DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
27 de mayo de 2016 | Escrito por Luis Blázquez González | Fotografías de Iván de Andrés
Vigesimosegunda corrida. Viernes, 27 de mayo de 2016. Lleno de "no hay billetes". Tarde calurosa con rachas de viento. Dos horas y cuarto de festejo. Donde pasaron por el ruedo venteño seis toros de El Pilar y uno más como sobrero de Salvador Domecq, de diferentes hechuras y seriedades, más fuertes y cargados los tres últimos, mansos, descastados, sin clase, flojos y de poca casta en general y un sobrero de Salvador Domecq, de escaso trapío, manso y rajado. En general de nota baja.
1º Sospechor, Colorado 504Kg. Largo, humillado, orientado por el derecho y sin clase por el izquierdo. Pitos.
2º Holandero, Colorado 513Kg. Basto y falto de fuerza. Silencio.
3º Deslumbrero, Colorado 501Kg. Falto de fuerza, soso y poca raza. Silencio.
4º Portador, Colorado 598Kg. Noblote, flojo y sin casta. Silencio.
5º Sombreto, Colorado 570Kg. Noble y soso, pronto y obediente a los toques. Silencio.
6º BIS (Sobrero de Salvador Domecq). Lugarteniente, Negro 581Kg. Cinqueño, Soso, sin raza, manso y rajado. Pitos.
EL FANDI, de nazareno y oro. (Estocada corta (silencio). Estocada al encuentro (silencio).
DAVID MORA, de celeste y oro. Pinchazo y estocada. Un aviso (silencio). Estocada desprendida (silencio).
LÓPEZ SIMÓN, sangre de toro y oro. Estocada desprendida. Un aviso (palmas). Estocada corta (silencio).
Presidencia:
Vaya tarde nos dio JULIO MARTÍNEZ MORENO en la que, junto con sus asesores veterinarios debería de haber devuelto algún invalido mas.
Suerte de varas:
José Manuel González picó bien al cuarto. El resto de sus compañeros pasaron desapercibidos.
Destacaron en banderillas Ángel Otero, Domingo Siro y Jesús Arruga.
Fandi es un torero que basa su tauromaquia en dar un espectáculo, buscando en sus actuaciones la complicidad de un público fiestero, pero torear es algo más, y en Madrid todavía más, en el ruedo venteño no le valen sus trapazos, banderillas eléctricas a toro pasado, ni sus muletazos ventajosos. Empezó la tarde con una larga cambiada en el tercio. Un descuido le supuso que el primero le arrollara, gracias a dios, sin consecuencias.
Banderilleó como Pedro por su casa, pero sin exponer nada, levantando a su público de los asientos, los pitos de las banderillas le hicieron perder la claridad de ideas y en la muleta de faena se mostró desconfiado. Faena desordenada donde alivio y cortó por lo sano, gracias por ser breve. En el segundo de su lote estuvo incluso más ramplón que en su primero, más de lo mismo. Su única tarde, gracias a dios, en blanco.
Fandi, tiene su circuito, y creo que la etapa de Madrid debería verla desde el tendido, lamentablemente en el ya “dejamos de creer”.
Todos creíamos, o queríamos creer que después de lo pasado tan solo tres días atrás, no hubiera sido un espejismo, pero…., David Mora no se encontró nunca cómodo con un colorado cambiante en su embestida al que Lopez Simón realizo un quite por chicuelinas entre vara y vara. Con la muleta, Mora y trató de encontrar una continuidad que no halló. Cuando se cambio los trastos a la mano izquierda, se llevo una voltereta, que le pudo costarle caro. En su segundo, el aburrimiento por el desarrollo del festejo se había apoderado del tendido y en Las Ventas solo se escuchaban los gritos que reclamaban ¡Toros!
Hoy, lamentablemente, “dejamos de creer” y David evidenció las secuelas de 2014. No sé hasta cuándo podrá aguantar David con su evidente merma física.
Creíamos que el tercer actuante, López Simón, al que han ensalzado como figura, pero desde mi humilde opinión, todavía le queda un largo camino. En su primer toro, la excepción de la descastada corrida de El Pilar, estuvo perfilero, al que le dio alguna tanda con la muleta a media altura, pero sin mandar, solo acompañando la embestida, resulto pesado el de barajas con una faena larga y sin contenido, que el aficionado pito. De nuevo enfado al aficionado por alargar la faena al sobrero sexto de Salvador Domecq que no dio opción y que se rajo tras salir por la puerta de chiqueros. López Simón, tras sus dos tardes en San Isidro le hemos visto cuesta abajo, le aconsejamos que “no deje de creer”, el camino es largo y muchas veces amargo.
La tarde dio para poco, algún detalle nos queda en la memoria, como los pares de banderillas de Otero y solo con eso, los aficionados “no dejamos de creer”, en que la mejor tarde está por venir.