DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Toros de Fuente Ymbro, procedencia Jandilla. Bien presentados y astifinos, excepto el cuarto sin trapío, mansos, descastados y blandos, el tercero llegó a la muleta con tranco y repitiendo en las embestidas.
Finito de Córdoba: De berenjena y oro. Pinchazo hondo y sartenazo infame. Bronca. Pinchazo, estocada perpendicular y dos descabellos. Bronca.
Diego Urdiales: De marino y oro. Pinchazo, estocada baja y trasera y cuatro descabellos tras aviso. Silencio. Pinchazo hondo que vale después de pasar en falso. Silencio.
Miguel Ángel Perera: De verde y oro. Estocada muy trasera en la suerte contraria 2 orejas. Pinchazo y pinchazo hondo que despena al animal. Silencio.
Presidente: D. Gonzalo J. de Villa Parro.
No habría palabras para calificar la labor de este presidente. Se puso por montera lo que los aficionados llevamos protestando durante años, concediendo las dos orejas a Miguel Ángel Perera, en el tercero de la tarde: primero subiendo a los altares el toreo vulgar y segundo permitiendo que tanto los toreros de plata de su cuadrilla, como los mulilleros dejaran al coso madrileño en la más absoluta miseria. Después de esta actuación lo mínimo que debería hacer es dimitir, por lo menos por el bien de la Fiesta y por la seriedad que esta plaza representa...
Suerte de varas:
1º Tremendo. 512 Kg. Negro bragado. En las dos entradas al caballo se dejó pegar en una fea pelea en el caballo, acudiendo descompuesto al montado. En el último tercio se dejó torear.
2º Indómito. 656 Kg. Negro listón. En la primera entrada el piquero lo castigó en el brazuelo, derribándolo, y en la segunda salió suelto, mostrando su condición de manso y descastado.
3º Pijotero. 549 Kg: Castaño. No lo castigó el picador, el animal no se empleó y le tapó la salida. En la muleta estuvo por encima del torero.
4º Jaranero. 621 Kg. Castaño. En la primera vara derribó y fue castigado trasero. En la segunda entrada se repuchó. Manso y descastado.
5º Ditero. 521 Kg: Negro listón. El picador se limitó a sujetarlo tapándole la salida. Mansote. .
6º Taranto. 557 Kg. Negro. En la primera entrada el picador marró, el animal empujó sin clase y con música de estribo. Manso e inválido.
Cuadrillas y otros.
En tarde calurosa el coso venteño registró el primer lleno de la feria en la fiesta del Santo Patrón, San Isidro Labrador. Los picadores volvieron a las andadas de picar trasero y tapándole la salida a los toros, pero visto lo que se vio ayer en la plaza, a nadie debe extrañar que ocurra esto ya que las autoridades no cumplen con su cometido, permitiendo que estos señores del castoreño campen a sus anchas, mostrando un desconocimiento supino en el manejo del caballo.
En el sexto se desmonteraron los toreros de plata, Curro Javier y Vicente Herrera en el tercio de banderillas, aunque el que debió desmonterar fue Javier Ambel que se lució durante la lidia de este toro, mostrando un temple y colocación que no mostró su torero.
Tanto Urdiales como Perera brindaron al Rey Emérito la faena de uno de sus toros.
Comentarios:
Otro de los detalles que dejaron a los aficionados sorprendidos fue el anuncio de Finito de Córdoba en esta feria. El motivo de esta inclusión en esta plaza y en otras que gestiona este empresario, puede ser un ajuste de cuentas entre ambos. Es lo que se comenta por los mentideros, otra explicación no tiene, ya que metidos en faena este torero lleva mucho tiempo sin justificar su inclusión, no en esta feria, sino en otras de menor repercusión mediática. En una palabra, miserias de despachos que siempre pagan los mismos, La Fiesta y los aficionados. Si a esto unimos la incompetencia que existe en los palcos, las dos orejas regaladas a Perera puede considerarse de una importancia baladí, pero que pone en tela de juicio la seriedad de los representantes de la autoridad…
Como decía, Finito de Córdoba vino a cobrar y punto. Su labor no tuvo otro sentido.
Pero antes de que los aficionados sacaran a relucir sus protestas, Urdiales había despenado al segundo de la tarde sin pena ni gloria. Limitándose a pasar por la muleta a un animal que tuvo la virtud de no rodar por la arena, ya que su condición de manso y descastado no le permitió entregarse en la pelea. Al final de faena consiguió tres muletazos templados, pero no fue suficiente dada su condición de figura. El quinto se desplazó bien por ambos pitones, pero el matador riojano no tuvo su tarde, se limitó a pasarlo por la muleta en redondos. Cuando lo intentó al natural al burel le costaba humillar y el torero tuvo que tirar del recurso de los trapazos, mostrando en su labor mucha desconfianza que no le permitió en esta ocasión encontrar el sitio desde donde se manda como torero.
Miguel Ángel Perera se encontró en su primero con un enemigo que fue de largo a todo los cites, pero el extremeño hizo lo que ha hecho siempre, torear para fuera, descomponiendo la figura y una falta evidente de colocación, es decir el antitoreo, pero eso es lo que manda en esta fiesta que se han inventado los taurinos. El animal no se cansó de embestir y el extremeño de reinventarse lo que hizo en otras tarde de éxito, pero desgraciadamente para ellos y para los aficionados eso en Madrid no cuela. La sorpresa es que ese tipo de toreo le valió la Puerta Grande, ante la indignación de los aficionados presentes, que sacaron a relucir las protestas pidiendo la dimisión del presidente, ya que permitió una serie de atrocidades, como que los mulilleros ralenticen su función de retirar el cadáver del toro mientras que un peón de su cuadrilla se recreaba en cortar la primera oreja del animal. Una oreja hubiera sido lo justo. En el sexto el toro se derrumbó al tercer muletazo. El torero continuó con su labor mientras los aficionados le lanzaban al presidente sus quejas al grito de: Fuera del palco. Esperamos que el presidente medite su futuro y no vuelva a ocupar el palco presidencial.
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