DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
24 Octubre 2010 | Escrito por Joaquín Monfil | Fotografías de Constante
Novillada con picadores. Seis novillos de Rocío de la Cámara, desiguales de presentación y casta, mansos en general y algunos muy flojos y con las fuerzas justas, aunque sin presentar demasiadas complicaciones a los novilleros. Todos pobres de cara para su edad, nacidos en noviembre del 2006, a punto de ser cuatreños en unos pocos días. En resumen, un favor de la empresa a la ganadera ¿A cambio de qué?
1º) Rompecielos, 511 kilos, de poca presencia y fuerzas. Perdió las manos antes de recibir una vara caída y trasera de Manuel Vicente y a la salida se desploma de nuevo. En la segunda entrada recibe otra vara caída y trasera del mismo picador y vuelve a perder las manos al salir suelto escapando. Durante la “faena de enfermero” que se le hizo no volvió a caerse, aunque terminó muy parado. Algunos pitos en su arrastre.
2º) Rinconcillo, 460 k, abanto de salida. Recibió una primera vara trasera al relance de Pedro Iturralde. El novillo intenta empujar pero no tiene fuerzas y no puede. La segunda vara, también al relance, aún es más trasera. Llega a la muleta sin recorrido, tirando gañafones y avisando al novillero varias veces hasta que lo voltea, pero sin consecuencias. Todo por culpa de equivocar los terrenos. Tumbado y a punto de ser apuntillado, tiró un derrote y le dió un puntazo en el muslo a Fernández en el tercio inferior de la cara anterior del muslo derecho, por lo que éste pasó a la enfermería y saldría poco después, sin notársele la “avería” al andar y moverse con normalidad aparente. Silencio en el arrastre.
3º) Bello, 456 k, abanto de salida, toma una primera y larga vara caída y trasera de Germán González y sale suelto y una segunda igual a la anterior y vuelve a escapar, mostrando su mansedumbre pero también algo de casta. Llegó a la muleta protestando y pidiendo distancia, algo que el novillero no le dió y en un descuido de éste es encunado sin consecuencias, lo que puso al público de parte del novillero, que logró algún natural estimable a base de arriesgar. Palmitas en el arrastre.
4º) Fundador, 472 k, tomó dos varas al relance caídas y traseras de Agustín Sanz y aún entró por su cuenta a un tercer picotazo saliendo suelto. Con cierta castita pero debido a la mala lidia recibida estuvo siempre por encima del novillero, que nunca supo cómo meterle mano, desarmándole varias veces. Algunas palmas en su arrastre.
5º) Saxofón, 455 k, abanto de salida y sin ser fijado entró por los adentros y por su cuenta a una primera vara trasera y caída de Javier Mesa, que se aplicó en barrenarle y hacer la carioca. Aún le puso otra vara escandalosamente caída y trasera. Escaso de casta y de juego en la muleta. Silencio en el arrastre.
6º) Cuadradito, 471 k, manso y descastado. Una vez puesto en suerte con dificultades, recibió una primera vara trasera de Juan Francisco Romero saliendo suelto y una segunda aún más trasera del mismo piquero, que le hizo la carioca. Una vez cambiado el tercio acudió por su cuenta al picador de puerta Germán González que le recetó otro picotazo más. Llegó con la cara alta al último tercio, derrotando, quedándose corto y creando muchos problemas que el novillero no supo resolver. Algunos pitos en el arrastre.
MARTÍN NÚÑEZ: (de turquesa y oro con cabos negros). Estocada trasera y atravesada y se echa. PALMITAS y ALGUNOS PITOS. Bajonazo atravesado saliéndose de la suerte y soltando la muleta y 6 descabellos. SILENCIO. Al terminar de arrastrar al novillo y sollozando su fracaso en el callejón se cortó la coleta, dando así fin a su carrera como torero. Por este gesto recibió algunas palmas.
MANUEL FERNÁNDEZ: (de azul rey y oro, de Dos Hermanas, Sevilla, nuevo en esta plaza). Estocada tendida y atravesada. SILENCIO. Estocada desprendida y atravesada y el novillo se echa. SILENCIO.
ADRIÁN DE TORRES: (de rosa palo y oro). Bajonazo tras atracarse de toro. AVISO. OREJA con algunas protestas. Dos pinchazos sin soltar y pinchazo hondo caído y atravesado y se echa el novillo. SILENCIO.
Presidencia y otros: Mala despedida de temporada en el palco, con don Trinidad López-Pastor Expósito haciendo “el tancredo” y negándose a devolver los dos primeros inválidos y sin reacción ante los toricidios perpetrados por los seis piqueros, que ayudaron a cargarse la novillada, picando siempre caído o trasero. Unas cuatro mil personas en la plaza, casi la mitad “guiris”. Tarde fresquita y otoñal. Mal en general las cuadrillas, que ni siquiera brillaron con los palos.
