DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
33ª corrida de feria de San Isidro. Última corrida de abono. Tarde soleada y calurosa con lleno de “No hay billetes”. Se lidiaron 6 toros de Victoriano del Río, de procedencia Juan Pedro Domecq. Corrida muy mal presentada en su conjunto. 1º y 2º chicos y 5º sin remate y sin riñones impresentable para la plaza de Madrid. Fueron mansos hasta la saciedad, dóciles y sosos. El 1º muy blando. Algo más de fondo desarrolló el que hacía 5º que finalmente se lidió en 6º lugar. En el recuerdo, permanecerá que Victoriano del Río propició su enésima Puerta Grande en Madrid. Pero no se engañen.
Sebastian Castella: De negro y oro. Pinchazo y estocada trasera. (Silencio tras aviso); Casi entera atravesada (Leves pitos).
Paco Ureña: De carmín y oro. Pinchazo y estocada desprendida (Vuelta al ruedo). Estocada algo trasera (2 orejas tras aviso). Puerta Grande
Roca Rey: De negro y oro. Pinchazo y bajonazo (Silencio tras aviso). 2 pinchazos y estocada (Silencio).
Presidente: D. José Magán. No accedió a la petición de oreja de manera acertada en el 3er toro a Paco Ureña y concedió las 2 del 6º ante la petición mayoritaria de la plaza. Debió devolver a los corrales al blando primero.
Suerte de varas: Como ha sido habitual a lo largo de la feria suerte de varas muy pobre. Se picó poco y trasero.
- 1º Descredito, 535 kg. Negro listón. Se empleó algo en la 1º vara y se dejó sujetar por el picador en la 2º donde le dejaron al relance.
- 2º Jabaleño, 522 kg. Negro listón: 1ª vara: Preciosa la media para dejarlo en suerte con el toro empujando de lado y siendo picado algo trasero. 2º vara, leve picando en el sitio.
- 3º Patatero, 563 kg. Negro. Sin poner en suerte, se deja pegar dormido en el peto sujetando el palo. Toma el 2º puyazo en el picador de la puerta ante el desentendimiento del matador por su lidia.
- 4º Curioso, 586 kg. Negro bragado meano corrido axiblanco. 1º vara empuja a media altura y acaba protestando. 2º picotazo muy leve trasero.
- 5º Asustado, 586 kg. Negro. Simulacro en varas. Nuevamente sin poner en suerte en ninguna de las 2 entradas.
- 6º Empanado: 574 kg. Negro listón. 1er puyazo en el sitio dejándose pegar el toro. En la 2ª vara dejan al toro debajo del peto señalando en buen sitio también.
Cuadrillas: Tarde sin alardes por parte de las cuadrillas. Complicados de banderillear haciendo hilos hacia las tablas que en varias ocasiones hicieron tomar los olivos con ciertos apuros. Buenos los pares de Rafael Viotti al 1º de la tarde.
Los focos de la última de abono iluminaban a Roca Rey, como cada día que se acarteló en este San Isidro. Pero quien acabó brillando, fue Paco Ureña. 1ª Puerta Grande del torero de Lorca. Su verdad y su historia desataron la locura en una plaza que parecía sacudirse así la angustia que nos invadió aquella noche del 15 de septiembre, cuando se presagiaba la gravedad de la cornada en su ojo izquierdo. La vida le debe varias a Ureña. Hoy saldó parte de su deuda con el torero, pero sobre todo, con el hombre.
El de Lorca recibió a su primero con un ramillete de verónicas con gusto, ganando profundidad trayéndoselo hacia dentro. La media para dejarlo en la 1ª vara de lujo. Quite aseado por verónicas contestado por unas chicuelinas ajustadas de Roca Rey. Y volvió Ureña en la réplica. 3 delantales que le enjaretó en un quite que volcó la plaza. El último aun está terminando. Profundidad en media baldosa. Los enganchaba llevándoselo a la cadera y más allá. Los presentes elevábamos el olé a la vez que el culo de los asientos. Loable la competencia en quites. Y como en toda competición, ganó uno. Le mojó la oreja vaya.
El de Victoriano hizo hilo en banderillas, apretando siempre para dentro. La nula colocación de Castella, casi le cuesta un disgusto a Agustín de Espartinas que tuvo que tomar el olivo con apuros.
Con la pañosa 2 primeras serie con la zurda, con el toro metiéndose por dentro. Surgió un natural estimable. En uno de los cites con la muleta retrasada, el toro se lo echó a los lomos, propinándole un revolcón que dejó maltrecha una costilla. Continuó Ureña sin darle más importancia. El toro desarrolló nobleza y sosería a partes iguales. Lo mejor llegaría finalizando la faena. De frente, 2-3 naturales hondos, rematados. Pinchazo y estocada desprendida para dar una vuelta al ruedo tras petición insuficiente.
Pasó el torero a la enfermería y no saldría hasta el 6º. Recibido por un público entregado, de nuevo vimos un notable ramillete de verónicas, más templadas por el derecho, que confirmó la extraordinaria tarde con el capote de Paco Ureña. Picado poco pero en buen sitio por Pedro Iturralde, el toro iba a ser el más potable de la mansada. Brindis al público, que desató de nuevo la euforia. Y no había empezado la faena…pero cómo empezó! 4 estatuarios sin rectificar las manoletinas rematados con 3 trincherazos torerísimos por abajo que volvieron a levantar a la plaza.
Siguió la faena por el derecho. Algunos enganchones afeaban las series. Y la falta de temple por momentos, quitaban gravedad al olé de Madrid. Al natural, colocado, sin ventajas y encajado, Ureña dejó pasajes llenos de pureza. ¿El toro? Un colaborador, que se dice ahora. Faltó una serie rotunda. Pero la emoción y la inercia de la tarde de Paco, mantenían el fervor del público. Mató de estocada ligeramente trasera, lo que hizo que el animal tardase en caer antes de que se desatase la euforia y la gente pidiese las 2 orejas al grito de torero torero. Se desbordaba la pasión. Faltaba toreo para la 2ª oreja. Pero no habíamos visto sólo una faena, habíamos visto una historia. La de un torero y la de un hombre.
Poco podemos decir de Sebastian Castella y Roca Rey. En el caso del francés no sólo de la tarde sino de su feria. Y si podemos decir algo, la palabra es vulgar. Su primer toro, además de sin trapío para Madrid, fue un toro blando. Sin historia. El 4º, otro manso de Victoriano, Castella se limitó a citar desde fuera permanentemente. El Victoriano desarrolló algunas dificultades hasta que acabó rajado a mitad de faena.
Roca Rey venía con los deberes hechos. Se desinhibió de la lidia en sus 2 toros como viene ya siendo habitual. A su primero le intentó someter en 2 series por el pitón derecho. El toro parecía buscar la muleta por abajo algo rebrincadito. El peruano tiró de líneas y se desajustó más de lo que suele. Citando al hilo y vaciando la embestida al toque de muñeca hacia fuera. Otro Victoriano que se rajó y acabó aculado en tablas. Y mientras el ganadero quitando bravura…él sabrá.
El 6º, que salió en 5º lugar, fue un animal indigno de esta plaza. De lo peor que ha salido por chiqueros en la feria. Una raspa sin remate y sin riñones. ¿y los veterinarios? Tras un ausente tercio de varas el animal iba y venía en la muleta entre la indiferencia del público hacia la labor del peruano. Estaban esperando la salida de Ureña. Los focos habían ya cambiado su dirección. Iluminaban a un torero, a su fortaleza, a su verdad, a su historia. E iluminaban una Puerta Grande para el hombre.
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