DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
04 de mayo de 2014 | Escrito por Rubén Sánchez Ortiz | Fotografías de Constante
Corrida de toros. 6 toros de: Juan Manuel Criado (3º, 1º y 6º); Sánchez Herrero (4º y 5º) y un sobrero de Aurelio Hernando (2ºbis).
- Fabuloso: Manso, descastado y a menos.
- Rapaz: Encastado, poderoso y que no se vio.
- Jornalero: Manso y noble.
- Astifino: Manso, con movilidad y aprovechable.
- Marinero: Flojo, soso y parado.
- Talaverano: Descastado y a menos.
J. Ramón García "Chechu": Leves pitos y pitos tras aviso.
Miguel Tendero: Oreja protestada y palmas.
Javier Herrero: Silencio y saludos tras aviso..
Suerte de varas: Se ha pasado por los dos extremos en función de la fortaleza y el poder de lo lidiado, así pues se ha visto desde el mero trámite de señalar y poco más, al masacrar sea donde sea y como sea. El cuarto desmontó a Jesús Vicente apretando sobre un pitón.
Presidencia: Don Justo Polo, sin incidencias. Acertado al devolver al inválido segundo, pues aunque ante el lidiador no había doblado las manos, no quiso esperar a que se derrumbase al mínimo sometimiento muletero. Quizá algo excesiva la concesión de trofeo a Tendero, pero respetable debido a la petición que existía.
Como punto y final a los festejos de la Comunidad, se anunciaba una corrida de Juan Manuel Criado, que hubo de ser remendada con dos toros de Sánchez Herrero (4º, que fue un manso aprovechable con movilidad y buen izquierdo y 5º flojo y parado) destacando entre los del hierro titular Jornalero 3º de la tarde, manso, que aunque sin muchas fuerzas, embistió con nobleza a media altura por ambos pitones; siendo los dos restantes (1º y 6º) mansos descastados muy venidos a menos. Se lidió, por devolución, un sobrero de Aurelio Hernando (2ºbis) un toro encastado y con mucho que torear, al que apenas se pudo ver.
Confirmaba alternativa Javier Herrero que fue silenciado tras verse obligado a abreviar en el primero, un toro que blandeó en varas, y al que apenas castigaron en su bronca y protestona pelea. Tardeando y adoleciendo su justeza de fuerzas se mostró en banderillas, teniendo muy poquito por el derecho al llegar a la muleta. Mató en lo bajo tras pinchazo. Los mejores momentos llegaron ante el sexto, que tuvo algo más aunque también se apagase pronto, y en el que hizo alarde de su pureza en dos series mandonas y ligadas por el derecho, dando el medio pecho y con la pata alante, con un pinchazo hondo le valió. Digna actuación del matador segoviano.
Como director de lidia figuraba un matador que anduvo toda la tarde desbordado, y que dejaba en manos de su cuadrilla toda la lidia de sus toros,suerte que tuvo de contar en sus filas con Ángel Otero, que estuvo muy bien toda la tarde, tanto en la brega como con los palos, tras los que saludó, se trata de J. Ramón García "Chechu", con el que debieron pensárselo algo más antes de darle la oportunidad, teniendo en cuenta su falta de sitio y más aún con la cantidad de toreros jóvenes que pudieron salir de la ocasión catapultados. A su primero, el poderoso sobrero de Aurelio Hernando, que intentaron masacrar en varas, no quiso ni verlo, tomando los aceros tras sacarlo a los medios desconfiado y quitándose. Bajonazo infame a la altura de los números de costillar. Misma historia con el cuarto, que pese a algunos extraños de salida, se centró algo tras la suerte de varas, de la que salió suelto y desentendido. A banderillas llegó tardeando, pero muestra que tenía buen pitón izquierdo en la buena brega de Otero. El Jaro, que ya había estado atropellado lidiando a Rapaz, tampoco lo arregló con los garapullos, clavando de una en una, quizá al estribo o quizá a la grupa cual rejoneador se tratase. Llegado el tercio final y tras titubear con la diestra, trató ayudado de acompañar al natural, enhebrando acto seguido el estoque en la paletilla contraria, una puntada fina, despenándolo inmerecidamente de un golletazo tras pinchazo en el sótano.
Distinto concepto de oportunidad vio en esa tarde Miguel Tendero, que entendió al suave y noble Jornalero, un astado al que apenas se le señaló en el caballo, pero que dio muestra de su fijeza y buena condición en banderillas. Pese a que faltase más ajuste y ceñimiento, dejó buenos momentos en los remates y por el izquierdo, cuajando una faena bien estructurada y en la que solo faltó cruzarse un poco más. Tras pinchar arriba, mató de una gran estocada, siéndole concedida una oreja benévola que posiblemente le abra las puertas de alguna sustitución este San Isidro. Un trofeo que fue protestado, una reacción un tanto incoherente del sector más exigente del coso, que acababa de silenciar, incluso animar, la infumable actuación del de San Sebastián de los Reyes. Ante las 3000-4000 personas que poblaban los tendidos abrevió el albaceteño con el soso quinto, una res que ya mostró su falta de fuerzas desde los primeros compases, y en la que el tercio de varas quedó de nuevo reducido a un trámite, del cual salió suelto, dejándose pegar en la segunda entrada. Muy parado llegó a la muleta, viniéndose pronto abajo.