DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
26 de junio de 2022. 7.000 espectadores. Se han lidiado novillos de Fuente Ymbro. Bien presentados en general salvo el que hizo segundo, estrecho, sin remate y sin seriedad para esta plaza. Buena novillada nuevamente de este hierro en Las Ventas. Bravos y de gran juego tercero y cuarto y muy bueno en la muleta y a más el quinto. Interesante el primero y más descastados segundo y sexto. Todos con movilidad y de gran interés para el aficionado.
VICTOR HERNÁNDEZ (malva y oro). Estocada desprendida (oreja protestada). Estocada trasera y tendida y dos descabellos (saludos con protestas). En el sexto, que mató por Isaac Fonseca, estocada trasera (vuelta protestada)
DIEGO GARCIA (espuma de mar y oro). Estocada caída y trasera (Saludos). Media estocada arriba (leve división).
ISAAC FONSECA Estocada (oreja). Pasó a la enfermería y no pudo continuar la lidia.
Presidencia: Ocupó el palco D. Víctor Oliver. No debió permitir la salida al ruedo del segundo novillo por manifiesta falta de trapío. Concedió una oreja muy barata en el primero; bien al no conceder la del sexto, manteniendo el mínimo de rigor que debe regir esta plaza.
Suerte de varas y Cuadrillas: ninguno de los picadores fue capaz de lucir la suerte de varas, y oportunidades tuvieron para ello. Los novillos, y esto es noticia, fueron bien colocados en general durante toda la tarde. Fueron prontos a los cites y alguno, como tercero y cuarto desde largo y empujando en el peto. Como respuesta recibieron varios marronazos, puyazos caídos y traseros, continuas rectificaciones y tan solo Jesús Vicente acertó en el segundo puyazo al tercero de la tarde señalando delantero y arriba.
Entre las cuadrillas de a pie destacaron, como ya es habitual, tanto Angel Otero como Iván Garcia. Por cierto, mucho mejor en las respectivas bregas que les correspondieron que con los rehiletes, aunque saludaran ambos tras parear sus novillos.
Incidencias- PARTE MÉDICO DE ISAAC FONSECA- Herida por asta de toro en 1/3 medio cara interna pierna derecha con dos trayectorias, una ascendente de 15 cm. y otra hacia fuera de 10 cm., que producen destrozos en musculatura gemelar. Fractura mandibular izda. pendiente de estudio radiológico. Contusión en mano derecha pendiente de estudio radiológico.
Intervenido en la enfermería bajo sedación de su lesión en la pierna y trasladado a la Fundación Jiménez Díaz para valoración por Cirugía Maxilofacial. FDO. Dr. García Leirado.
Anunciar en Las Ventas una novillada de Fuente Ymbro en los últimos tiempos, suele ser garantía de éxito a nivel ganadero. Tras la alabada y cantada novillada que se lidió en San Isidro hace un mes, esta tarde el encierro enviado por Ricardo Gallardo a Madrid nos ha hecho salir nuevamente con una sonrisa de la Plaza.
Y es que ha sido una buena tarde de toros, en gran medida por el juego ofrecido por los utreros de sangre “jandilla” embarcados en los campos gaditanos de San José del Valle. Toda la novillada ha presentado, en mayor o menor medida, la cualidad esencial de la casta y por tanto las virtudes y complicaciones que ello conlleva. Los animales han derrochado mucha movilidad, prontitud en los cites y en alguno de los ejemplares hasta bravura, manteniendo vivo el interés del aficionado en todo momento.
