DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Corrida de toros. Cinco toros de Valdefresno (de don Nicolás Fraile) y un remiendo (6º) de Hermanos Fraile Mazas (hijos de don Nicolás), del mismo encaste Atanasio-Lisardo, bien presentados, con astifinas defensas, casi todos mansos, flojos y en el límite de sus fuerzas, con escasa casta, la mayor parte perdida, suponemos, en el mueco, al quitarles las fundas. Esto de las fundas no puede seguir así y habría que reglamentarlo o incluso prohibirlo. En resumen, medios toros, algunos fáciles y otros menos, de acuerdo a la lidia que recibieron.
1º) Nº 50, Buscatodo, colorado ojo de perdiz, 538 kilos, nacido el 12/06. Manso y flojo, intentó dos veces saltar al callejón aunque no pudo por su falta de fuerzas y escaso poder. Puyazo trasero y caído de Manuel Molina, intentando quitarse el palo y saliendo suelto y otro igual tapando la salida. Cedido por “Frascuelo” al mexicano Espínola para que éste confirmase la alternativa. Noble pero muy flojo en la muleta y sin emoción alguna en sus embestidas. Prendió al torero pero le perdonó tras voltearle. Silencio en el arrastre.
2º) Nº 92, Cigarro, negro, 526, 9/06, cinqueño. Justo de casta y de fuerzas, sin ser parado, tomó al relance y por los adentros un puyazo trasero sin emplearse de Manuel Montiel, tapándole la salida y otro trasero y caído, empujando ahora un poco más. Apretó en banderillas hacia las tablas. Noblón y con recorrido en la muleta de Frascuelo que lo sacó a los medios donde el toro apretaba menos, dejando respirar al veterano maestro. Silencio en su arrastre.
3º) Nº 104, Lironcito, negro, 512, 4/07. Ofensivo y con recorrido de salida. Tomó un picotazo caído al relance de Antonio Joaquín Carrasco y otro picotazo trasero. Tras el desastre de seis pasadas en banderillas, explicado en el apartado de “cuadrillas”, el toro llegó a la muleta pidiendo los medios pero se acabó pronto y quedó a la defensiva, desarmando por dos veces al torero. Silencio en su arrastre.
4º) Nº 127, Fardero, negro, 593, 4/07. Muy manso pero con algo de casta, entró por dos veces al relance y recibió dos puyazos caídos y traseros de Juan Manuel Sangüesa. Muy quedado en los dos tercios siguientes y tendencia a las tablas. En las afueras protestaba y no se dejaba. Silencio en el arrastre.
5º) Nº 58, Buscador, negro, 534, 9/06, cinqueño. Flojo de remos de salida, manso y escasa casta. Metido casi bajo el peto, Agustín Collado le pegó un puyazo trasero haciendo la carioca y luego otro más trasero y caído, se repuchó y escapó suelto. Estuvo persiguiendo en banderillas hacia las tablas, pero en la muleta y tras ser bien lidiado, más que noble era “Sor Gertrudis” en los medios, aguantando casi hasta el final. Palmitas en el arrastre.
6º) Nº 22, Madrileño, negro, 594, 1/07. Remiendo de Hnos. Fraile Mazas. El más ofensivo por delante pero manso, descastado y de pocas fuerzas. Tomó un puyazo trasero y al relance y luego un picotazo aún más trasero de Francisco María. Persiguió en banderillas y llegó a la muleta sin transmisión alguna, donde mostró su falta de casta ¿Por las fundas? ¡Quién sabe! Silencio en el arrastre.
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- CARLOS ESCOLAR “FRASCUELO”:(de lila y oro con cabos negros). Pinchazo caído sin soltar en suerte natural y pinchazo hondo desprendido y atravesado en suerte contraria y se echa pero se levanta solo; otro pinchazo sin soltar, AVISO y tres descabellos. Saludos. Pinchazo caído defectuoso y descabello. Saludos.
