DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Si no triunfan con esto ¿qué futuro nos espera?
12 Agosto 2012 | Escrito por Rubén Sánchez. | Fotografías de Constante
Novillada con picadores. Tres novillos de Soto de la Fuente (1º,2º y 5º) y tres sobreros de Fuente Rey (3º, 4º y 6º). Novillos de dulce, nobles y para el torero, pero blandos como la mantequilla.
- Insultante: Negro, 465 kg. Manso en varas. Noble pronto y humillador pero flojo.
- Zarcito: Negro listón chorreado, 525 kg. Soso flojo y apagado. Pitos.
- Ratito: Negro listón bragado, 531 kg. Noble, pronto y por abajo, pero sin fuerza.
- Rebelde: Negro salpicado, 538 kg. Manso con nobleza y buen pitón izquierdo.
- Mancheguito: Negro, 497 kg. Manso, flojo, noble y soso.
- Romano: Nevado calzado de los cuartos traseros y rabicano, 539 kg. Novillo que cumple en varas, fijo, con movilidad y humillando con nobleza, pero al que tampoco sobran las fuerzas.
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- JAVIER ANTÓN: (que debutaba en Madrid): Media estocada con desarme (saludos con intento de vuelta, tras Petición paisanera no atendida). Pinchazo hondo en el sótano (Saludos del paisanaje, con protestas).
- ÁNGEL BRAVO: Pinchazo algo caído, estocada tendida y contraria, algo trasera (Saludos con intento de vuelta). Estocada arriba tras un aviso(Silencio).
- EMILIO HUERTAS: Pinchazo arriba, estocada delantera muy contraria (Saludos). Estocada algo contraria (vuelta al ruedo).
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Presidencia: Don Julio Martínez Moreno, que actuó correctamente negando la concesión de los trofeos que pidió el paisanaje. Aunque debío hacer uso del pañuelo verde en todas las reses que salieron al ruedo.
Suerte de varas: En general no se ha picado y la suerte ha quedado en el trámite habitual de cumplir con dos entradas pero no con dos puyazos. A destacar el buen hacer de Juan José Martínez en el que hizo sexto y en el sobrero que le sustituyó.
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La tarde agosteña y calurosa convocó a pocos parroquianos a ver la novillada de un verano en el que la gente ya se va cansando de estos espectáculos monótonos y aburridos, añorando aquellos corridones de los que tanto se habla del agosto venteño y o regresan o la temporada quedará extinguida, quedando Madrid en un coso ferial con público ferial y sin afición que les moleste, tal como desean los taurinos, que no miran en sembrar afición domingo a domingo para luego recoger, sino que ya les conocemos, “el que venga, que arrée”.
La novillada estaba pareja y bien presentada, con algunos más musculados, como primero y sexto, un quinto algo más feo, y un tercero que presumió más de cara que de cuerpo, viniéndole grande tanto sombrero. Los sobreros por su parte salieron más desiguales, aun siendo del mismo hierro, con un cuarto bis que era una autentica desproporción, con mucha caja y muy bien comido, pero sin cuernos, o un bonito sexto bis. Pero claro, eso se quedó todo en fachada, pues por dentro, pudieron -debieron- ser devueltos los nueve animales, por no cumplir ninguno en fortaleza a lo largo de la lidia y tener que recurrir al teatro en varas. Y es que dicen los ganaderos de este estilo que es más difícil conseguir las buenas condiciones que estos animales lucieron en general para la muleta, que conseguir la bravura en varas. Y en realidad prescinden del primer tercio para medio llegar al último. Lo difícil es el equilibrio.
Rompió plaza un novillo bien hecho, un animal que me gustó por la mañana. De salida remató en tablas fuertemente debido a que Vicente Yestera tardó mucho en tapar su capote de varillas que, claro, como no se plegaba…El recibo de Javier Antón fue aseado, el animal repite con fiejza, con buena arrancada. Bien fijado ante el caballo, le señalaron trasero, saliendo el bicho suelto. Quite garboso por chicuelinas rematado con una lucida serpentina. Al relance y desde dentro de las rayas, le señalaron contrario con la puya, volviendo a salir suelto, se cambia el tercio y el animal se queda SIN PICAR, demostrando flojedad en el quite que Ángel Bravo le realizó por verónicas. Llega muy soso a banderillas, Manolo de los Reyes le colocó un buen par entrando andando. Inicia la faena con unos inteligentes ayudados por alto para aliviar y oxigenar al morlaco, se le cuela por el derecho en el remate y al continuar por este pitón se escucha un variopinto jaleo de su buena cantidad de paisanos, que poblaban los bajos del ocho. Se cruza para torear con la zurda, pero a los naturales les falta mando y se le ve algo inseguro, por lo que no llega al público. El animal embiste con nobleza y por abajo, repitiendo, al toque, la faena se hace larga pero la sensación es de que Antón acompaña las embestidas y no que mande, sin aprovechar este buen novillo para el torero al que solo le faltó la fuerza. Destacamos del debutante su voluntad pese a sus carencias, pues se le vio disposición. Media estocada, petición del paisanaje, no atendida con buen criterio por Julio Martínez. La vuelta la pararon las protestas.
