
DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Viernes treinta de mayo de dos mil veinticinco, diecinueve corrida del ciclo isidril. No hay billetes.
Se lidió ganado de El Freixo (1º,4º y 6º) y Fuente Ymbro (2º,3º y 5º). Con una presentación insuficiente para la Plaza de Madrid y muy por debajo en comparación al resto de novilladas de la Feria. En lo que compete a su juego todos fueron nobles, aptos para cortarlos las orejas menos el tercero más complejo.
Marco Pérez, en solitario. Se presentaba en la Capital del Reino como novillero con picadores a la vez que se despedía de los utreros. De grana y oro (traje poco cargado en oro, muy en novillero). Tres pinchazos y a la tercera entra la espada entera (silencio). Dos pinchazos y estocada entera (silencio). Pinchazo, estocada trasera y descabello ( silencio). Estocada (sale por iniciativa propia a saludar). Dos pinchazos y dos golpes de verduguillo ( vuelta al ruedo). Volapié, entera (silencio).
Presidente: don José Luis González González estuvo correcto en el palco, firme ante la leve petición de oreja en el quinto, pero permitió aprobar una novillada sin presentación para Madrid y para muchos aficionados, dudosa en la manipulación de pitones.
Tercio de varas: la novillada se dejó pegar en el caballo, empujaron todos y la gran mayoría con la cara dejado del estribo. Destacar la mala actuación de Borja Lorente y “Puchano”. Así como reconocer la honestidad de Alberto Sandoval y la buena praxis de Curro Sánchez.
Cuadrillas: providencial quite de Elías Martín a su compañero. Bien Iván García banderilleando al tercero ( saluda) y gran actuación de Rafael González durante todo el festejo destacando el buen quite que le hizo a su torero nada más salir el sexto.
Viernes de feria con un público muy distinto al del resto de los días. La empresa nos presenta uno de sus carteles de relumbrón: novillada en solitario. Para unos se han quitados dos puestos a compañeros, para otros era el nacimiento de un pilar de la tauromaquia.
Amén de la divergencia de opiniones a las siete comienza el paseillo, saliendo a saludar el novillero nada más acabar éste. Algo que para muchos fue excesivo al no haber una actuación previa y en frente los que pensaban en una gesta, de ahí el ánimo ante la misma.
Con su primer novillo de El Freixo ( Corremantas), Marco, una vez brindado al cielo, empieza su faena de muleta muy torero, por abajo. Pronto en los tendidos se le empieza a afear el exceso de ventajas en su toreo o dicho de forma coloquial, demasiado pico.
El novillo se dejó, un animal para cortar un apéndice y enfocar la tarde de otra manera pero aunque finalizó bien con un toreo a dos manos, todo se quedó en nada, matando mal.
El segundo (Tramposo) fue otro que se dejó. El salmantino lo recibió abierto de capa, llevándoselo del tercio a los medios, rematando con una media mirando al tendido. Gesto, éste de mirar al tendido que ayer lo repitió constantemente y cansó, sinceramente.
Con la muleta, inició con mucho temple, pegando una segunda tanda muy buena y rematando la faena por manoletinas. Pero ahí se quedó todo, el novillo fue aplaudido en el arrastre y fin.
Salió en tercero (Historiador) y la tarde se intuía plomiza. Otro protestado de salida al estar carente de trapío. Mal picado y bregado, pero aquí Marco demostró arrojo e hizo un quite por “Chicuelinas” . luego Iván García calentó el ambiente en banderillas, pero éste novillo si que fue algo complicado. En mi humilde opinión, en éste, el novillero tenía que haberse salido del guión oficial del naturales y derechazos y haber probado otras cosas. No sólo de pan vive el hombre. Me consta que está muy toreado y no le faltan recursos, por ende pensaremos que los nervios y la presión, temas no menores, le pudieron jugar una mala pasada.
Con el cuarto (Morisqueto) se fue a “portagayola”, igual que hizo con el anterior e hiciera con el siguiente. Éste novillo fue muy abanto de salida y hasta que no lo saca del caballo por segunda vez, que intentó hacerlo por “Tapatías”, no se centró. Luego empezó por estatuarios, siguió con una buena tanda y de ahí pasó a un arrimón basado en el pico, demostrando mucho valor pero nada distinto al resto de lo matado hasta el momento.
Llega el quinto (Boquiflojo), algo más montado de hechuras, al que Marco le hizo un gran quite por “Gaoneras” para mi de lo mejor de la tarde. Cogió la muleta decidido, con el mejor inicio hasta el momento, pero rápidamente volvió al abuso de recursos técnicos. Con el de Gallardo sufrió dos volteretas fuertes, un novillo bravo que no vendió su vida a cualquier precio y por lo tanto fue ovacionado al arrastre.
Al salir el sexto (Comino) el ambiente era otro con el que comenzó el festejo. Toreó de capa muy templado, rematando con una bonita media. De ahí al intento de matar recibiendo poco más que decir.
Para concluir, salgo con el siguiente pesar de la plaza: el toreo es mucho más que “Romance de Valentía” y si se le cuida, con el tiempo, ahí hay un torero.
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