DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Plaza de Toros de las Ventas. Undécima de Feria 2/3 de entrada en tarde apacible Toros del Torero; Cinqueños, bien presentados de juego desigual destacó el 5º.
David Galván; Estocada desprendida (saludos) y Estocada (oreja).
Álvaro Lorenzo; Dos pinchazos y estocada 1 aviso (silencio). Pinchazo y estocada 1 aviso (silencio).
Ángel Téllez; Media trasera tendida un descabello, aviso (silencio) Seis pinchazos y cuatro descabellos 2 avisos (silencio).
Cuadrillas: Saludaron Juan Carlos Rey en el cuarto y Juan Navazo en el sexto
De entre las múltiples formas de definir la inteligencia que han aparecido a lo largo de la historia y que aparecerán en un futuro, la raíz etimológica latina de la palabra es la que mejor nos orienta para diferenciar entre humano y bestia. Capacidad de elegir, y claro está, uno puede elegir bien o mal atendiendo al resultado.
Eligió David Galván no picar al primer toro en el segundo encuentro con el caballo y a tenor del resultado fue una mala elección. El animal que marcaba la distancia larga llevaba la cara muy suelta y Galván no fue capaz de templarlo y adaptarse a esa condición del toro por lo que su trasteo naufragó en un sinfín de enganchones y correteos que crisparon al público y al propio torero que entró al callejón apesadumbrado quizá meditando su elección.
El toro cuarto estuvo toda la lidia con la cara por las nubes correteando por allí sin hacer mucho caso ni a capotes ni a caballos, un toro apretado de carnes y alto al que banderillearon a placer para terminar de confirmar las sospechas, el toro era bobo, Galván lo vio, eligió y lo hizo bien.
Cosa difícil meter al personal en la faena con este tipo de toro y más en Madrid donde habitualmente se necesita transmisión en las embestidas para entrar en la labor de los toreros, pero un gran inicio de esencia torera, con doblones por bajo y un pinturero pase de pecho consiguieron captar la atención de la plaza, el animal tendía a salir tangente de los muletazos y con la cara alta por lo que el diestro de San Fernando se volvió a apoyar en el recurso de la rodilla flexionada lo que le permitía alargar más el brazo y dejar la muleta en la cara del burel de forma más continua sin descomponer la estética. Por el pitón izquierdo con la muleta desarmada y por eso sin tanto alcance, Galván intentó ligar una tanda de naturales que fue imposible, el animal no se curvaba de ninguna manera y ahí eligió cerrar al toro con cuatro muletazos antológicos, pases de pecho y trincherillas que volvieron a enamorar. Fue el momento justo, había que elegir de nuevo y lo hizo, se fue a por la espada. Cuantas veces se han venido faenas abajo por no ir a por la espada en el momento adecuado, el gaditano cuadró al animal y aseguró la oreja con un buen espadazo yéndose detrás del acero. Dio la vuelta al ruedo sonriente celebrando la buena elección.
Álvaro Lorenzo estuvo correcto y aseado con su primer toro, el segundo de la tarde, un toro de buena condición, pero muy justo de fuerzas y con poca chispa al que el toledano se adaptó con temple y mimo para no obligarlo, es su toreo lineal y de poca exigencia con los astados por lo que estuvo bastante acorde a la condición de este toro quedando el conjunto en una labor pulcra. Cabe destacar el tercio de varas que protagonizó Vaticano, que así se llamaba, tras un primer encuentro sensacional, el toro plantó los cuartos traseros en la arena en una imagen que enamora, pero fue imposible derribar tamaña mole de caballo y picador, en el segundo puyazo el toro se desengañó y ya no empujo con el mismo amor al peto. El tema de los caballos es algo que habría que ver con detenimiento hay algunos desmesurados en peso y tamaño lo cual va en contra del toro y del primer tercio.
El quinto toro de nombre Espadachín se dejó pegar en varas sin más, manteniendo un comportamiento distraído durante la lidia, pero se fijó en los últimos capotazos en banderillas a cargo de Miguel Ángel Sánchez y luego fue un toro noble y con calidad para el último tercio. Álvaro Lorenzo eligió torearlo como a su primero de forma lineal sin fajarse y cada tanda que transcurría daba la sensación de no saber que le estaba pasando, el ligaba las series con numerosos muletazos y no alcanzaba a entender porque eso no calaba, conviene aclarar que Madrid quizá sea la única plaza en el mundo donde esa faena no sirva para triunfar, en Madrid el toreo debe ser más en redondo y ese fue el motivo por el que se fue por el derramadero todo el trasteo de Lorenzo en el quinto. Espadachín se llevó la ovación del público en el arrastre y el diestro de Toledo un ruidoso silencio que seguramente aún este retumbando en su conciencia.
Ángel Téllez eligió en 2022 el camino que le llevó a ser el torero revelación de la temporada por sus triunfos en Madrid, pero sobre todo por su toreo puro, de mano baja y en redondo. Desde ese San Isidro todas sus comparecencias han ido a peor, yo no acierto a saber por qué, pero de las virtudes que mostro hace tan solo dos años ya no queda nada. La explicación fácil sería que ha perdido valor, pero para mantener esta profesión hace falta mucho amor al oficio y quizá el haya perdido ilusión por lo que sea, le veo resignado y eso es lo peor, quizá el tiempo le haga decantarse a elegir volver al camino iniciado, pero eso el tiempo…que ha de pasar.
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