DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
05 de junio de 2014 | Escrito por Yolanda Fernández Fernández-Cuesta | Fotografías de Constante
Corrida de toros del Puerto de San Lorenzo; en general bien presentados que haciendo honor a su encaste Atanasio-Lisardo, otro más casi extinguido, salieron fríos y fueron a más en el último tercio. El primero inválido de libro fue devuelto en el segundo tercio, el primer sobrero también del mismo hierro. Alguno sospechoso de pitones como el segundo. Desarrollaron mansedumbre excepto el segundo y el tercero que acudieron presto al caballo; desarrollaron boyantía y nobleza en la muleta; tampoco fueron un derroche de casta pero el tercero y el sexto fueron embestidores, estando por encima del torero. Debo reconocer que me llevé una grata impresión del ganado tras años de pasear por el ruedo de Madrid flojedad y descastamiento a raudales. Esperemos que sea muestra de recuperación de la ganadería.
Algo más de tres cuartos de entrada en tarde calurosa.
Juan José Padilla: vestido de berenjena y oro. Dos pinchazos, el segundo trasero y caído, descabello. Silencio. Dos pinchazos y estocada baja algo atravesada. Silencio.
Manuel Jesús El Cid: vestido de verde esperanza y oro. Tropieza y marra con la espada, pinchazo, estocada caída atravesada: Ligeras palmas. Estocada trasera, casi perpendicular, necesitó de cinco descabellos para acabar con el toro. Pitos.
Daniel Luque: vestido de nazareno y oro. Pinchazo hondo, aviso, un descabello y oreja. Pinchazo, estocada y oreja. Puerta Grande.
Presidente: En el palco Julio Martínez que estuvo mal. Debió echar al corral al primero antes del primer tercio pues era notoria su invalidez por lo que recibió una fuerte bronca, también recibió fuertes protestas por devolver al flojísimo segundo toro, Langosto I; en cambio sí estuvo veloz para sacar el pañuelo blanco al final de cada faena de Daniel Luque, (la segunda sin mayoría) con síntomas urgentes de querer abrirle la puerta grande. ¿Cuándo se multará a los mulilleros por la descarada lentitud con que hacen su trabajo esperando las propinas correspondientes?
Cuadrillas: Buenos pares al tercero de El Algabeño; buena lidia de José Miguel Neiro al sexto del que sufrió un puntazo al salir de clavar el tercer par de banderillas. Susto de Curro Robles que fue arrollado al poner en suerte al caballo al tercer toro.
Tercio de varas: en general mal picados, picotazos traseros y sin colocar, saliendo sueltos de la suerte; muy mal Jesús Ruiz Espartaco picando al quinto en la paletilla sin rectificar, recibe una bronca y en el callejón se enfrenta a un espectador.
Toros:
Primer toro: Campanito, de 554 kgs., tras ser picado en el segundo tercio es devuelto por su extrema invalidez.
Primer toro Bis: Bilanero, de 582 kgs. Blandito, mansea, soso, descastado: puyazo sañudo trasero sale y suelto a trompicones; picotazo y rápido levanta la vara; llegó sin fuerzas a la muleta. Silencio.
Segundo toro: Langosto I, con 551 kgs. Cumple en el caballo, soso, sin casta; Picotazo empujando, sale muy suelto y otro picotazo en lo alto del que sale cayendo; protestas al palco pidiendo su devolución que no fueron atendidas por el presidente. Silencio.
Tercer toro: Cartuchero de 573 kgs. Flojo, manso, soso, llegó con más brío en la muleta, embestidor; se empleó bien en el caballo, levantó al jaco y recibió un picotazo y tras dejarlo en suerte Curro Robles el toro no quiere acudir al caballo recibe un puyazo trasero en alto saliendo muy flojo. Aplausos en el arrastre.
Cuarto toro: Pitito de 584 kgs. Manso, escaso de casta que embistió en el tercio de muleta; recibe dos puyazos saliendo suelto sin empujar. Silencio.
Quinto toro: langosto II, de 604 kgs. Atacado de romana, soso, que fue a más en la muleta embistiendo pero que se acabó pronto. Muy mal picado, puyazo trasero en la paletilla sin rectificar, sale suelto, otro puyazo mientras el toro pierde las manos. Silencio.
Sexto toro: Mariposino con 570 kgs. Flojo, manso, embestidor que se acabó pronto en la muleta. Puyazo caído sale suelto perdiendo las manos; puyazo sin empujar el toro. Silencio.
