DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Primera de la Feria de Otoño. En tarde soleada se lidiaron seis novillos bien presentados de Montealto. El juego que dieron fue muy soso debido a su poca casta. Aún así hubo de todo, como el más noble segundo o el complicado cuarto.
- Javier Herrero: Un pinchazo, estocada tendida, un descabello y se tumba el novillo. Aviso. Silencio. Resultó cogido en el cuarto.
- Pablo Lechuga: Estocada que hace guardia y seis descabellos. Aviso. Pitos. Bajonazo. Silencio. En el cuarto que mató por Javier Herrero: Un pinchazo, media estocada, estocada y descabello. Silencio.
- Thomas Jouber: Estocada que hace guardia, estocada atravesada y descabello. Aviso. Silencio. Estocada, un descabello y se tumba. Aviso. Saludos con protestas.
Presidió Trinidad López-Pastor.
Suerte de varas: Tras una buena actuación de Manuel José Bernal en el segundo, y un buen primer puyazo de su hermano Óscar Bernal en el quinto, en el cuarto vivimos uno de los peores momentos de la temporada cuando José Francisco Aguado abandonó la montura tras embestirle el novillo, y al llevar el caballo los dos ojos tapados antirreglamentariamente, salió huyendo y se estampó contra las tablas en el lado opuesto de la plaza. Debido a esto, el caballo murió unas horas después.
Incidencias: Tres cuartos de entrada. Se guardó un minuto de silencio por el 25 aniversario de la muerte de Paquirri.
Saludó Iván Romero tras unos buenos pares de banderillas al quinto novillo. En el cuarto toro resultó cogido Javier Herrero, el parte médico emitido es el siguiente: Javier Herrero sufre herida por asta de toro en tercio medio cara interna del muslo izquierdo, con una trayectoria hacia adentro de 20 centímetros que produce destrozos en los músculos abductores, contusiona vasos femorales y bordea el fémur. Pronóstico grave. Fdo: Doctor García Padrós.
Ha bajado el nivel Montealto al mostrado en anteriores temporadas. No es que en otras ocasiones fueran un dechado de casta, pero al menos tuvieron movilidad y ese puntito de picante para mantener la tarde entretenida.
El único que se salió del guión fue el difícil cuarto, que sembró el terror en el ruedo, más que nada por la pésima lidia a la que fue sometido. Le correspondió en suerte al novillero de Cuellar Javier Herrero, que se había ganado el sitio tras unas muy interesantes actuaciones en el ciclo de novilladas nocturnas de julio en las que resultó vencedor. Demostró que le faltan recursos para pechar con este tipo de animales ya que se empeñó en ponerse como si el novillo fuera la tonta del bote en vez de lidiarle y poderle, como exigía el astado. ¿Para qué están los asesores del callejón? La consecuencia fueron dos revolcones el segundo de los cuales le supuso una fea cornada que le impidió continuar con la lidia. Su primero resultó muy flojo y no aportó mucho a la causa. Entre enganchón y enganchón sacó una serie aseada, pero no pasó de ahí.
También había creado buen ambiente el novillero francés Thomas Jouber, antes anunciado como Tomasito, tras una buena actuación en las nocturnas de Julio como su compañero Herrero. Hoy ha decepcionado un poco. Es cierto que los novillos no han acompañado, resultando sus dos oponentes muy parados y sin gota de casta, pero él ha abusado mucho del encimismo, además de torear siempre al hilo y de no bajarles la mano ni una vez. Aún así es un torero al que hay que esperarle. Esperemos que la próxima temporada continúe su progresión y nos dé muchas satisfacciones.
También actuaba hoy el madrileño Pablo Lechuga en su enésima oportunidad en esta plaza y nos mostró más de lo mismo. Siempre toreando en línea recta, abusando del pico y además matando fatal. Al contrario que sus compañeros de hoy, no se merece volver en mucho tiempo.
Decepción en la primera de una feria de otoño a priori bastante atractiva, veremos a ver como acaba.
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