Cuando estaba finalizando (y languideciendo) la faena de muleta del último novillo de la tarde, que también era el que echaba el cierre a la penosa y pésima temporada que nos ha ofrecido Taurodelta en esta plaza, nuestro amigo y bien conocido presidente de la Asociación El Toro de Madrid, el inefable “Rosco”, se levantó y dirigiéndose a doña Rocío de la Cámara Ysern, que ocupaba un asiento en el burladero, junto a los miembros del Consejo Taurino de la Comunidad de Madrid, le espetó con su habitual vozarrón: “Señora ganadera, no me ha gustado nada su producto”. Creo que esta frase resumía perfectamente el sentir de la mayoría de los pocos aficionados que asistíamos a la novillada.
Y todo eso a pesar de que el linarense Adrián de Torres (al parecer, discípulo de José Fuentes, que algo le ha podido aconsejar) había cortado ya una oreja al tercero de la tarde (con algunas protestas, eso sí) sólo por estar en novillero, sin grandes alardes. Pero es que acostumbrados a la mayoría de aprendices que vienen a esta plaza, que parecen todos ya tener varios cortijos, este joven al menos lo intentó con su primero, con algo de castita, poniéndose en el sitio y logrando a veces algún muletazo suelto que despertó a los que allí acudimos. El sexto, un mulo manso y descastado, uno más de los que nos hemos tragado en esta horrible temporada que nos ha brindado la empresa Taurodelta, era imposible y el muchacho se quedó con las ganas de repetir lo hecho con el anterior que le tocó en suerte, por más que lo intentó, haciendo buena aquella frase famosa de “lo que no pué ser no pué ser y además es imposible”.
El primero del cartel era el sevillano Martín Núñez, que sólo había sumado catorce festejos con picadores en tres temporadas. Estuvo toda la tarde desnortado y sin encontrar ni el sitio ni las formas. Su primero fue un inválido que el palco se empeñó en mantener en el ruedo y ni aún así fue capaz de montarse encima de él, que es lo mínimo que se le pide a un novillero en Madrid. Y en el cuarto, tras ser desarmado varias veces por el manso aunque encastadito novillo, dió un mitin con el verduguillo (hasta seis intentos), llegando al callejón y cortándose la coleta, en un gesto...que le honrará, si es que de verdad lo deja, pues tenemos ya varios ejemplos de otros que lo han hecho y a los pocos días lo han tenido que meditar mejor (debido a la posible presión por las deudas acumuladas).
El debutante de la terna era el sevilano de Dos Hermanas Manuel Fernández, que quedó inédito, pues tampoco tuvo novillos para ello. En el segundo de la tarde se levantó el viento y aunque lo intentó se evidenciaba claramente su falta de oficio. El novillo le avisó repetidas veces hasta que se lo llevó por delante, con la suerte de que no llegó a cornearle. En el quinto, un manso y descastado animal, abusó de pegar pases sin quietud alguna, por lo que nunca llegó a calentar el ambiente. Habrá que verle en próximas actuaciones.
En resumen, una triste despedida de la temporada en Madrid pues, aunque hubo una “orejilla de novillero” y un “corte de coleta”, el pobre juego del ganado y la mala lidia en casi todos los tercios arruinó la tarde, incluída la mala gestión presidencial. Y la mayoría salimos escapando y maldiciendo a esta empresa, de la que nunca sabremos las causas de por qué la CAM le ha dado un año más de prórroga. Salvo el aldabonazo y triunfo de Juan Mora del día 2 de octubre (volviendo a la tauromaquia de siempre, de un torero que había estado sin ser contratado en toda la temporada, lo que ha supuesto un tirón de orejas a todo el “orbe taurino”) el resto ha sido un fracaso tras otro, salvo algunos “triunfitos” menores. En definitiva, la demostración de que o se vuelve a dar protagonismo a la afición (es decir, a los que sostenemos y pagamos todo) o esto se va al garete, por más que ciertas “figuritas” se reúnan con los políticos para pasar de Interior a Cultura y que así puedan “colar” en los palcos a sus amigos, poetas o literatos, en vez de atacar de verdad los males de la fiesta, principalmente el medio (o cuarto y mitad) de toro. Si con policías esto va así de mal, qué no será con quien no puede ponerles ni una multa o meterles en prisión por violación de ley o adulteración y vulneración del reglamento ¿Alguien se puede creer que los “artistas” enviarán algún pitón a analizar? ¡Viva la Pepa! Y hasta marzo del año que viene, que la próxima temporada puede ser “golosa” y el fin agónico de una muerte anunciada. No lo olviden, amigos.