Abrió plaza un novillo con cuajo, bien presentado y que no le puso las cosas fáciles a Víctor Hernández que venía a refrendar una Puerta Grande conseguida antes de feria. Fue un animal complicado por el pitón derecho, algo que marcó ya en el capote y que confirmó en la segunda serie de la faena propinándole una muy seria voltereta. No se arredró el torero y volvió a la cara del novillo para conseguir muletazos de buen trazo, esta vez por el pitón izquierdo antes de volver a ser prendido cuando insistió con la muleta en la diestra. Otro buen fajo de naturales precedió a una estocada algo desprendida que le valió una benévola oreja. El cuarto fue un novillo encastado y bravo. Qué pena no haberle visto en una tercera vara, porque fue “el detalle” que le podría haber canjeado una vuelta al ruedo en el arrastre. Se arrancó con alegría y distancia a los dos puyazos que malamente le señaló Israel de Pedro para empujar con fijeza y bravura en el peto y llegó a la muleta exigiendo firmeza y dominio por abajo. Humillaba y tenía recorrido pero sabía lo que se dejaba atrás y necesitaba de una mano que se impusiera con mando. Sin embargo, la faena se diluyó ante la falta de acierto en distancias y colocación de Víctor, sucediéndose mucha cantidad de pases pero poca calidad en su toreo. Solo al final consiguió el madrileño dos series por el pitón izquierdo de más calado, pero la sensación general es que había quedado por debajo de las posibilidades que había ofrecido el novillo. Con el sexto, que mató al no poder continuar la lidia Isaac Fonseca, se confirmó la tarde de más a menos que firmó el de los Santos de la Humosa. Bien es cierto que, a buen seguro, fue el novillo de menos opciones, un animal que siempre embistió con la cara alta, nunca acabó de estar metido en la muleta y aquello en ningún momento trascendió. A pesar de ello, y de forma alucinante, sus paisanos a punto estuvieron de provocar un nuevo dislate al pedir una oreja que le hubiera abierto la Puerta Grande sin haber cantado ni un olé en toda la faena, ver para creer. Dicho todo esto, es un novillero al que se le apreciaron cosas positivas y que tiene margen de mejora. Ahí debe radicar su trabajo en el futuro para conseguir triunfos que lleguen por la vía de la verdad, sin la necesidad de amparo en los regalos del paisanaje.
También volvía por estos fueros Diego Garcia, bien respaldado por los vecinos de Sanse tras su “benevolente” Puerta Grande del primero de mayo. Y esta vez ni siquiera la “cla” pudo tapar la deficiente tarde que ofreció su novillero. Ante su primero, el lunar negro en presentación de la tarde por su cuerpo estrecho y carita de eral, ya se mostró desbordado por el animal, que sin comerse a nadie, se quedó sin picar y presentó notable movilidad en el último tercio. Pero donde se le fue una gran oportunidad fue en el quinto. Otro novillo de gran nota, que sin mostrar una gran pelea en varas (como tercero y cuarto), se creció en el último tercio y ofreció un cortijo en sus embestidas. Llegaba al embroque con la cara colocada y humillado, desplazándose y repitiendo y pidiendo que le dejaran la muleta puesta y así poder emborracharse de toreo. Nada de ello ocurrió porque enlazar pases no es torear y menos cuando no hay ajuste ni colocación. Fue arrastrado bajo una fuerte ovación, mientras que las palmitas se mezclaban con los pitos para el torero.
Y por último actuó Isaac Fonseca, mexicano hecho como torero a la sombra de la Pedriza bajo la tutela de Carlos Aragón Cancela. Solo pudo matar a su primero, de nombre Comisario (al igual que el cuarto, por cierto) y fue el otro bravo del encierro. Había empujado en varas, donde no fue castigado en exceso y demostró en la muleta galope, recorrido y entrega y ante él, Isaac Fonseca dejó claro que va a ser torero. Generoso con el animal, dándole distancia, dejándoselo llegar y corriendo la mano sin rectificar un palmo trascurrió la primera serie, en cuyo remate salió prendido por el gemelo recibiendo una cornada y una paliza que le produjo como consecuencia una rotura de mandíbula. Deshaciéndose de las asistencias ni se miró y volvió a plantar cara al novillo con honradez y vergüenza torera y hasta llegó a conseguir algún muletazo ciertamente largo y de buena factura. El estoconazo fue a ley y la oreja conseguida de peso. Ánimo al torero porque así viene un novillero a Madrid y se lleva todo el respeto de la afición.
Concluía la tarde y esa sonrisa que mostrábamos quienes habíamos disfrutado sentados en la piedra venteña también quedaba dibujada en el rostro del ganadero, que al abandonar la Plaza por debajo del tendido 7 donde quedábamos un puñado de aficionados, recibía nuestra discreta felicitación. Marchaba orgulloso D. Ricardo, y se le notaba.
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