DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
16 Junio 2013 | Escrito por Roberto García Yuste | Fotografías de Constante
Tres novillos de El Cortijillo y tres de Lozano Hermanos, ambos hierros de procedencia Núñez y propiedad de los Hermanos Lozano. Este encierro sustituyó al anunciado del matador de toros Juan Antonio Ruiz Espartaco, que supuestamente no tenían el trapío ni el remate suficiente para pasar el reconocimiento. Los ejemplares de la Casa Lozano han resultado justos de presentación y feos en líneas generales, escasos de raza, fuerza, casta y bravura, una mansada de aúpa. El peso medio de la novillada, según la tablilla engañosa, resultó ser de 468 kilos.
RAFAEL CERRO: tuvo que lidiar 5 novillos por el percance de su compañero y escuchó otros tantos silencios.
SEBASTIÁN RITTER: Saludos con un aviso en el único que mató.
Presidió: D. Justo Polo Ramos; durante la lidia no tuvo muchas complicaciones, pero a la hora del reconocimiento, si rechazó la novillada de Espartaco por falta de trapío, también podría haber rechazado alguno de los utreros que salieron por chiqueros.
Tercio de varas, cuadrillas y otros: Sin mucho que destacar, será novedad cuando escribamos emocionados por disfrutar de un gran tercio de varas. Es una lástima. Aplaudidos los banderilleros David Navalón “El Jaro” y Vicente Yesteras, ambos de la cuadrilla de Rafael Cerro. Tarde agradable, un cuarto de entrada aproximadamente.
Parte médico sobre el novillero Sebastian Ritter: “Herida en el tercio medio de la cara posterior del muslo izquierdo con dos trayectorias: una hacia delante de 15 cm. que alcanza el fémur y otra hacia debajo de 10 cm. que causa destrozos en los músculos isquiotibiales. Contusiones y erosiones múltiples. Pronóstico menos grave, que le impide continuar la lidia“. Fdo. Dr. Máximo Garcia Padrós.
Cuando los aficionados vimos este cartel anunciado, tuvimos esperanzas e ilusión en poder presenciar un festejo interesante. Todo prometía, la novillada de Espartaco, que tan buen juego protagonizó en este albero la temporada pasada, Rafael Cerro, un novillero con oficio, valor y predisposición, triunfador del ciclo de novilladas del pasado mes de abril, donde resultó premiado igualmente con sangre, ya que sufrió una grave cornada de un novillo de Guadaira y Sebastian Ritter, un colombiano que dejó una grata impresión durante el último San Isidro ante ejemplares de Carmen Segovia.
Desde el primer momento, todo se empezó a truncar, se cambió la suerte. Los utreros de Espartaco, supuestamente, no tenían el suficiente trapío, remate y peso para lidiarse en esta plaza. Desde estas líneas quiero “agradecer” a la empresa Taurodelta el poco tacto con los aficionados, a los que nos tiene olvidados y no nos comunican de manera oficial y pública hechos de tanta importancia y curiosidad como éste.
Lo que prometía ser un mano a mano atrayente, siguió truncándose por la cogida en su primer ejemplar a Sebastián Ritter, quien no pudo continuar la lidia de sus otros ejemplares, lo que supuso que el diestro extremeño Rafael Cerro se hiciera cargo de 5 novillos de la mansada que enviaron a tierras madrileñas los hermanos Lozano.
Al primer novillo, Cerro le recibió a portagayola, llevándose un buen susto que luego le condicionó durante todo el festejo. Le realizó un quite por saltilleras para replicara a Ritter, que había hecho otro por gaoneras y fue lo más lucido del pobre festejo.
Entre el juego deslucido de los morlacos, la presión que tuvieron los novilleros que demostraron sus defectos técnicos, sin colocación, sin adelantar la muleta, sin lidiar a sus oponentes...el percance del joven colombiano en su primer toro y cuando Cerro vio lo que aún le quedaba por salir de toriles, se hizo todo cuesta arriba y más con la ayuda de unas cuadrillas baratas, poco profesionales y poco conocedoras de la lidia.
Sin más que destacar, los escasos aficionados vaciamos los tendidos con la desilusión de haber vivido un petardo por todo, por los novillos y por los de luces, en fin, el domingo que viene volvemos.