
DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo.
Domingo 11 de mayo. Reses de Fuente Ymbro en corrida de toros para la tercera de abono del ciclo isidril y sobreros de la ganadería de Chamaco (1º bis y 5º bis). Mal presentada en su conjunto, de escaso juego en el caballo y con un acomplejado sexto que a duras penas aprobaría como novillo. Suma otro suspenso Gallardo con este segundo compromiso en su particular temporada venteña. Destacó el juego muletero del jugado en cuarto lugar, que pasó de puntillas por el trance del caballo. Tarde fría y larga, con 21.698 espectadores al inicio del festejo – según la empresa – y unos miles menos cuando por fin asomaba el último de la tarde.
Miguel Ángel Perera, de verde manzana y oro. Estocada entera, ligeramente caída, saliéndose de la suerte. Silencio tras dos avisos.Dos pinchazos, estocada caída y trasera. Saludos tras aviso.
Paco Ureña, de rioja y oro. Pinchazo y al rincón. Silencio tras aviso. Dos pinchazos y estocada entera caída. Aviso y silencio.
Ginés Marín, de grana y oro. Estocada baja al segundo intento. Silencio. Estocada de perfecta ejecución, ligeramente desprendida. Vuelta al ruedo.
Presidente. D. José Luis González González. Ante la ausencia de petición, no se le presentaron complicaciones a la hora de conceder trofeos. En el debe, su nulo rigor para garantizar una suerte de varas íntegra y completa, especialmente en el cuarto, que se fue sin picar. Contuvo la petición del cambio de tercio en el quinto bis y exigió un nuevo encuentro con el caballo del corraleado de Chamaco. Dudó a la hora de devolver el quinto de la ganadería titular, asomando el pañuelo verde inmediatamente después de ordenar el toque a banderillas.
Tercio de varas. Como viene siendo habitual, mala ejecución en manos de peores profesionales. Ni una sola vez se le dio el pecho a los toros en el cite; en su lugar, se huye a la velocidad que permiten los tanques de Equigarce de la rectitud con el animal, presentándoles un muro infranqueable y absurdamente defendido por los monosabios.
Cuadrillas. Sin especial mención, destacó la tarde de Daniel Duarte, que recibió palmas tras su lidia al primero.
1º FANTASMÓN: nº 20. Castaño, 581 kg, nacido en septiembre de 2019. Toro de la ganadería de Chamaco, criado en la Venta del Batán. Tardó en fijarse en los capotes que le ofrecían, con muestras evidentes de llevar muchos meses en los corrales. Buscó la salida en los dos encuentros con el caballo y el refugio de las tablas tras la segunda tanda. Silencio en el arrastre.
2º HERÁLDICO: nº 75. Negro, 540 kg, nacido en septiembre de 2020. En la línea general del encierro de Fuente Ymbro, arrancó algunas palmas sin criterio debido a su conformidad ofensiva de pitones. Largo y zancudo, se salió de la suerte de varas sin pelea alguna. Nuevamente, recibió palmas aisladas en el arrastre.
3º REGATERO: nº 149. Negro, 522 kg, nacido en diciembre de 2020. Como se le cantó desde el tendido, una ratita al que le tapaba algo la cara. Buscó los cuartos traseros del caballo, recibiendo un gran castigo de Guillermo Marín, que recargó una y otra vez, de cualquier manera, ante la imposibilidad de mover la pesada cabalgadura. Recibió varios puyazos a la altura del costillar. Silencio en el arrastre.
4º AMARGADO: nº 184. Negro, 548 kg, nacido en noviembre de 2019. Toro cinqueño al que la edad no le dio la categoría que merece esta plaza. Empujó en la primera vara y no recibió castigo en el segundo encuentro, siendo trasero y breve el primer puyazo. Debió entrar una tercera vez al caballo, pero el presidente concedió el cambio. En la muleta, se arrancó de largo y estuvo toda la faena embistiendo a la muleta de Perera. Sin duda, condicionado por su paso testimonial por el caballo. Ovación en el arrastre.
5º ROMPEOLA: nº 8. Negro bragado meano, 574 kg, nacido en septiembre de 2019 y, como el primero bis, ciado al amparo de la empresa en la Venta del Batán, pese a llevar el hierro de Chamaco. Toro bajo de agujas y corto de manos, con evidencias de haber pasado por un excesivo manejo. Ni los tres encuentros que exigió el presidente consiguieron fijarle en el caballo. Hizo algún extraño de salida que intuía algún defecto en la vista y en una mano. Descompuesto en la embestida. Pitos en el arrastre.
6º SEÑORÍO: nº 212. Negro bragado meano, 570 kg, nacido en septiembre de 2019. El mas anovillado del encierro, pese a sus cinco años cumplidos. En el peto empujó con un pitón, buscándole las vueltas al caballo. Manso con mucho peligro en la muleta. Silencio en el arrastre.
Arrancó la tercera de abono con el mismo frío que inició el ciclo continuado. Y así se mantuvo durante toda la tarde, que se alargó hasta mas allá de las nueve y media en un festejo tedioso. El encierro que presento Fuente Ymbro, muy alejado de la presentación a la que nos había acostumbrado años atrás, se completó con dos sobreros (1º bis y 5º bis) de la ganadería de Chamaco criados por la empresa en la Venta del Batán desde que allí llegaron meses atrás. Poco a poco se va desmantelando el anejo al Zoo de Madrid que nos quieren imponer desde los profesionalizados sectores taurinos. Solo confiamos en que este desalojo forzado por los actores de la empresa sirva para afrontar, de una vez por todas, la tan anhelada y prometida reforma integral de este espacio que tiempo atrás fue maravilloso.
Abría la tarde Miguel Ángel Perera con el primer sobrero de Chamaco y por poco casi la cierra sin haber terminado el trasteo de muleta. Poco le importaron los dos avisos que escuchó y las imperantes súplicas del tendido para dar por finalizado el primer acto. Allí se mantuvo, como el que habla de su libro sin levantar el mas mínimo interés entre los que asistentes. Con el segundo de su lote tuvo un inicio arrollador, citándolo de rodillas y cambiándoselo por la espalda antes de recetarle una trincherilla con el habitual remate de pecho. Le dio distancia al toro, que solo veía la muleta que se le presentaba entre esos pasitos de mal gusto que se dan entre muletazo y muletazo para ganar distancia al toro y perder pureza en el trasteo. Había conseguido enganchar a gran parte de la plaza y solo tras el segundo pinchazo se disiparon todas las dudas que desde el tendido se posaban en la presidencia.
Llegaba Paco Ureña a su primera comparecencia de la feria, que tras replicar el quite planteado por Ginés Marín al segundo de la tarde escuchó la única ovación. El viento, que se hizo presente durante toda la tarde, no impidió que por estatuarios iniciara la faena. Y allí se quedó, sin cerrar al toro y sin alzar el vuelo. Con el de Chamaco que hizo de quinto bis tampoco se entendió. El animal arrollaba y soltaba la cara en cada arrancada a la muleta de Ureña, que liquidó su tarde en el mas absoluto silencio.
El premio de la tarde llegó cuando ya había anochecido. Tras una estocada de impecable ejecución, que cayó ligeramente desprendida, se obsequió a Ginés Marín con una vuelta al ruedo con división de opiniones a la caída del sexto. Estuvo firme con la muleta ante un Señorío que no tenia buenas ideas. Al primero de su lote, que parecieran haberle picado con cartuchos de escopeta, le sacó de las rayas del tercio con torería. Y ahí se quedó, mientras los tendidos se preguntaban que había pasado con el reloj del presidente.
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