El segundo fue un burel más apagado de salida, en varas tomó un puyazo trasero y caído bastante fuerte, pues el novillo apretaba. Sale demostrando que sus fuerzas han claudicado, asi que en la segunda vara le señalan caído, siendo enseguida sacado, saliendo del peto tambaleándose. Apagado en banderillas, fijo pero soso, tal como en la muleta, sin fuerzas, protestando, defendiéndose. Ángel Bravo, a base de sobarle, tira de él en varios derechazos. Faena larga pero sin contenido. Pinchazo algo caído, estocada algo trasera, tendida y contraria siendo desarmado. Saludos con otro intento de vuelta por la cara que la afición paró a base de protestas.
El tercero fue un animal que presentaba un sombrero desproporcionado a su caja, pero serio. En varas, tras señalarle trasero empujó sobre un pitón, saliendo completamente inválido. Devuelto a los corrales. Por sobrero un animal de Fuente Rey, que escapó de las telas en el recibo y que en varas tomó un puyazo en lo alto, pero trasero, del que salió suelto y sin fuerzas. Otro inválido. Mucho desorden para señalarlo al relance en la segunda entrada, de la que también salió suelto. Buen tercio de banderillas, destacando el segundo par de Ángel Otero, que saludó una ovación. Otra ovación sonada al cerrar con oficio y torería el burel a una mano. Huertas empieza en los medios con la diestra, al animal le faltan las fuerzas, pero es pronto y humilla, así que saca una buena serie, aunque sin llegar a mandar, ni obligarle, para evitar el desplome. Más asentado con la izquierda, aunque muy perfilero, pero tirando del novillo. Pinchazo arriba y estocada delantera muy contraria. Saludos.
Tuvo que ser devuelto también el cuarto del hierro titular, pues se derrumbó ante el peto, que ya evidenció falta de fuerza en el recibo y en un garboso galleo por chicuelinas. El sobrero, también de Fuente Rey, muy entrado en carnes pero sin cara, se emplaza de salida, hay que ir a por él. Una vez lo fija Javier Antón, le dejó varias verónicas bien ligadas, ganando terreno pero sin quietud. Sin llegar a estar parado el burel tomó un puyazo caído, del que salió suelto sin enterarse. Al relance le señalaron y también salió suelto, esta vez, blandeando. En banderillas embiste a arreones. Manolo de los Reyes, el tercero, lo quiso hacer bien también esta vez, pero el novillo esperó y clavó algo pasado. En la muleta luce el utrero un buen pitón izquierdo y una vez más se vio al novillero voluntarioso, pero sin asiento ni mando. Por el derecho es noble, pero la arrancada es más corta. La faena se vuelve a alargar y la vulgaridad empieza a aflorar. Un pinchazo hondo en los bajos hicieron el resto. Saludos protestados.
El quinto sí pertenció al hierro titular, un animal que salía algo suelto de salida, en un recibo sucio y mal rematado. Sin picar y saliendo suelto pasó por varas, sin fuerzas. Parado en banderillas, aliviándole por alto en la brega logró pasar el trance. En la muleta el novillo tuvo un comportamiento soso y parado, defendiéndose ante su falta de pujanza. La faena de Ángel Bravo de nuevo se eternizó pero su contenido fue escaso, sin llegar a estar asentado. Una estocada en su sitio tras un aviso dieron fin al capítulo quinto de una novillada plomiza ¡Con la de ganado que hay en el campo y se van a buscar esto!
El sexto, sin ser parado, una vez más se ordenaron caballos y Juan José Martínez lo cogió muy bien; pero a pesar de no abusar, aguantando el romaneo, pues el animal apretó, se derrumbó al salir del peto y hubo de ser sustituido por un sobrero de Fuente Rey, que se llamaba Romano y salió dormido de su sesteo en los corrales, con frialdad. Demostrando falta de fuerza, fue bien cogido por Juan José en la primera vara, una vara donde el utrero metió los riñones; también se agarró bien en el segundo donde se limitó el buen picador a señalar y del que sacaron pronto al astado. Quitó Antón a la verónica, pero el que de verdad toreó bien con el capote fue Ángel Otero bregando en un tercio que tuvo como protagonista a José Otero, que saludó tras poner dos buenos pares junto al tercero, Diego Valladar, que tampoco desentonó. Volvieron a llevárselo a una mano con profesionalidad. El animal, al que sin sobrarle las fuerzas, como han leído, se le hicieron bien las cosas, llegó a la muleta fijo y galopando. Y es que tengo una clara conclusión: hay condición que el animal trae en los genes, pero su comportamiento a lo largo de la lidia y que pueda o no tener una buena embestida, es fruto del buen hacer tercio a tercio. De ahí la importancia de una buena cuadrilla. Inició el manchego dando distancia, en los medios, el utrero tenía una embestida fenomenal, con un pitón derecho humillando, repitiendo y con prontitud, con fijeza… Emilio Huertas le sabe llevar bien templado, pero sin apostar, al hilo y sin verticalidad, sin tirar la moneda. El animal blandea un poco a izquierdas ante el acortamiento de distancias, pero se repone y continúa el trasteo por el derecho. Faena una vez más, larga, que fue rematada con el bicho ya apagado y a menos, sin decir nada. Tirándose bien dejo un estoque algo contrario que el utrero escupió, teniendo una muerte encastada, peleando por su vida y levantándose cuando estaba arrodillado. Sin descabello dobló finalmente. La petición afloró con fuerza, el trofeo era excesivo, la vuelta en la que quedó la cosa, no tanto. Así que, sin ser protestada, tocó a su fin este largo festejo agosteño de la Plaza de Madrid.