Para efectuar un resumen claro y concreto de lo que ha sido esta temporada en la plaza de toros de Las Ventas, haré una valoración en términos taurinos para incluir en ella lo más destacado, tanto positivo como negativo. De esta forma lo dividiré en cuatro apartados:
- Devolución al corral: aquí entra lo más nefasto que se ha dado en esta temporada, lo que más nos ha indignado.
- Pitos: aquello que ha resultado decepcionante, además de aspectos que son urgentes solucionar.
- Aplausos: recuerdos y actuaciones que, sin haber sido redondas, han dejado buen sabor de boca entre los aficionados.
- Salida a hombros: esos momentos que nos han emocionado y las actuaciones mas brillantes.
Antes de comenzar con esta valoración, hay que señalar que nos encontramos, sin ninguna duda, ante una de las peores temporadas que se recuerdan. En ella se celebró una Feria de San Isidro indignante y capaz de desesperar al mas paciente, y una Feria de Otoño que no le fue a la zaga, con escándalos prácticamente diarios.
Devolución al corral
1º) La empresa: es necesario y urgente que se vayan ya y no vuelvan nunca. El grito de la afición en el último festejo así lo solicitaba. Este año se han superado elaborando unos carteles baratos y de ningún interés. Lo que es aún peor es que en ellos se incluían ganaderías que se sabía que iban a fracasar antes de ser lidiadas y, no conformándose con eso, las volvían a repetir premiando con ello su anterior fracaso. Como todos los años, se echaron en falta hierros que, por su importancia, no deberían faltar en esta plaza, claro que para eso hay que rascarse el bolsillo, algo en lo que no están por la labor. Aún así, si les escuchas hablar sobre lo que ha sido la temporada, les oirás decir lo de siempre; “que ha sido interesante”, “que han salido toreros nuevos” y semejantes tonterías. ¡A quién quieren engañar! Un año mas el paso por Madrid de las "figuras" ha resultado un mero trámite, anunciándose por compromiso y sin querer saber nada hasta el año que viene. Eso sí, se encargaron perfectamente de privarnos de repartir, como hacemos todos los años, nuestro boletín “La Voz de la Afición”, mandado para ello a empleados muy mal educados y a la policía. 2º) Los presidentes: deberían llevarse bien envueltos y con un lacito a los señores Lamarca, Sánchez y Gutiérrez, la última adquisición que tan rápido ha aprendido la lección. ¡Vaya temporada la suya!. Prácticamente, cada comparecencia de estas personas en el palco acababa en escándalo, por incumplir constantemente el reglamento: lidiando toros sin trapío para esta plaza (ha habido muchos este año), manteniendo en el ruedo animales que no se tenían en pie y otorgando trofeos ridículos sin una petición mayoritaria. Mención aparte merece el tercio de varas, que éstos nos han privado de ver, consintiendo que se simulara y cambiando el tercio en cuanto el toro tocaba el peto por segunda vez. Además, decirles que para devolver un toro no es necesario que este se pegue cuatro costaladas y que la afición se rompa las manos y se deje la voz protestando. La mayoría de las veces, y si fueran verdaderos aficionados, esto no sería necesario y los devolverían por si solos. La única que estará contenta con ellos será la empresa pues ha defendido sus intereses a la perfección. ¿Qué pasa con los de los aficionados que somos los que pagamos?
