DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Aunque el día fue gris y desapacible no faltábamos a nuestra cita con la décima de feria, la segunda novillada de abono con 17.951 espectadores según la empresa, donde se han lidiado novillos de Fuente Ymbro y un sobrero (3º bis) de Villanueva, de desigual presentación, juego y tipo (alguno no debió saltar al ruedo). Poca fuerza el primero; cumplió el segundo; devuelto por inválido el tercero, el sustituto fue del hierro de Villanueva, soso; bien presentado el cuarto, pero justo de fuerzas; con genio y bien presentado el quinto; el sexto con casta que se llevó una ovación en el arrastre. En general más genio que casta.
Alejandro Peñaranda (gris perla y oro): pinchazo y estocada trasera y caída. Aviso (ovación). Estocada trasera. Aviso (oreja).
Ismael Martín (sangre toro y oro): estocada baja. (silencio). Bajonazo, (oreja).
Jarocho (nazareno y oro): estocada trasera y caída. Aviso (petición y vuelta al ruedo por su cuenta). Estocada delantera y contraria. Aviso (dos orejas).
Presidente:
D. Eutimio Carracedo Pastor, no debió aprobar algún novillo en el reconocimiento previo, y debió devolver antes el tercer novillo, evitando el cabreo de la afición.
Tercio de varas:
Toda la novillada, con la excepción del primer novillo, manseó en el caballo, ningún novillo se empleó con codicia en el peto, saliendo sueltos algunos de ellos sobre todo el tercero bis. Novillada mansa en el caballo, a la que la picaron trasera en su primer encuentro con el peto y solo señalaron en su segunda visita al caballo. Una tarde más un mero trámite.
Cuadrillas:
Saludó una ovación Roberto Martín “Jarocho” tras parear al sexto de la tarde.
Incidencias:
Tuvieron que actuar las fuerzas de orden público desalojando a un “espectador” tras amenazar a nuestro presidente y vicepresidente, porque al susodicho le molestaba que protestaran la presentación de los novillos y pidieran una fiesta íntegra. Un episodio más donde se demuestra que quieren acabar con los pocos que quedamos defendiendo la integridad de la fiesta.
Sonaron clarines y timbales para que se alejara la lluvia y apareciera por la puerta de chiqueros Botellero, de buenas hechuras, pero muy justo para Madrid. Le esperaba, Alejandro Peñaranda que tras intentar torear a la verónica pudo comprobar que al burel no le sobraban las fuerzas. Empuja en el caballo con fijeza y rectitud. Toma un único puyazo, defendiéndose y desplazando al caballo del picador. Muy reservón en banderillas donde no regaló una embestida. Peñaranda le brinda el toro a Román a través de las cámaras de televisión y empieza la faena sacándose al novillo para los medios, esté protesta, porque cada vez que pasa le toca la muleta, cuando el novillo no la toca muestra otra embestida. Dejó Peñaranda algún destello después de diez tandas en la que hubo más sombras que luces. Finalizó la faena por bernardinas sin ayuda, dejó un pinchazo y una estocada trasera caída.
Su segundo oponente, Sacacuartos, un jabonero de bonita estampa, al que le faltó pienso en su dieta. No termina de embestir en el capote. Toma un primer puyazo metiendo la cara, pero sin emplearse. En banderillas espera, aunque acude franco al encuentro con los rehileteros. Tras brindar al público, Peñaranda inicia la faena doblándose por abajo, el novillo se arranca de lejos pidiendo mando y mano baja por el pitón derecho. Sin embargo, por el pitón izquierdo se lo piensa más, tiene más teclas que tocar que Alejandro no es capaz y lamentablemente se lo echa a los lomos. A partir de aquí, el de luces se enrabieta, aunque el novillo le vuelve a sorprender. Tras otras diez tandas le pasaporta con una estocada trasera. Una oreja muy barata.
Ismael Martín el suizo afincado en Salamanca recibía a Indómito, el segundo novillo de la tarde, que no debería de haber pisado el albero de esta plaza, intentó torear a la verónica, pero solo eso, lo intentó. En varas no se empleó, donde lo más destacado fue el quite de oro. Martín lo dejó crudo lo que supondría unas complicaciones que no supo ver cuando cogió los palos, donde nos deleitó con un tercio bochornoso. Con la franela no es capaz de dominar la situación, aunque el animal no trasmite nada, se merecía otra lidia. Lo pasaportó de una estocada baja.
Su segundo ponente Jarrero, es mucho más serio que sus hermanos. Se defiende en el caballo para acabar por salir suelto. Con los palos no esta tan desastroso como con su primero, pero no acaba de asomarse al balcón. Tras brindar al respetable nos deleita con un afarolado de rodillas, y pases vacíos de fundamento que hacen que la faena no tome vuelo, la verdad es que no se entiende con su oponente, recurre a las bernardinas de rigor para calentar al público, pero ni así lo consigue y tras un bajonazo corta una oreja de pueblo, de esas a las que lamentablemente estamos ya más que acostumbrados.
Se presentaba en la plaza de las ventas el joven novillero burgalés Jarocho con Adulador, el peor presentado del festejo, no debió salir por la puerta de toriles, solo supo divagar por el ruedo. Tras su primer puyazo pierde las manos donde quedó patente su invalidez y tras el segundo puyazo es devuelto a los corrales.
Sale el primer sobrero y cambiamos de ganadería; Bananero, de la ganadería de Villanueva es un novillo muy serio y amplio de cuerna, el viento le molestó en el saludo capotero a Jarocho. En varas muestra siempre su querencia, saliendo suelto del caballo en los dos puyazos. En banderillas embiste sin fijeza. Brinda Jarocho al público e inicia su faena de rodillas. El novillo trasmite cuando el burgalés traga y le deja la muleta en la cara. Una faena de menos a más, con una última serie muy ligada sobre la mano derecha. Estocada trasera y caída, vuelta al ruedo por su cuenta tras aviso.
Su segundo oponente, el sexto de la tarde, hay sí que vimos el novillo de Madrid, serio, rematado, con cara y con casta. Iluminado de nombre se llevó una larga cambiada y alguna verónica en el recibimiento que le dio Jarocho. Empujó solo por un pitón en el caballo empleándose lo justo. En banderillas permitió el lucimiento de Jarocho Padre, (peón de confianza y padre del novillero). Tras brindar a sus profesores de la escuela taurina inicia la faena con una rodilla en tierra. El novillo se le viene de lejos en su segunda tanda donde sufre varios enganchones y éste desarrolla sentido y empieza a pedir el carné. Jarocho, en vez de acobardarse tira la moneda al aire y empieza a torear muy puro, donde pudimos apreciar una perfecta colocación y un estricto sentido de la pureza del toreo. Empezó a encadenar varios naturales a pies juntos, metiendo riñones y con la barbilla totalmente encajada en el pecho y buscando el pitón contrario que calentaron al respetable. Aún faltaban dos tandas más al natural y unos doblones rotos que terminaron de poner la plaza boca abajo. Debut soñado de Jarocho en Madrid. Cobra una estocada delantera y contraria, dos orejas que le sirven para que sus compañeros de la Escuela Taurina de Madrid lo saquen a hombros por la Puerta Grande.
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