
Últimamente nuestra querida Fiesta Nacional está recibiendo multitud de ataques por parte de políticos, anti-taurinos y progres-pijos de salón. El espectáculo se ve como algo retrogrado, carca y violento. En esta sociedad sin valores y desnortada se ataca a uno de los espectáculos mas bello, noble y lleno de valores que existe sobre la faz de la Tierra. En él se entremezclan la belleza, el colorido, la valentía, el miedo, la alegría, el dolor, la nobleza, la honradez, el esfuerzo, la paciencia, el amor y la muerte. La corrida de toros sería como el resumen de una vida. ¿Cómo es posible que en una región de España, Cataluña, donde se fomenta el aborto (muerte de un ser humano), se haya atacado con tanta saña a la Fiesta Nacional?. La razón de peso es política. Quieren acabar con todo lo que huela a español, aunque su clase política ignora que el juego del hombre con el toro es puramente Mediterráneo. Aluden los prohibicionistas al maltrato animal, pero si tanto lo quieren ¿por qué no han movido ni un solo dedo para salvar de la muerte, en el matadero, a muchas ganaderías históricas?. Les importa poco el toro de lidia. Dentro de esta corriente anti-taurina se encuentran algunos medios de comunicación. Señores Directores de los Diarios Público y 20 Minutos, ¿dónde se encuentra la Sección Toros?. Creo que los toros como espectáculo de masas deberían tener cabida en sus Diarios. Van Ustedes de demócratas y plurales pero no respetan los gustos y aficiones de muchos de sus lectores. La afición a los toros, ¡¡entérense de una vez!!, no es de derechas ni de izquierdas. La “gente del toro” quiere más a los animales que todo ese grupúsculo de señoras histéricas, señoritas semidesnudas y greñudos modernillos que insulta y provocan a los aficionados cada vez que se manifiestan. Aprendan Ustedes de los mayorales y de la “gente del campo”, que día tras día, haga frío, calor, llueva o truene, se levantan temprano para cuidar del toro bravo y de muchos otros animales que conviven en las dehesas. Una cosa son sus perritos, gatitos y hámsteres, y otra muy diferente el toro de lidia. El toro bravo se cría para la corrida. Si no fuese así ya hubiese desaparecido.