Pitos
1º) Figuras: un año mas su paso por Madrid ha resultado un mero trámite, anunciándose por compromiso y sin querer saber nada hasta el año que viene. Lógicamente, con esa actitud el resultado no pudo ser peor. Enrique Ponce: se anunció una tarde en San Isidro y gracias, para cumplir expediente. No estuvo en toda la tarde. Repitió actuación en la corrida de Beneficencia y volvió a irse sin aparecer y sin demostrar el gran maestro que todos dicen que es. Que se enteren todos de que en esta plaza es donde se debe demostrar si realmente eres una figura. Joselito: la gente lo esperaba como si viniera el Mesías y, aunque se anunció tres tardes en San Isidro, su balance fue realmente pobre. Estuvo muy mal, como viene siendo habitual, y encima, se dejo ir con las orejas puestas un sobrero de El Torreón que le tocó en “desgracia”. Un petardo. El Juli: apostó por una tarde y fuera del abono, en la que el ambiente creado en la plaza resultaba irrespirable para todo aficionado. Se encerró con seis toros y lo que se vendió como una gesta, no fue más que un nuevo fiasco de este torero en Madrid. Mejor no hablar de otros espadas que se las dan de figuras y no son mas que, como se dice vulgarmente, “engañabobos”. Todos recordamos las actuaciones de Finito de Córdoba, Manuel Caballero y un largo etcétera. 2º) Veterinarios: por aprobar toros que, bajo ningún concepto, deberían haber sido lidiados en una plaza como ésta. Corridas como las de Mari Carmen Camacho, Domingo Hernández y una larga lista, pues este año se ha bajado, todavía, un poco más el listón. De seguir así, Madrid se convertirá en una plaza más, que es lo que pretenden. Que quede claro, no pedimos un toro grande y con 600 kilos, únicamente queremos un toro con trapío, tenga el peso que tenga. Como ejemplo, la corrida de Isaías y Tulio Vázquez, en la que ningún ejemplar alcanzaba los 500 kilos y sin embargo todos hacían gala de un trapío irreprochable. 3º) Picadores: ha sido realmente horrible cómo se ha picado a lo largo de todo el año. Una vez tras otra los puyazos caían traseros y en la paletilla, pero es que cuando se equivocaban y lo cogían delantero, rectificaban para poner la vara “en su sitio”. Con las corridas inválidas simulaban la suerte como están acostumbrados a hacer, ahora bien, cuando salía el toro duro y encastado lo masacraban hasta que éste dejara de moverse, utilizando toda clase de artimañas. ¿Para cuando las sanciones por picar de esta forma? Hasta que éstas no se impongan, y de manera dura, la situación seguirá así para desesperación de todos. Por cierto, tampoco estaría mal que alguno asistiera a clases para aprender a montar a caballo. 4º) Cuadra de caballos: un año más ha sido decepcionante. No se si será por todas las “perrerías” que les hacen dentro y que todos conocemos, pero resultan animales sin movilidad, asemejándose más a un tanque de guerra que a un caballo de picar. Prácticamente, cada comparecencia de Lamarca, Sánchez y Gutiérrez en el palco acababa en escándalo por incumplir constantemente el reglamento. 5º) Ganaderos: salvo excepciones que luego veremos, el año en el aspecto ganadero ha sido desesperante. La casta está a punto de extinguirse y la culpa es de los ganaderos que, dejados influir por las figuras de turno, buscan un toro para el lucimiento de su matador olvidándose de que un toro tiene que dar miedo, pues, de lo contrario, ésto pierde todo su sentido. Así, éste debe tener cualidades (y no defectos como se predica) como el poder, la fiereza y, por supuesto, si tiene bravura mucho mejor. Hay ganaderos que se han ganado a pulso no volver durante muchos años a pisar este ruedo (véanse las que aparecen en nuestra, ya famosa, lista negra). Corridas en las que da vergüenza ver unos “animalitos” tan sumamente descastados y “dóciles”. Además, ha habido decepciones en ganaderías de las que todos esperábamos mucho más, como muestra señalar las de Barcial, Monteviejo, Hernández Plá, Conde de la Maza, Dolores Aguirre y Partido de Resina. 6º) Prensa: como siempre ésta la ha tomado con la afición de Madrid (los intransigentes, es como los llaman ellos), echándole la culpa de hasta la muerte de Manolete. Nos encontramos totalmente indefensos ante todos estos periodistas vendidos a otros intereses. Es más, corridas como las de Prieto de la Cal e Isaías y Tulio Vázquez, que resultaron de gran interés, fueron ninguneadas, no dándose ninguna importancia a lo que allí se vio. Esa es la labor que hacen para ayudar a la fiesta.¡Te echamos mucho de menos Joaquín!
