DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
05 de mayo 2013 | Escrito por Joaquín Monfil | Fotografías de Constante
Cinco toros de Carriquiri (encaste Núñez) y un sobrero de Aurelio Hernando (encaste Veragua), lidiado en último lugar en sustitución de un inválido de nombre Poca-Barba, de la ganadería titular. Todos mansos y con escasa casta pero casi todos se dejaron hacer. Los toros del futuro, para que la casta no cree dificultades a los toreros. Esto se hunde por falta de emoción.
1º Nº 13, Flautista, colorado de capa, 552 kilos, nacido el 11/07. Muy manso en varas y a menos. Silencio en su arrastre.
2º Nº 40, Palillo, negro bragado meano, 527, 12/08. Facilón en la muleta. Palmitas en su arrastre.
3º Nº 39, Jaboncillo, colorado, 538, 11/07. Manso, muy parado y descastado. El peor. Silencio al arrastre.
4º Nº 47, Delicioso, negro listón, 543, 10/07. Con algo de genio pero tontorrón en el último tercio. Palmas en su arrastre.
5º Nº 51, Gañán, negro zaíno, 518, 11/07. Bravucón en varas, parado y luego escapando siempre hacia tablas. Pitos.
6º Nº 8, Baeno, (Sobrero de Aurelio Hernando), jabonero, 538, 12/08. Se movió en la muleta, embistiendo. Silencio.
OLIVA SOTO: (de blanco y plata con chaleco bordado en oro). Pinchazo y estocada atravesada. SALUDOS CON PROTESTAS. Media caída. DIVISIÓN.
JOSÉ MARÍA ARENAS: (de burdeos y oro, que confirmaba la alternativa). Estocada trasera contraria y dos descabellos. SILENCIO. Dos pinchazos y el toro se echa. AVISO. SILENCIO.
ESAÚ FERNÁNDEZ: (de caña y oro y cabos negros). Estocada baja. SILENCIO. Pinchazo y estocada caída. VUELTA POR SU CUENTA.
Presidió: Don Manuel Muñoz Infante. Sin problemas aunque tardó en cambiar al inválido.
Cuadrillas: Mal los picadores, como siempre, picando trasero o simulando la suerte según convenga. El veterano y gran varilarguero colombiano Anderson Murillo fue derribado al picar al quinto de la tarde y sufrió una luxación de codo con fractura que se le redujo con sedación en la propia enfermería. Pronóstico reservado. En cuanto a los de a pie, sólo Miguel Martín y Curro Robles fueron ovacionados al parear al tercero y sexto respectivamente. El resto cumplidores sin más.
Otros: Tarde de agradable temperatura y pésima entrada, cinco mil espectadores como máximo y mayoría de turistas.
“!Si éstos son los toros y toreros del futuro...poco futuro tienen, el futuro es muy oscuro!”. Esto es lo que pensábamos los pocos aficionados que habíamos acudido a la plaza de Las Ventas de Madrid al abandonar el coso este domingo, previo a la feria de San Isidro. Y eso que habíamos ido los pocos cabales, los de siempre, con la ilusión de ver a dos toreros sevillanos de Camas, de los que dicen por allá abajo que son “de pellizco”, especialmente Oliva, el padrino de ceremonia, puesto que completaba cartel un torero albaceteño, José María Arenas, que llevaba ya cierto tiempo de matador y que venía a confirmar su alternativa. Tres toreros jóvenes acartelados con una vacada de un hierro de renombre y larga historia, aunque las reses que ahora críe la familia Briones nada tengan que ver con aquellas míticas “roícas navarras” que en el siglo XIX aterraban incluso a los recios, fuertes y fieros picadores de entonces, magníficos profesionales que se ganaron a pulso poder vestir de oro en las corridas, honor y distinción que la mayoría de los varilargueros de ahora no se merecen. Y eso que hubo hasta cuatro cinqueños. Pues bien, al final del festejo, tanto toreros como toros nos defraudaron, porque fueron tan escasos los detalles de calidad que pudimos ver que al cabo de casi dos horas y media estábamos ya con ganas de salir huyendo a casa.
