DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
¡Estos toros no, por favor!
05 Octubre 2012 | Escrito por Yolanda Fernández Fernández-Cuesta. | Fotografías de Constante
Corrida de toros. Feria de Otoño. Se han lidiado seis toros del Puerto de San Lorenzo, encaste Atanasio-Lisardo, parejos de presentación, mansos, descastados, sin trapío, flojos y pobres de cabeza. Si esto es lo mejor que tenía el ganadero para venir a Madrid, ya puede sacrificar sus reses en el matadero pues la falta de casta y bravura es el denominador común que apreciamos cada año, salvo alguna honrosa excepción, y una ganadería no puede sostenerse a base de un buen toro de vez en cuando. A pesar de ello no nos libramos de dos o tres festejos en Madrid cada temporada con este penoso hierro ¿será que el ganadero le hace a la empresa “un barato”?. Tarde de “despedida bis” de El Fundi en Madrid que fue recibido con aplausos, olvidado ya el desastre de San Isidro, y despedido con una calurosa ovación. El Cid Y Daniel Luque brindaron el quinto y sexto toro respectivamente, a El Fundi.
Primer toro: Cubilón, de 610 kgs. con exceso de peso, manso, flojo y reservón ;en varas recibió un picotazo traserísimo y dos puyazos traseros sin emplearse, sale suelto de la suerte. Silencio en el arrastre.
Segundo toro: Gracioso, de 550 kgs. El más toreable del lote, manso en el caballo y con más boyantía en la muleta. Picotazo trasero, puyazo tras rectificar y picotazo en alto, el toro mansea y flojeando sale del caballo. Silencio.
Tercer toro: Campanero, de 538 kgs. Manso, pobre de cuerna, muy flojo que perdió varias veces las manos y que no tuvo lidia alguna. Llegó al tercio de varas sin fuerza, parecía ya picado por lo que fue muy protestado; no fue picado sino que con dos picotazos se simuló la suerte y salió tras perder las manos. Pitos en el arrastre.
Cuarto toro: Caraserio de 530 kgs. Con algo más de cara, pero también manso, inválido y descastado; de embestida incierta. Muy mal picado, dos picotazos, uno en la paletilla y otro al relance. Silencio.
Quinto toro: Relicario de 580 kgs. Manso, inválido, sin casta alguna: Picotazo trasero, desmonta Juan Bernal y puyazo mientras se repucha el toro. Silencio.
Sexto toro: Cartuchero, de 545 kgs. manso, sin clase alguna, con más fuerza que los anteriores. Recibe dos puyazos traseros, casi derriba al picador. Silencio.
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- José Pedro Prados El Fundi: vestido de grana y oro; Bajonazo, ligeras palmas. Brindó el tercer toro al público; media estocada delantera. Saludos desde el tercio.
- Manuel Jesús El Cid: vestido de rosa y oro; dos pinchazos, estocada caída, atravesada y trasera; un aviso y aplausos. Tres pinchazos, aviso y estocada tendida, atravesada y contraria. Silencio.
- Daniel Luque: de rosa y oro; estocada caída, trasera y atravesada; silencio. Media estocada caída, trasera y dos descabellos; silencio.
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Presidió el festejo César Gómez, muy mal su actuación al no querer devolver el tercer toro que presentaba una manifiesta invalidez.
El tercio de varas brilló por su ausencia, en general recibieron picotazos, puyazos muy traseros y bajos, los toros no fueron puestos en suerte sino que acudieron al caballo al relance.
Más de dos tercios de entrada en tarde calurosa propia del veranillo de San Miguel.
Buen par de El Algabeño al sexto toro.
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¿Qué ha hecho la afición de Madrid para tener que sufrir cada temporada con dos o tres corridas de este hierro? Nada más que pagar y pagar su entrada para poder ver en el ruedo toros de lidia y no animales descastados, inválidos que salen por chiqueros una tarde sí y otra también. Es desesperante.
Se despedía un torero; sí señores, un torero de verdad, El Fundi. De esos que se han ganado el respeto matando lo que no quieren las figuras, sabiendo de lidia y de torear pero que cuando estaba recogiendo los frutos de su entrega y torería, percances, cornadas y disgustos le han obligado a retirarse, pues hay que reconocer que no pasa por un buen momento. Eso sí, respeto a un señor torero ¡qué poquitos van quedando! Por eso la tarde de ayer no hizo justicia con su trayectoria; tuvo un pésimo lote que además de flojedad , no le dio ninguna facilidad. A su primero que le medía reservón y con peligro, le intentó torear pero sin acoplarse, con miedo ante los arreones inciertos de descastado toro, seguramente en otros tiempos Fundi se hubiera hecho con él pero… En su segundo tampoco hizo nada, el toro cabeceaba inválido defendiéndose, con caídas, intentando el torero meterlo en la muleta pero sin posibilidad, enganchones y trasteo para machetearle y acabar con él. Así ha pasado por Madrid en su última tarde un torero dignísimo, con pundonor y grandes conocimientos del toro que habría merecido un broche más brillante para su carrera en este coso.
El que no se despedía era El Cid al que le tocó el mejor lote. Brindó su primer toro al público y comenzó una faena por naturales que parecía presagiar toreo del bueno, dos naturales y uno de pecho merecieron la pena; después se echó la muleta a la derecha y por ese buen pitón dio dos tandas con gusto pero sin hondura, mal colocado a media altura la faena fue a menos y su fallo a espadas hizo perder lustre a su labor y entusiasmo en el público. En el quinto, toreo vulgar con las dos manos, con caídas del animal y arrimón final sin mérito alguno, citando retrasado y tirando de oficio pero sin interés. La vulgaridad ha sido la tónica de su labor y el crédito que este torero ha tenido siempre en Madrid se ha acabado.
Daniel Luque, precedido siempre con la aureola de torero artista, parecía que venía con más entusiasmo, quitó siempre que le correspondió y en sus toros intentó lucirse con el capote aunque sin lograrlo; verónicas superficiales, fuera de cacho y sin hondura. Con la muleta, no dijo nada; estuvo frío sin emoción, y en el sexto se puso pesado con un toreo a media altura sin ninguna calidad; ante esto el público cansado y aburrido le pidió que acabara con el animal. Nada reseñable se puede decir de su actuación, eso es, quizás, lo peor que se puede decir de un torero.
Un último ruego a la empresa ¡por favor, que no vuelvan a traer toros de esta ganadería!