Aplausos
1º) Determinados toreros: como cada temporada, nos hemos llevado varias sorpresas gratificantes dentro del escalafón superior, además de otros espadas, ya habituales, que han tenido un buen paso por Madrid. Un torero que nos ha ilusionado ha sido Serafín Marín; primero en San Isidro, demostrando un enorme valor ante un toro muy complicado y ganándose con ello la repetición, en la que volvió a poner de manifiesto esas condiciones. Se anunció de nuevo en la Feria de Otoño, haciéndonos ver que, además de valor, sabe torear realmente bien. Aunque fuera ante un inválido del Puerto de San Lorenzo, ejecutó unos naturales de los más bonitos que se han visto este año. Esperamos con ilusión una nueva comparecencia. Otro de los que no dejaron indiferente fue Manuel Jesús “El Cid”. En su segunda corrida en San Isidro, y ante un Victorino, realizó una faena de mucha clase, demostrando que es un torero a seguir por todo aficionado. Se merecía haber estado en la Feria de Otoño. Hay que mencionar también a otros toreros que, aunque no triunfaron rotundamente, dejaron detalles. Fernando Robleño, que cortó dos orejas en San Isidro y pudieron ser más si hubiese matado a ese torazo de Victorino. Destacar su comienzo de faena al toro de El Ventorrillo con unos preciosos muletazos. Luis Francisco Esplá, que siempre deja detalles de su enorme torería, cortó una oreja con “los victorinos” ejecutando unos naturales de frente que pusieron en pie a toda la plaza. ¡No te vayas nunca!. Por último, mencionar a los dos espadas que salieron a hombros. Aunque su actuación, tal vez, no mereció tales honores, nos sorprendieron a todos logrando momentos muy brillantes. Se trata, claro está, de “El Califa” y Juan Diego. Para terminar de hablar de los toreros, ya en el escalafón inferior, no se nos puede olvidar la gran actuación de Ismael López en el mas de Septiembre, en la que cortó una oreja a ley con una faena llena de torería. Lo seguiremos el año próximo. Como siempre la prensa la ha tomado con la afición de Madrid (los intransigentes, es como los llaman ellos), echándole la culpa de hasta la muerte de Manolete: 2º) Toros y corridas de interés: aquí hay que destacar las excepciones que se han producido en el aspecto ganadero que, aunque han sido pocas, quedarán en la memoria del aficionado. En lo referente a corridas completas, hay que mencionar: Celestio Cuadri, con dos toros interesantísimos; Prieto de la Cal, que hizo concebir esperanzas de la recuperación de este encaste; Isaías y Tulio Vázquez, a nadie se le olvidará “Isleño”, uno de los mejores toros del año; Palha, que lidió una corrida dura y encastada el la Feria de Otoño, con un toro extraordinario lidiado en quinto lugar; y por último la de Victorino Martín que, aunque le faltó bravura, resultó muy encastada y fue un auténtico espectáculo. Tampoco podemos olvidar al toro “Cantinero”, el único al que se le ha otorgado la vuelta al ruedo este año, con el hierro de El Ventorrillo. 3º) Raúl Velasco: por la torería y hombría demostrada en la novillada de Fuente Ymbro, en la que se cortó la coleta reconociendo haber estado muy por debajo de sus enemigos. Podrían aprender muchos.
Salida a hombros
1º) “El Boni”: en este cuadro de honor de los triunfadores del año no podía faltar Rafael Perea “El Boni”. Su actuación en esta temporada ha sido memorable, realizando una lidia perfecta a cada toro y enseñando lo bonita que ésta resulta cuando se hacen bien las cosas. Todos recordaremos sus lidias con Esplá, tanto en San Isidro como en Otoño, y la manera de llevar donde quería al toro a una mano sin darle un solo capotazo, incluso para sacarlo del caballo. Además de todo esto, pareó con eficacia y, algunas veces, con brillantez. Siempre bien colocado, la afición ha reconocido una labor de TORERO, aunque sea de plata. 2º) Fuente Ymbro: por último, y para cerrar este pequeño cuadro, he dejado a la ganadería de Fuente Ymbro, con su propietario Ricardo Gallardo a la cabeza. La novillada lidiada en San Isidro fue, simplemente, maravillosa, consiguiendo que los aficionados hasta se abrazaran después del festejo por la emoción que hubo en el ruedo. Muy bien presentada, brava en el caballo, y con gran casta, de mayor o menor nobleza, pero de una enorme importancia. Se le dio la vuelta al ruedo al sexto de la tarde cuando, igualmente, la merecían cuarto y quinto. Saludó el mayoral desde el tercio una gran ovación de reconocimiento. Siempre la guardaremos en nuestra memoria. La empresa nos privó de verla de nuevo en la Feria de Otoño.