Y es que la culpa de todo es de la empresa Taurodelta, pero también del Centro de Asuntos Taurinos, que aprueba estos baratísimos y vulgares carteles para que aquélla haga negocio, aunque cada vez vaya menos gente a la plaza. Hoy menos de un cuarto de entrada. Deben de comprar los toros en las rebajas o los que están a precio de oferta a punto de cumplir la fecha de caducidad, como hacen en algunos supermercados, porque si no no se entiende. Es como si quisieran acabar con la fiesta, en vez de defenderla. Al sempiterno sonriente señor Abella, flamante y perínclito gerente del Centro le deben gustar estos carteles y los de las dos ferias que nos esperan, porque nunca dice nada y siempre dice AMÉN a todo lo que hace y dice la empresa ¿Es que los de Taurodelta nunca hacen nada mal? Pues mire Ud. don Carlos, otro año sin Juli, ni Ponce, ni Tomás. Justamente los tres que más cobran. Curioso ¿no?
El principal atractivo del cartel, como ya hemos dicho, era ver a los dos cameros, especialmente a Oliva Soto. Pero sólo hizo humo, pues ni con capote ni con muleta fue capaz de componer un lance digno de mención. Todo fue por fuera, periférico, dando pasitos atrás y mintiendo. Como si estuviese muerto de miedo y sin ilusión. Aunque se ve que aún tiene partidarios que se lo toleran y le jalean ciertos “adornillos de bisutería taurina” sin valor alguno. Y al final de ambos trasteos aún tuvo la desfachatez de salir a saludarles mientras que los asiduos del sector duro tuvimos que reaccionar hasta llegar a enfadarnos con los pocos aplaudidores y orejeros. Ya está bien, taurinos sinvergüenzas, a engañar a los tontos. Que nosotros ya somos mayorcitos.
El albaceteño de Munera José María Arenas confirmó la alternativa con el primero de la tarde, un cinqueño de escaso trapío que iba y venía sin problemas pero con el que estuvo muy superficial. El quinto fue bravucón, le dieron en varas y sangró mucho, por lo que fue perdiendo fuerzas rápidamente, aunque al principio puso en apuros al espada y luego éste abusó de pico. Banderilleó con vulgaridad a ambos sin asomarse nunca al balcón. Para eso que deje a la cuadrilla. Por ahora poco futuro le vemos. Ni como banderillero. Claro que todo es cuestión de oficio. Y quizás aún tenga tiempo para aprender pues es joven y tiene todo el verano para que le pongan en los “cartelazos” que organizan los de Castilla-La Mancha TV.
Esaú Fernández era el otro sevillano de Camas y estuvo tan mal como sus compañeros. Eso sí, recibió a los tres (titulares y sobrero) a “porta gayola”, pero luego nada de nada. Este ni siquiera sacó la bisutería. En su primero, incapaz, mostrando totales carencias en cuanto se le paró, dándose el arrimón y poniéndose en la oreja...lo que sólo sirve para engañar a los ignorantes...y a los que leen las informaciones “oficiales” visadas por la empresa.
La mansa y descastada corrida de Carriquiri ni siquiera se pudo lidiar completa porque el último de los titulares estaba tan inválido que ni la tozudez en no querer cambiarle de don Manuel, el presidente, pudo evitarlo por más que se resistió. Y resultó que el sobrero jabonero veragüeño, aunque también manso, tras citarle con el pase cambiado desde los medios, quedó tan tonto (noble les llaman los taurinos) que se dejó hacer, a pesar de lo vulgar que estuvo Esaú, aunque él se debió creer lo contrario, pues confundió unas palmitas de los “guiris” y “taurinillos” para darse por su cuenta una vuelta al ruedo final, protestadísima por los cabales del 7 ¡Qué desfachatez! ¡Qué desprestigio para la primera plaza del mundo! Se creerá que eso le va a servir para algo...
Nada tiene importancia si no hay toro. Pero hoy la mayoría de los toreros tampoco torean. En resumen, viva el “destoreo moderno”, o sea ni toros ni toreros. El futuro es muy oscuro.