DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Quite a la tauromaquia moderna
19 Agosto 2012 | Escrito por Ricardo Anguas. | Fotografías de Constante
Corrida de toros. Se lidiaron cinco toros de don José Luis Pereda y uno con el hierro de “La Dehesilla”, ambos de encaste Núñez, bien presentados para Madrid, sin exageraciones en sus remates, desiguales en peso y en hechuras.
“Riojano”, que fue el primer toro, tuvo calidad en sus embestidas, pero con poco fondo.
El segundo “Marquesa”, negro girón, un animal incierto y descompuesto.
Noble, flojo aunque con fondo, bueno para el torero, el tercero “Buenasnoches”.
El que atendía por “Lagrimita”, manso en los primeros tercios y reservón y exigente para la muleta, saldría en cuarto lugar.
El penúltimo de la tarde “Dedal”, Noble, flojito y con escasa clase.
Y el sexto, complicado para el torero que le intentaría lidiar, se llamaría “Cateto”.
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- OCTAVIO CHACÓN: ( confirmaba la alternativa): ovación con saludos en ambos, con ligeras protestas.
- SERGIO AGUILAR: silencio y ovación fuerte desde los medios tras aviso.
- GABRIEL PICAZO: ovación con saludos tras aviso, con ligeras protestas y silencio.
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Cuadrillas: los picadores mal como el 95% de las veces y destacar la eficacia en los subalternos de a pie a los hermanos “Pirri” aunque, en ningún momento, la tarea resultaría lucida. El segundo de Picazo, Sebastián Pereira resultaría cogido en el sexto en la salida de un par de banderillas, siendo corneado sin graves consecuencias.
Autoridades y otros: El Presidente fue don Julio Martínez Moreno, sin problemas, pero seguimos con poca autoridad en matices menores.Un cuarto de entrada sobre el aforo total, en tarde calurosa, sin viento.
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Somos muy conscientes del peligro que corre la fiesta de los toros en todo el territorio nacional. Siempre se dijo que la situación de la fiesta taurina era similar a la situación, en términos generales, del país. Dicha frase es relativamente cierta, pues la fiesta de los toros ha estado constantemente en una situación delicada en todas las épocas, desde que existen los toros, incluyendo los tiempos de bonanza de España. En el más reciente presente, esa situación la resumiríamos en una sola palabra, ruina. Una ruina económica, en la que cada vez se suceden menos acontecimientos taurinos. Recortes de festejos en cosos de mayor y menor relevancia, donde la gestión económica es responsabilidad, en algunos casos, de Ayuntamientos sin crédito y empeñados y en el resto de empresarios interesados que se aprovechan de la crisis.
- Ruina de públicos asistentes en la inmensa mayoría de las plazas de la geografía española, debido también a la ruina en la que se encuentra gran parte de la población, que asistía con más frecuencia a los cosos taurinos en tiempos pretéritos cercanos.
- Ruina artística, pues los toreros que deben transmitir emoción en sus quehaceres técnicos, artísticos y de valor no recompensan a los aficionados de verdad, puesto que no se quieren enfrentar al toro de verdad, íntegro y con casta que solicitan los aficionados. Junto a los intereses de los empresarios y la poca personalidad de los ganaderos, los toreros son los principales culpables de que la tauromaquia esté hundida, sin veracidad y escasa importancia. Los aficionados lo denunciamos en contadas ocasiones, que el sistema está mal planteado y se debe corregir, pero los únicos que nos pueden escuchar y estar al quite por recuperar los valores perdidos de la Tauromaquia son los contados profesionales que quedan aún.
Al quite estuvieron en todas las etapas o épocas del toreo faenas de Pepe Luis Vázquez, el dominio con las reses de Domingo Ortega, las faenas artísticas de Antonio Ordóñez...Y más reciente, el valor de César Rincón, la elegancia de José Miguel Arroyo, la maestría de José Tomás...También estuvieron al quite Bastonito, Poleo, Beato, Ribete, Pistolero...por nombrar alguno de los toros ilustres de las últimas décadas.
Los aficionados que solemos presenciar los festejos en Las Ventas madrileña, estamos en desacuerdo con la gestión y el planteamiento de carteles efectuados para este mes veraniego de Agosto 2012. Para nuestra más grata sorpresa, a día de hoy, 19 de agosto de 2012, una de las actuaciones más sobresalientes, artísticamente hablando, del año acontecería en los últimos cinco días. Miércoles 15 de agosto, dos naturales, un pase de pecho y cuatro remates por bajo del diestro vallisoletano Leandro Marcos no sólo darían paso a la concesión de una oreja, sino que quedará grabado en la memoria de los aficionados al arte para el resto de sus días.
Hoy, cuatro días después, con la todavía resaca artística, hemos presenciado, aunque los medios de comunicación seguramente no le darán tanta importancia como los aficionados, una faena emocionante, histórica y de toreo muy caro, por parte del madrileño afincado en Vallecas, Sergio Aguilar, malograda por los aceros...Una faena sin envidiar absolutamente nada a las faenas importantes de cualquier figura de cualquier época. Toreo largo, hondo y profundo, principalmente con la mano zurda a un toro reservón, exigente y que metía bien la cara por los dos pitones. El toro, con todas sus virtudes, estuvo por debajo de las cualidades y el arrojo del torero, pues éste se jugó la vida sin trampa ni cartón, perfectamente colocado, se cruzó al segundo pitón como mandan los cánones y le robó literalmente los pases, imposible la ligazón, pero cada pase fue una obra de arte y una razón por la que luchar por la fiesta. Pases llevando al toro muy toreado y rematando detrás de la cadera. Pases con verdad que hicieron que la afición se emocionara de verdad. Faena de las grandes, sin duda, para cortar los máximos trofeos, pero el mal uso de la espada le privó al valiente Sergio Aguilar de salir por la puerta grande. Orgulloso se puede sentir de aportar un granito de arena para que los aficionados podamos presumir de fiesta Nacional...¡¡Ahí queda eso!!...Faena memorable de un diestro modesto...Gracias, Sergio Aguilar. Gracias, torero.
Por lo demás, apuntes técnicos del confirmante gaditano Octavio Chacón, sentido del temple... Y poco más. El tercer matador, Gabriel Picazo, diríamos que hizo el ridículo, por ser políticamente correcto. Intentó quites con voluntad, pero no todos valen para ser toreros. Gabriel Picazo no tiene mala actitud, pero siendo realista no vale para serlo.
La gran faena de Sergio Aguilar inyecta grandes dosis de ilusión a los aficionados de Madrid. Y un quite a la moderna Tauromaquia, al borde del precipicio.