- FERMÍN ESPÍNOLA: (que confirmó alternativa, de purísima y oro). Media desprendida y atravesada en suerte contraria perdiendo la muleta, AVISO y descabello. Algunas palmitas. Estocada muy baja y atravesada. Insuficiente petición. Vuelta al ruedo.
- ANDRÉS PALACIOS: (de catafalco y oro). Pinchazo caído, otro en los bajos, otro arriba y otro más caído, AVISO y descabello. Silencio. Tres pinchazos y media tendida, desprendida y atravesada. AVISO y descabello al segundo intento. Silencio.
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Cuadrillas: Mal los montados, como siempre, picando trasero y caído en general. Penosa la lidia de “El Chano” en el primero, con su tradicional capote “de varillas” o “de ala delta”. Así no se puede “informar” al matador de cómo embiste el toro. Excelente David Adalid, tanto lidiando con el capote al segundo como banderilleando al cuarto, aguantando los parones de este último en el embroque. El flaco peón de San Martín de Valdeiglesias confirmó que es uno de los mejores subalternos actuales del escalafón. Sus compañeros de cuadrillas, el peruano “Torres Palacios” y Angel Sopeña sufrieron y fueron perseguidos tras parear al segundo. Bien Mingo Siro en la lidia del manso quinto y “culpable” de su buen comportamiento luego en la muleta. José Antonio Galdón “Niño de Belén”, un banderillero siempre muy seguro, clavó hasta tres veces sus pares en el tercero, cayéndose los seis palos y a Angelino Felipe “Niño de Santa Rita” le pasó también una vez en este toro ¿Estaban defectuosos los pinchos o Taurodelta ahorra ahora haciendo banderillas más baratas? De esta empresa, cualquier cosa puede esperarse.
Tercio de varas: a los animales por regla general se les dio muy poco por los del castoreño, mal de colocación los puyazos y livianos por la justeza de fuerza de alguno de los novillos. Al que más se le dio fue al sexto, tres puyazos, algo muy excesivo aunque el animal arreó muchísimo en el peto.
Incidencias y otros: Tarde primaveral, calurosa y sin viento, ideal para la lidia. Gran cantidad de “guiris” en un tercio del aforo. Se obligó a saludar a “Frascuelo” tras el paseíllo, quien a su vez invitó a hacerlo a sus compañeros. Palacios le brindó su primero. Muchos espectadores llegaron al segundo e incluso al tercer toro porque las colas eran largas ante las pocas y lentas taquillas. Taurodelta, la amiga de su bolsa y enemiga de la fiesta.
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La última corrida de toros de la temporada, desde su inicial planificación ya tenía claroscuros para los aficionados. Por un lado estaba la ilusión de ver de nuevo a “Frascuelo”, un veterano de 64 años maltratado por los toros y por el taurinismo pero muy querido en Madrid por sus detalles de torería añeja, Fermín Espínola, un mexicano ya consagrado en su tierra, que venía a confirmar a los 34 años su doctorado y Andrés Palacios, un albaceteño que en su última actuación el 7 de agosto pasado había cortado una oreja (al igual que “Frascuelo” ese mismo día) y que quería demostrar que no había sido por casualidad. Sin embargo, la ganadería elegida por la empresa era la de Valdefresno, de uno de los hermanos Fraile salmantinos (otra más, esta vez de don Nicolás) y ahí ya los aficionados desconfiamos, pues aunque sabíamos que su presentación iba a ser correcta (como así sucedió) ya conocemos de sobra en qué estado de descastamiento (agravado al quitar las fundas para embarcarla) y al límite de fuerzas se encuentran estas vacadas de medios-toros y lo difícil que es triunfar en Las Ventas con ellos. Todo se ajustó al guión previsto, pudiendo disfrutar de algunos detalles intensos e interesantes, aunque en tono menor, otros malos y alguno que nos acercó casi a la desesperación.
