvo mucha movilidad, Aguado le faltó mando y temple, tal vez por la colada que le pegó por el pitón derecho en una de las primeras tandas. Demasiados pases, sin transmitir nada ante un novillo que tuvo movilidad pero que también le faltó un poco de humillación en la salida de los muletazos. Lo mejor de la faena vino en el cierre del novillo a tablas para entrar a matar, donde se atisbó que si la faena hubiese tenido temple y mando el novillo hubiese corregido ese defecto de la humillación, pero desgraciadamente no se sabrá. Mató con un bajonazo en la paletilla infame en su primer intento y después una estocada entera. Su segundo novillo, negro salpicado de capa, no debió de ser aprobado ya que era despuntado o desgastado de pitones, en la primera plaza del mundo (y en ninguna plaza) no pueden salir toros o novillos con los pitones de esa manera. Aguado mostró sus buenas maneras con el capote, galleando para llevar al novillo al caballo y luego con un ceñido y bonito quite por chicuelinas. El novillo se dejó pegar en el caballo, muy mal picado también, y que posteriormente en la brega de Rafael González en el tercio de banderillas se intuía que tendría posibilidades en la muleta.
Aguado inició el trasteo con ayudados por alto, tal vez no fue la mejor opción, ya que en dos ocasiones por el pitón izquierdo se le coló. Con la mano derecha, volvió a faltar ajuste, temple y entendimiento, en el que Aguado quiso torear muy relajado pero el novillo pedía, otro tipo de toreo. Demasiados enganchones con la derecha y con la muleta en la mano izquierda el novillo reponía y repetía con codicia, complicado pero había que intentarlo y apostar, tras dos naturales, no lo intentó más por ese pitón. Volvió a la mano derecha, pero la faena fue cayendo, sin duda Pablo Aguado estuvo por debajo de sus novillos esta tarde, especialmente en el quinto. Cerraba el cartel el otro novillero sevillano, Rafael Serna, gravemente herido en esta plaza el año pasado. Sin duda se llevó el peor lote de la tarde, en su primero le desarmó el capote en varias ocasiones y se dejó pegar y sin celo en el caballo.
Nada más empezar la faena de muleta cantó la gallina y Serna se lo llevó a los medios para quitarle la querencia. El novillo embistió bien por el pitón derecho pero tan solo duró dos tandas, muy poco encastado y lo mató de una estocada entera. En el sexto tampoco tuvo suerte, con un novillo muy reservón y con una embestida muy descompuesta ya desde el capote y que en el trasteo de muleta desarrolló genio. Lo intentó por ambos pitones pero no tuvo opción al lucimiento.