Si señores, Madrid ha tocado fondo. Una tarde más de triunfalismo barato, de orejas pedidas por públicos eufóricos y aplaudidores de la nada y el todo que por lo visto no han visto nunca lo que de verdad es torea; que sacan el pañuelo a la más mínima pinturería o monería de un torerito de los modernos, eso sí, apadrinado por uno de los que forman el triunvirato de la empresa de Madrid… y con más copas en el gañote de las que nunca se ha visto pasear por este coso -¡lo que se está bebiendo en este San Isidro¡- Todo ello revuelto bajo la atenta mirada de presidentes que presuntamente, siguen precisas instrucciones de prensa, empresa, apoderados, mandones, viejas glorias… para maquillar a base de orejas algunas sin petición mayoritaria, lo que es un desastre actual de la nueva Tauromaquia, han convertido la puerta grande de Madrid en pura pantomima del éxito. Y claro ha dejado de ser eso grande, para convertirse en algo casi rutinario y sin mérito auténtico sobre todo cuando se anuncian las figuras o los podernantes de la casa. ¿Me quieren uds, decir que tienen que ver algunas de la salidas por la puerta de Alcalá que hemos visto este San isidro con las grandes tardes de un Antonio Bienvenida, Camino, Joselito, Rincón, Esplá, Romero, Ruiz Miguel, José Tomás…?. Nada absolutamente nada. De aquellas los aficionados todavía guardamos recuerdos pero les reto a que sinceramente me digan de qué se acuerdan de alguna de las más recientes pues la vulgaridad sin emoción ha estado presente en casi todas. Desde aquí un advertencia. ¡cuidado con los excesos! pues cuando el triunfo deja de ser algo verdaderamente excepcional y entra en la rutina, deja de ser importante y pierde su esencia. Ya va a tener poca importancia en la carrera de un torero abrir esa vieja e histórica puerta que antes llevaba a la gloria y ahora apenas a uno o dos contratos en cualquier plaza, que no se equivoquen.
Padilla en Padilla, bastante hace. Vino a cobrar, a poner banderillas a su estilo, a torear desde fuera, sin temple alguno, retorcido sin ligar ni un pase con los consabidos pasitos atrás a su primero. En el segundo de su lote más de lo mismo, enganchones, toreo abusando del pico, fuera de cacho, sin cruzarse a un toro que fue a más y que estuvo muy por encima del torero pues hubiera necesitado que le plantaran por delante la muleta y le llevaran toreado para rematar el pase, eso es lo no hizo Padilla ;el toro mandaba en el torero y le toreaba a él; mal sin paliativos.
El Cid, como ocurrió en su anterior actuación, dio un recital de destoreo y miedo. ¡Ya no es mi Cid¡, siempre le espero pues no es posible que se le haya olvidado torear pero en el ruedo demuestra abulia, falta de ganas, que viene a pasar el trago y a cobrar los emolumentos. En su primero, apatía, no querer ver a sus toros, desaprovechar ocasiones con un trasteo sin mando, fuera de cacho, periférico…desastre. En el quinto, al que recibió toreó con bellas verónicas, parecía que iba a enmendarse pues citó de lejos a un toro que fue a más y embestía, pero como le entró el miedo empezó un toreo encimista desaprovechando las condiciones del toro, ahogando las embestidas y dejando patente su incompetencia. Lo quería enseñar como un mal toro que no era. Un consejo de aficionada y admiradora, debe replantearse su futuro seriamente.
Daniel Luque , la eterna promesa de torero artista estuvo muy por debajo de sus toros a pesar de los trofeos. Muchos pases sin mando ni temple al tercero, sin cargar la suerte y el toro se va sin torear; naturales retorcidos con la derecha tras tirar el estoque simulado, ¡cómo se ponga de moda…!En el sexto, un buen toro en la muleta al que no mandó en ninguna fase, se dedica a dar trapazos y mantanzos por doquier sin hondura ni dominio, muy perfilero y con monerías pero sin torear de verdad. Toreo moderno aprovechando que el toro de buena condición iba y venía sin ningún dominio del torero…otro que se fue sin torear. Eso sí, la moda de correr al centro del ruedo cuando cae el toro para con los brazos en alto animar a que tras la vulgar faena la gente pida la oreja, penoso. Y se la dieron. Y se abrió de nuevo la puerta grande, así con minúsculas. Una más de esas que mañana no recordaremos.
En fin, si con estos muy aprovechables toros la terna no ha estado a la altura, ya me dirán qué esperan para triunfar de verdad porque lo de Luque fue un camelo. Los buenos toros ponen al mal torero en su sitio. ¿Cuándo vamos a cambiar el reglamento de Madrid para que se abra esa Puerta Grande con tres orejas cortadas, dos en un mismo toro…? Es urgente, Madrid está bajo mínimos, casi muerta.