DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
18ª corrida de la feria de San Isidro. Tarde ventosa y soleada con temperatura agradable y lleno de “No hay billetes”. Se lidiaron 6 toros de Fuente Ymbro, bien presentados, mansos y descastados en su conjunto. Corrida toda cinqueña. Al finalizar el paseíllo, la afición sacó a saludar a Ginés Marín con motivo de su reaparición tras la cornada sufrida hace 10 días en esta misma plaza.
DIEGO URDIALES, de verde esperanza y oro. Metisaca fulminante. (Silencio); Pinchazo, media atravesada y descabello (Silencio).
ROCA REY, de azul marino y oro. Estocada desprendida (Palmas). 2 pinchazos y estocada (Ovación).
GINÉS MARÍN, de corinto y oro. Estocada trasera (Silencio). Estocada tendida (Silencio).
Presidente: D. Juan Francisco García González. No devolvió el inválido tercero obviando las protestas del público y la evidente falta de fuerzas del animal. Por lo demás no tuvo que sortear mayores dificultades.
Suerte de varas: Poco que destacar en el tercio de varas. Cumplieron en la pelea 1º y 2º de la tarde. Por lo general, se picó mejor que otros días. Vimos 2 puyazos en buen sitio a cargo Sergio Molina y Manolo Burgos.
Cuadrillas: A destacar la brega en el 2º de Antonio Chacón y se desmonteró Javier Ambel tras los 2 pares al mismo toro.
Tarde de expectación, corrida de decepción. Lleno de no hay billetes y tres toreros esperados en Madrid con distintos conceptos. Se sumaba al interés de la tarde la presencia de las reses de Ricardo Gallardo, que venía de triunfar dos días antes con una novillada más que interesante. Pero no le iba a durar mucho la alegría. El ganadero envió una corrida cinqueña en su totalidad, todos bien presentados. No es poco para la feria que llevamos. Por dentro fueron otra cosa. Sosos y reservones fueron 1º y 4º, sin fuelle el 2º, inválido el 3º. Manso huidizo el 5º y manso, pero algo más potable en sus embestidas el 6º.
De Diego Urdiales hoy poco podemos decir. No tuvo lote, ni confianza. Se puso espeso en su 1º al que pasaportó de un metisaca horrendo. En el 4º inédito. Madrid siempre le espera, pero parece que le costase sacar su mejor versión afrontando las tardes desde la zona de confort que le da tener la temporada hecha. Le queda otra tarde, pero debe arrear.
Lo más desatacado de la tarde corrió a cargo de Roca Rey en el 5º. Un manso de libro con cierto peligro. La faena transcurrió entre carreras detrás del animal, trallazos destemplados, muletazos abusando del toreo lineal y culerinas. La mezcla no falla para enardecer una tarde más a los tendidos de sol y sacar esos olés con tono de plaza portátil. Pinchó dos veces, pero si le mete la espada, a buen seguro le hubieran pedido dos orejas y así ahondar un poquito más en la deriva de la plaza de toros. En favor del peruano, hay que decir que se mantuvo firme ante las embestidas de un animal incierto. Y que su actitud nunca deja que desear. Al menos con la muleta. Antes, en el 2º, le jalearon un quite por chicuelinas ceñidas, de manos altas y varios enganchones.
Ginés Marín volvía después de la cornada que sufrió 10 antes. El gesto le engrandece y así se lo reconocieron los tendidos tras el paseíllo. Lidió en primer lugar con un inválido que mantuvo en el ruedo el usía inexplicablemente. En el 6º, el único animal que regaló alguna embestida en la corrida anduvo acelerado. Se sucedieron los enganchones mientras el animal quería humillar a cambio del temple que no le daba el torero.
Lo cierto es que recordaremos poco o nada de la tarde hoy. Se cumplió el dicho una vez más, tarde de expectación, corrida de decepción.
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