DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Corrida de toros. Corrida de la Beneficiencia. En tarde calurosa y con lleno en los tendidos, se han lidiado cuatro toros de Victoriano del Río y dos remiendos de Garcigrande corridos en cuarto y quinto lugar. Todos ellos, como es costumbre durante esta temporada, muy mal presentados. El primero enseñó su mansedumbre desde que salió, aunque fue encastado. El resto no se salió de la doctrina juampedrera: Muy flojos, descastados y nobles bobalicones. El segundo debió ser devuelto tras caerse varias veces, además era sospechoso de pitones. Los otros, salvo el primero, como no fueron picados aguantaron como buenamente pudieron, aunque en la muleta “colaboraron” yendo y viniendo sin la más mínima emoción.
Julián López “El Juli”: Dos pinchazos y estocada caída. Pitos. Estocada. Silencio.
José María Manzanares: Pinchazo y estocada trasera. Silencio. Estocada caída y trasera. Saludos.
Miguel Ángel Perera: Pinchazo y bajonazo. Aviso. Saludos. Pinchazo y estocada caída. Aviso. Saludos.
Presidencia: Manuel Muñoz Infante, aunque parecía Manuel Martínez Uranga por la forma en que defendía los intereses de la empresa. Tercio de varas: Salvo el primero, al que le dieron fuerte, el resto fue un simulacro de picotazos, a poder ser traseros, para pasar el trámite. Destacaron con los palos Juan José Trujillo y Joselito Gutiérrez.
Ya estamos hartos de la actitud de Manuel Muñoz Infante. Lleva toda la feria haciéndonos tragar animales indignos de esta Plaza de Toros, y además mantenerlos en el ruedo tras demostrar una invalidez desesperante. Ejemplo tenemos esta misma feria con las impresentables corridas de Núñez del Cuvillo, Valdefresno, Los Recitales o Garcigrande, en las que nos coló novillos, y en la novillada de La Quinta que nos sacó becerros. Hay que ser encima hipócrita para dárselas de aficionado cuando está al mismo nivel que los otros innombrables presidentes que llevamos sufriendo varios años. Hace falta una regeneración total en el palco de la Plaza de toros de Las Ventas y que venga aire fresco e independiente a sustituir a estos impresentables que no pasan por taquilla y que un día van a provocar un altercado grave en la Plaza. Es un taurinillo más que lo único que se merece es el cese inmediato. Otro que ha pegado un buen petardo hoy ha sido Victoriano del Río. Del corridón de toros que lidió el 2006 solo queda el recuerdo. Y lo preocupante es que el nivel ha ido bajando año tras año desde aquel triunfal encierro, por lo que al final lo que da la sensación es que lo que sucedió ese día fue más casualidad que otra cosa. Hoy desde luego ha tocado fondo, y habrá que ver que pasa con la otra que tiene contratada para el viernes, porque según parece el tercero que se ha lidiado esta tarde estaba destinado a la de pasado mañana, y como los toros reseñados sean iguales otra novillada que nos encasquetan. Y el tercer petardo, multiplicado por tres, fue el los “figuras” que se anunciaban hoy. Aunque este era el único previsible y que no ha pillado a la mayoría de aficionados por sorpresa. Y eso que Perera estuvo a punto de salir por la Puerta Grande si no hubiera pinchado a sus dos oponentes. Nos enseñó el repertorio de siempre: estatuarios, llapiserinas, pases cambiados por la espalda, cambios de mano sin mover las zapatillas del suelo, arrimón en la oreja del inválido… pero también su toreo de todos los días: hacia fuera, al hilo del pitón, con el pico, llevando al toro por la periferia, sin usar la mano izquierda,… Y la Plaza se volvía loca. Es lo que tienen estas fechas en las que el abonado habitual no coge su entrada y van muchos “entendidos” a dar lecciones y a mandar callar a los que se quejan del destoreo y del medio toro. Manzanares poco pudo hacer con el inválido segundo, salvo haber evitado llevar el capote por las nubes para evitar que rodara continuamente por el suelo. Luego se quejan de que no embiste, no se mueve, no se podía hacer nada con él… El quinto también estaba flojísimo, aunque a este si le pudo hacer algo más que torearle desde Manuel Becerra como diría Fausto, al que insultaron algunos indocumentados por decir verdades. Que gente tan rara ha venido hoy a los toros. El Juli ha vuelto a pasar con más pena que gloria por esta Plaza. Su segundo se dejó hacer en la muleta todo lo que quiso y más, pero Julián ya demostró hace mucho que el camino del arte no es lo suyo. Tampoco en el primero, que fue el único animal de toda la tarde que sacó algo de emoción, nos enseñó las ganas con las que debería venir un primer espada del escalafón. Era un toro con el que había que estar decidido y dominarle desde el primer momento, pero el de Velilla en cuanto vio que tenía más dificultades de las que preveía, tiró por el camino de en medio y se fue a por la espada sin ni siquiera intentarlo. Otra tarde insufrible más en la que sobresalió negativamente sobre todos el presidente. Señor Muñoz Infante: ¡Váyase ya!.