DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
En tarde muy calurosa y con ausencia total de viento se ha jugado el primero festejo de la temporada estival venteña en el que se han lidiado y dado muerte a seis novillos de Montealto, origen Domecq y Díez y propiedad de Agustín Montes. Animales desiguales de presencia. Encierro muy toreable que contó con un notable segundo animal ovacionado en el arrastre. Los novilleros estuvieron por debajo de la misma.
Manuel Diosleguarde. De carmín y oro. Pinchazo, estocada trasera y descabello; SILENCIO TRAS AVISO. Pinchazo hondo; SILENCIO.
Daniel Barbero. De verde botella y oro. Seis pinchazos y casi entera atravesada; SILENCIO TRAS DOS AVISOS. Estocada honda; SILENCIO.
Álvaro Burdiel. Grana y oro. Pinchazo, estocada contraria y descabello; OVACIÓN TRAS AVISO. Estocada desprendida; AVISO Y VUELTA AL RUEDO POR SU CUENTA PROTESTADA TRAS LEVE PETICIÓN.
Presidente: D. Eutimio Carracedo Pastor. Mala actuación. Debió de devolver a chiqueros el primer animal después de comprobar su justeza de fuerzas. Mal por haber aprobado algún que otro novillo falto de trapío para esta plaza.
Tercio de varas: Nefastos los del castoreño. Sin apenas realizar la suerte como mandan los cánones. Sin picar, traseros y caídos en su mayoría. Apenas pudimos ver colocado en suerte ningún utrero. Un desastre. El sexto fue masacrado en varas. Los novillos simplemente cumplieron en el caballo.
Cuadrillas: Gran quite de Javier Gómez Pascual. José Manuel Mas y Ortiz saludaron tras banderillear al sexto.
ECUADOR-14: Flojo y noblón de irregulares embestidas. Con más querer que poder.
SOÑADOR III-41: Gran novillo. Codicioso, humillador y con trasmisión. De haberse visto en una lidia completa y eficaz, quién sabe si hubiese sido merecedor de los honores de la vuelta al ruedo. Su tercio de varas fue un caos. Derribó a caballo y montado en su primera acometida y fue picado en el jaco que guarda la puerta.
CERTERO-53: Deslucido. Sin descolgar. Falta de entrega. Corto de recorrido.
CAFETERO-31: Serio animal. Sangró mucho. Se vino abajo en el último tercio. Acabó echándose un par de veces antes de que el espada entrara a matar.
NAPOLEÓN-77: Embestida sosa y noble. Transmitía poco al tendido.
SOÑADOR-55: Noble. Acusó la dura y brava pelea en varas. Duro el castigo.
Y llegó la temporada venteña estival. El calor sofocante, el granito venteño y los cuatro aficionados de siempre nos dábamos cita en el coso de la calle Alcalá. Hoy Madrid volvía a ser Madrid y su gente. Por su parte, seis animales de Agustín Montes aguardaban en chiqueros. Un encierro algo desigual y justo de presencia con algún que otro animal indigno para esta plaza. De mejor contenido que continente destacando sobre el resto a Soñador III: un gran novillo.
Mal estuvo Manuel Diosleguarde en su primero. Sin apenas acople y por las afueras. Faena sin eco alguno ante un justo animal de Montealto que debió de haber vuelto a corrales una vez comprobada su extrema invalidez. Reiteradamente mal estuvo en su segundo novillo. Un utrero que exigía mando en la muñeca en los inicios. Nos las prometíamos felices pero su fuelle duró bastante poco. Encimista estuvo el novillero. Tanto que acabó ahogando y aburriendo a un animal que acabó echándose un par de veces antes de que el espada entrara a matar. Andaba el salmantino con la cabeza más puesta en su día grande en Santander que en la tarde de hoy.
El primer animal de Daniel Barbero tuvo todas las cualidades para haber puesto la plaza boca abajo: prontitud, alegría en el galope y cite, humillación, codicia y transmisión. ¿Qué más podemos exigir? Sin duda alguna uno de los animales de la temporada. Soñador III de nombre. Ventajista, despegado y forzado estuvo el torero que fue incomprensiblemente jaleado por sus paisanos. Muchos pases y poco contenido. Y si ya se mostró muy por debajo del extraordinario animal, todavía estuvo a punto de dejárselo vivo. Ovación merecida en el arrastre para el torito. Mal, de nuevo, con el quinto estuvo Barbero. Un utrero algo cariavacado que también se movió, pero con más sosería. Sin apenas mando estuvo el de Navas del Marqués. No conectó con los tendidos. Finalizó con un trasteo poco templado y nada ajustado. Indiferencia total de Madrid. Muy por debajo de un gran lote el novillero.
Álvaro Burdiel es un torero con grandes cualidades clásicas. Pudo saludar una ovación tras lidiar el tercer novillo de la tarde. Dejó el espada buenas gentilezas con el capote. De inicio con la muleta castigó por bajo y en exceso con un par de trincherazos que dejaron al novillo visto para sentencia. Apenas pudo mostrar ese concepto tan puro en una faena en la que le costó mucho tirar de un utrero sin apenas ritmo y vida por ambos pitones. Discreto en su segundo. Rescatamos unos naturales sueltos muy buenos y una tanda por el derecho a un animal muy parado. Mal con la espada. Burdiel dio una vuelta por su cuenta que fue protestada por los cabales. Se le atisban buenas maneras y detalles.
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