DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Se lidiaron tres toros de Juan Pedro Domecq, 2º, 4º y 6º, dos de Daniel Ruiz, 1º y 3º y uno de Victoriano del Río, lidiado en 5º lugar. Algunos protestados por falta de presentación y de juego desigual. El tercero, un inválido, fue fuertemente protestado, pero el presidente apostó por él, perdieron los aficionados y ganó el empresario. En el caballo destacar que el quito se arrancó de largo al caballo. Nada más. Es una suerte que los toreros no ponen ningún interés en su ejecución. Otros se fueron sin torear y el sexto, de nombre Secuestrador, alumbró la tarde que declinaba hacía el insufrible aburrimiento que habían ofrecido las figuras. El quinto y sexto fueron aplaudidos en el arrastre.
SEBASTIÁN CASTELLA. De marino y oro. En su primero media estocada que escupe y estocada trasera y caída que vale, tras aviso. Aplausos. En el cuarto estocada arriba que vale. Petición a la vulgaridad y vuelta al ruedo.
EMILIO DE JUSTO. De lila y oro. En el segundo estocada habilidosa que vale. Silencio. En el quinto pinchazo saliéndose de la suerte, estocada desprendida y descabello tras aviso. Silencio.
FERNANDO ADRIÁN. De marino y oro. En el tercero estocada caída y descabello que vale. Silencio. En el sexto estocada desprendida. Dos orejas y salida por La Puerta Grande.
Presidente: D. José Luis González González. Mantuvo en el ruedo al tercero, un inválido que no mereció ese trato, generando una fuerte bronca en los tendidos. Concedió la segunda oreja a Fernando Adrián en el sexto poniendo en duda el rigor de la plaza que tanto luchan los aficionados por mantener.
Cuadrillas y otros. Se celebró la corrida de La Beneficencia. Festejo que fue presenciado por su Majestad el Rey Felipe VI desde el Palco Real, Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del torero Iván Fandiño. El coso no llegó a completar el aforo. En el cuarto el torero de plata José Chacón tuvo que desmonterarse en el tercio de banderillas. Igualmente tuvo que hacerlo Marcos Prieto en el sexto en el mismo tercio. Al comienzo del festejo salieron a relucir dos pancartas donde resaltaban los siguientes textos: “El toro es nuestro rey”. Y en otra, “Nuestro tendido es una roca”. También hubo momentos que los aficionados solicitaron la dimisión de Plaza1. Adrián Torres brindó el sexto a Miguel Abellán. Tendría sus motivos.
Como expresaba una pancarta al principio del festejo, “Nuestro tendido es una roca”, será para continuar la lucha en algo que se ha vuelto sempiterno como es el fraude y el destoreo, pero a pesar de esa lucha a los aficionados nos la siguen colando tarde tras tarde. Lo sorprendente es que muchos espectadores critican la aptitud de estos aficionados. Que, ¡ojo!, fue el único tendido acompañado por la grada, que se llenó.”El 7”. ¡Curioso verdad! Así fue. Se llenó para que los empresarios, apoderados y toreros continuaran en la línea ventajista y tomándole el pelo a los aficionados. Los demás acompañantes, en gran medida, se lo tiene merecido. No protestan nada, regalan trofeos al toreo barato y ventajista, y lo que es más importante, se tragan todo lo que sale por chiqueros, incluido la imposición de las figuras del medio toro. Por supuesto con la benevolencia de Plaza1 y de los presidentes que permiten que se lidien. El empresario defiende que no encuentra toros para Madrid, y la prensa partidista en lugar de denunciarlo, se dedica a publicar comentarios tergiversados de aficionados que su único fin es defender la fiesta. ¡Curioso, verdad! O no los encuentran, no quieren pagar las cabezas de camada o las figuras huyen de estas ganaderías Donde está el ganado de Cuadri, Miura, Cebada, Ibán… ¿En Pamplona?, ¿Francia? ¿Es que los toreros eligen sus toritos? Eso es muy antiguo. Ya lo hacía Rafael Guerra, Guerrita, cuando mandaba en el toreo y nadie lo ha desterrado. Hay que tener poca ... para remendar una corrida emblemática como esta con tres hierros. Estas figuras están atracadas en el buen puerto del escalafón, de las ventajas y del toreo de líneas rectas, es decir, barato. Vienen a Madrid por obligación, con su ganado preferido y se permiten el lujo de torear como lo hicieron ayer, tanto Castella y De Justo. El primero en su regreso y el segundo después de la desgraciada cogida de hace un año, no están en su mejor momento. Han perdido el sitio y cuando esto ocurre cuesta recuperarlo. Nos gustaría que lo hicieran, pero con toros. No con carretones de ayer. El que si encontró el sitio fue Fernando Adrián en el sexto. Posiblemente los dos trofeos fueran excesivos, pero el torero intento torear y hubo momentos que lo consiguió, con una faena de algunos altibajos, pero como dije anteriormente, nos quito la amargura que nos había provocado el desarrollo del espectáculo hasta ese momento. En el tercero un inválido que el presidente apostó por él, sería el único que pensaría así, lo recibió de hinojos, pero el toro no tenía nada que ofrecer, solo que casi lo cornea. Se puso pesado, casi en un tono provocador, ya que los aficionados le suplicaban que abreviara. Los detalles de las faenas de Castella y De Justo los guardaré para otro momento, ya que solo tuvieron algunos detalles.Si tanto De Justo como Castella no estaban preparados, que hubieran declinado anunciarse, ya que La Puerta Grande que consiguieron en la última feria, y ser anunciados como triunfadores, les ha venido “muy grande”. El caso es que convirtieron esta corrida simbólica de la sociedad en un esperpento de festejo de pueblo, después de haber cambiado la programación de la corrida, estando implicada incluso la Casa Real y que vengan a aburrir a los presentes con un toreo vulgar y ventajista…
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