Carlos Escolar “Frascuelo” estuvo en su línea. Con el segundo de la tarde se esforzó al máximo, mostrando detalles de su torería, especialmente en los recortes, en los remates de las series, pero en cuanto los toros le apretaron su falta de facultades se puso en evidencia, incluso con estos medios-toros. Especialmente en el cuarto, un manso con querencia a tablas con el que lo pasó mal. En su primero, incluso, si llega a matar pronto, su público, ese que tanto le queremos en Las Ventas, le hubiésemos pedido la oreja, perdonándole su forma de echarse fuera en la ejecución de los pases y su figura contorsionada al paso del burel. A pesar de todo, sólo sus detalles añejos en los trincherazos por bajo y las medias verónicas de remate valen más que la mayoría de los mantazos que solemos ver un día sí y otro también a esos que algunos interesados juntaletras consideran como los “consagrados”. Por eso y por el cariño que se le tiene se le invitó a saludar al final de sus trasteos, pues tiene un enorme mérito anunciarse en Madrid a su edad, aunque sea con estos toros de escasa casta. Lástima tener que hablar del esperpento que supuso verle tan mal vestido, con una taleguilla sin apretarse los machos en los gemelos, con lo que una de las perneras le llegaba casi al tobillo y la otra más arriba, el descalzarse sin venir a cuento en sus dos faenas de muleta en un día seco y soleado y por fin el verle con su rizado pero ralo pelo, exageradamente negro. Con lo bonito que es ver las canas en los toreros veteranos...
El azteca Espínola ha refrendado la línea de sus compatriotas, que este año se han prodigado en Las Ventas. Es un torero maduro, que sabe lo que ha de hacer, cómo torear y llegar al público. El problema fueron los medios-toros de Valdefresno. Aunque con el de su confirmación no llegó a acoplarse y conectar con el tendido, en el quinto, un manso que fue bien lidiado pero que tenía algo de casta, cuando llegó el último tercio estuvo muy lucido y por encima del toro, desgranando los mejores y más largos muletazos de la tarde, con ligazón y temple, superando la falta de fuerzas y la escasa casta del animal y consiguiendo que surgiesen los olés en los tendidos. La faena era de oreja pero la estocada caída y atravesada enfrió los ánimos de la mayoría. En México u otros lugares valdrá pero no en Las Ventas. No obstante dejó el listón alto y los aficionados queremos volver a verle la temporada próxima. Con otros toros, por supuesto. Puede ser un valor a tener en cuenta en este panorama de vulgaridades que nos rodea.
Andrés Palacios comenzó con buenas intenciones pero no se encontró a gusto. Recibió de capote a sus dos enemigos, siéndole jaleadas por algunos las pueblerinas verónicas... pues casi todas fueron aliviadas por el pasito atrás (recogiendo la pierna de entrada en el embroque), no perdonó los quites aunque quedaron deslucidos al mover los pies y con la muleta no pasó de discreto y vulgar con sus dos oponentes. Su primero se descompuso en banderillas tras tantas pasadas infructuosas y se acabó pronto, quedando a la defensiva y desarmándole por dos veces. El sexto, un mulo sin transmisión no le dio oportunidad alguna o él no la supo buscar. Como tampoco estuvo bien con los aceros ambas labores fueron silenciadas al final. Una tarde anodina para él. Lo más torero que hizo fue permanecer a distancia entre “Frascuelo” y Espínola en la ceremonia del protocolo, pues el testigo debe estar atento al toro, para evitar que se arranque a los que están en la cesión de trastos y no a lo que se dicen padrino y confirmante. A ver si cunde el ejemplo y se enteran algunos.
En resumen, hubo de casi todo en la tarde, por lo que al menos no fue soporífera. Si la empresa se hubiese preocupado algo más de la afición, contratando toros que hubiesen aportado la emoción, quién sabe si la de la última corrida de la temporada podía haber sido una tarde histórica, o al menos para recordar. Pero para eso es necesario no comprar medios-toros en los saldos, que es lo que hace generalmente Taurodelta. Y la CAM se lo tolera. Y al parecer se rumorea que la quieren renovar. No, por favor, no. Los aficionados estamos indefensos. Los que deben defendernos no lo hacen.