DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
19 de mayo. Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo.
Feria de San Isidro 2018, 12ª festejo de abono.Corrida de toros.
Ganadería
Se lidiaron 5 toros de la ganadería de Alcurrucén y 1, lidiado en sexto lugar de Lozano Hermanos, de procedencia, Carlos Núñez en la línea de Rincón. Mansos de solemnidad, descastados y algunos blandos. Mal presentados, al quinto le salvaba la cara y fue protestado de salida. El tercero, cuarto y sexto, pitados en el arrastre. El único que se salvo del desastre ganadero fue el segundo por su juego en la muleta.
Terna:
- Curro Díaz: De turquesa y oro. En su primero estocada baja. Saludos. En el cuarto Pinchazo perdiendo la muleta y descabello. Silencio.
- Joselito Adame: De salmón y oro. En el segundo de la tarde, bajonazo de juzgado de guardia. División de opiniones cuando saluda. En el quinto estocada baja que enaltece a la masa de ignorantes. Oreja como si de una plaza de pueblo se tratara.
- Juan del Álamo: De verde botella y oro. En el tercero Estocada trasera, caída y tendida. Silencio. En el sexto estocada saliéndose de la suerte y dos descabellos. Aviso. Silencio.
Presidente: D. Jesús María Gómez Martín
Concedió un trofeo a Joselito Adame implorado por un público con unos mínimos conocimientos de la lidia, ante una faena bullanguera. Los aficionados protestaron esta concesión, pero fue predicar en el desierto. El sexto entró al caballo cuatro veces y no fue picado. El animal debió ser condenado a banderillas negras, pero el presidente cambió el tercio sacando el pañuelo blanco ante la sorpresa de los aficionados. El público bullanguero protestó pidiendo su devolución. Vivir para ver.
Suerte de varas:
- Letrilla. 581 kg. Negro listón: 1ª Vara: El toro fue castigado trasero, se defendió y el picador lo castigó, saliendo suelto del embroque. 2ª Vara: Recibió un picotazo, volviendo a salir suelto. Manso sin paliativos.
- Segoviano. 564 Kg. Negro, chorreado, girón, bragado corrido. 1ª Vara: Se dejó pegar saliendo suelto de la pelea. 2ª Vara: Acudió suelto, se repuchó y volvió a entrar al relance. En el caballo hizo un juego de manso y en la muleta estuvo por encima del torero, marchándose sin torear.
- Descarado. 520 Kg. Colorado: 1ª Vara: En cuanto sintió el hierro cantó la gallina saliendo huyendo del caballo. Acudió de nuevo al relance y volvió a hacer lo mismo: 2ª Vara: Volvió a entrar suelto, saliendo suelto sin encontrar un capote que lo fijara. Manso en el caballo y en la muleta.
- Correnoches. 505 Kg. Colorado. 1ª Vara: Entró al caballo, y el piquero marcó en los bajos rectificando. El animal salió huyendo de la pelea. 2ª Vara: Se dejó pegar pero sin emplearse, volviendo a salir suelto. Su juego fue de manso con algunas dificultades en la muleta.
- Rondeño. 506 Kg. Colorado. 1 Vara: Acudió suelto y salió como alma que lleva el diablo al sentir el hierro. Acudió al picador de reserva, apretando en los terrenos de querencias. Volvió al picador de contra querencias 2ª Vara: Volvió a salir suelto con un picotazo como castigo. El animal, manso de solemnidad.
- Alcachofa. 570 Kg. Castaño. 1ª Vara: Salió huyendo al sentir el castigo. 2ª Vara: Recibió un picotazo defendiéndose. Las dos veces que volvió a entrar al caballo tuvo el mismo comportamiento. Manso de banderillas negras.
Cuadrillas y otros.
En tarde de temperatura agradable, la plaza rozó el lleno. Hecho que sorprendió a los aficionados habituales.
En el segundo de la tarde tuvieron que desmonterarse los subalternos, de la cuadrilla de Joselito Adame, Miguel Martín y Fernando Sánchez. Este último puso un par de poder a poder.
Comentarios:
El ganado de la casa Lozano ofreció un juego propio de carne de matadero. Toda la corrida vino cinqueña y la mayoría de los astados a punto de cumplir los seis años. En una reflexión de aficionado pensaría: la empresa habrá comprado un saldo y el ganadero aprovechó para hacer una limpieza de corrales. A le sorprendería el hecho.
El primero de Curro Díaz no se empleó en el capote saliendo suelto de la suerte. Al comienzo de la faena de muleta lo primero que hizo el torero fue brindar al respetable. No sé lo que vio el torero de Linares para brindar un animal que solo había demostrado su condición de manso. El torero se dobló con su enemigo y a continuación le recetó una tanda de derechazos sin colocarse, consiguiendo templar algún pase suelto. El animal mostró blandura y poco recorrido en la muleta Al intentar pasarlo al natural sufrió un tropiezo y el toro lo enganchó lanzándolo por los aires, afortunadamente sin consecuencias. Continuó con la mano derecha pero escondiendo la pierna contraria. Volvió a intentarlo por el pitón izquierdo pero su enemigo ya no estaba para más trotes. Al cuarto lo recibió con unos doblones de castigo, pero el animal buscaba la presa al final de cada muletazo. En el toreo en redondo no consiguió acoplarse a las dificultades que le presentó el burel. Al natural el toro no le permitió ningún detalle de maestro, por lo que decidió tomar el acero y despenarlo.
Joselito Adame se encontró en el quinto un manso que estuvo buscando la puerta de la dehesa desde que apareció en el ruedo. El mexicano anduvo detrás de su enemigo hasta que encontró las querencias de toriles, Allí su faena halló la dimensión que buscaba, y con unas series donde solo apareció el alivio de su muleta junto a un valor descafeinado, se dedicó a dar trapazos consiguiendo llegar a la prole de incondicionales a este toreo bullanguero que le aunaron al triunfo. Fue una faena de pueblo de poca monta. Al segundo de la tarde Adame recibió a un abanto enemigo con unos estatuarios, con unos remates muy toreros. En el toreo en redondo solo consiguió un pase con cierto empaque, ya que toda su labor estuvo manchada por la vulgaridad, al no conseguir acoplarse a un enemigo que estuvo por encima de lo que ofreció el torero, limitándose a acompañar el viaje y mostrando mucha desconfianza en el toreo al natural.
Juan del Álamo brindó si primero, un manso que tampoco mereció tal honor, pero se lleva mucho el brindis. Se dobló con su enemigo sacándolo a los medios. En este terreno intentó el toreo al natural, pero el animal no se entregó, por su condición de manso, acudiendo al engaño con la cara alta. Al intentarlo por el pitón izquierdo tampoco encontró en su enemigo la respuesta que buscaba. En el sexto y también ante un manso de escuela, el salmantino se lo sacó a los medios sometiéndolo por bajo, recetándole a continuación una tanda de derechazos donde le faltó la colocación, dedicándose a acompañar la embestida. Por el pitón izquierdo el toro acudía al engaño con la cara alta y el torero no consiguió bajarle la mano y meterlo en la muleta como hubieran deseados los aficionados presentes. El animal se volvió gazapón como defensa de su mansedumbre. Otra vez será, torero.
No dio para más ni para menos la tarde. Solo recordar que los aficionados, tarde tras tarde, encuentran un ambiente más hostil en la plaza.
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