DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Se anunciaron 6 toros Fuente Ymbro. Bien presentados, con cara, astifinos y de juego variado. En el caballo la tónica general fue de mansedumbre. Algunos llegaron a la muleta con la exigencia de la casta y el peligro, como fueron el segundo y el quinto. El sexto solo mostró peligro.
Paco Ureña: De salmón claro y oro. En el primero estocada atravesada. El matador se hizo daño en un brazo pero continuó en la lidia. Dos descabellos tras aviso. Aplausos. En el cuarto estocada al rincón de Ordoñez. Saludos. En el quinto, lidiado en sexto lugar por cogida de Roca Rey, pinchazo, bajonazo y descabello. Silencio.
Roca Rey: De grana y oro. En el segundo pinchazo, aviso, estocada desprendida, 2º aviso y descabello. Oreja con petición minoritaria. El matador se retiró a la enfermería después de ser corneado para no aparecer.
Víctor Hernández: De blanco y oro. En el tercero estocada desprendía, aviso. Oreja. En el sexto, corrido en quinto lugar, metisaca, pinchazo y estocada desprendida. Aplausos.
Presidente: D. José Antonio Rodríguez. No estuvo acertado el presidente, concedió un trofeo a Roca Rey en el segundo sin merecimiento alguno. Hubo motivos evidentes en la faena para haberle negado el trofeo, a pesar que la petición tampoco fue mayoritaria. En el tercero cometió el mismo error. Concedió un trofeo a Víctor Hernández después de una labor insulsa y sin emoción, dejándose arrastrar por el triunfalismo que llenó el coso.
Suerte de varas:
1º. Hechicero. 617 Kg. Lo recibió el piquero con un castigo trasero aunque rectificó. El animal se dejó pegar sin fijeza. En la segunda entrada se limitó a marcar el castigo en una fea pelea.
2º. Soplón. 557 Kg. A pesar de acudir suelto al montado el picador marcó el castigo en su sitio. En la segunda ocurrió lo mismo, el animal acudió suelto, salió suelto y volvió a entrar al relance. Después de este esperpento, el toro continuó suelto. ¡De pena! Y Eso que su matador es el que manda en el escalafón.
3º. Meztizo. 553 Kg. El animal acudió tres veces suelto al caballo, las tres salió suelto. Ningún torero se digno pararlo.
4º Turulato. 565 Kg. El montado se agarró arriba en la primera entrada y salió suelto. En la segunda vara ofrecieron un mal juego, tanto el toro como el picador.
5º. Zalagarda. 561 Kg. Se agarró el picador en su sitio pero no lo castigo. En la segunda entrada acudió de largo y fue castigado en el morrillo midiendo el castigo.
6º Infractor. 556 Kg. En la primera entrada el picador se agarró trasero y animal salió suelto. En la segunda se agarró bien pero el toro volvió a salir suelto.
Cuadrillas y otros.
Tarde de temperatura agradable donde se colocó el cartel de “No hay billetes”. En esta ocasión nadie dio la espalda a la fiesta, los únicos que si se la dieron fueron en el tercio de banderillas del sexto. Tuvieron que pasar cinco veces por la cara del toro para colocar los 4 palitroques reglamentarios.
La cara la dio el picador Agustín Collado en el sexto, que abandonó el albero entre los aplausos del respetable. En el primer tercio estuvieron muyaseados los picadores. Hacía tiempo que no veía picar en el morrillo a tantos maestros del castoreño.
Roca Rey fue corneado por su primer enemigo, causándole una cornada con dos trayectorias en la parte posterior del muslo derecho. Continuó en la lidia hasta dar muerte a su enemigo. Se retiró a la enfermería para no aparecer.En los tendidos se produjo un enfrentamiento entre los aficionados y los isidros. Estos culpaban al tendido 7 de la cogida de Roca Rey, sin caer en la cuenta que la cogida fue producto del desconocimiento del torero. La ignorancia, aunque sea dramática, es muy atrevida.
En esta ocasión tanto los isidros como los del clavel, no dieron la espalda a la fiesta. Bueno, no dieron la espalda a Roca Rey, había que subirlo al pedestal de los trofeos si, o si. Ya se encargaron ellos de pedirle al presidente el regalo después de que la figura, estuviera por debajo del toro, toreando fuera de cacho, y lo tuviera colgado entre las astas creando el dramatismo y después que el toro le avisara por tres veces. Siempre digo lo mismo y no me canso, este torero a pesar de ocupar el escalafón de matadores, no ha aprendido aún a enfrentarse a la casta, y el segundo fue un toro encastado que no pudo con él y no quiero hacer una crítica acerba de su labor, dado el momento por el que estará pasando.
El segundo trofeo fue a las manos de Víctor Hernández, en el tercero. El torero recibió a su enemigo con variadas suertes de capote. Con la muleta tuvo una virtud, tuvo que tragar las inciertas acometidas de su enemigo, consiguiendo con ello dos tandas por el pitón derecho con medios pases. El izquierdo consiguió una serie aseada y abrochada con dos trincherazos muy toreros. Continuó por el derecho pero su labor cayó en la sosería, y en un descuido el toro se lo llevó por delante creando un ambiente de dramatismo. La cogida no tuvo consecuencias y el matador continuó con la lidia rematando la faena con unas bernardinas que el sanedrín de los isidros las recibieron con clamor. El sexto se corrió en quinto lugar y el torero lo recibió con unos estatuarios, incluyendo un pase cambiado. Continuó con tres tandas de derechazos aseados. Cuando lo intentó al natural, el animal le mostró sus exigentes credenciales sufriendo un desarme. Al intentarlo de nuevo a punto estuvo de echárselo a los lomos. El toro le mostró que acudíaa la muleta pero si el torero era capaz de torearlo, y como dicen los que saben, una cosa es dar pases y otra bien distinta, torear.
Paco Ureña en los tres toros que lidió se fue de vacío. El primero de su lote lo sometió por bajo con torería pero se pudo ver que el animal no tenía recorrido para el lucimiento del murciano. El manso se defendía y el torero lo intentó por el derecho pero sin llegar a los tendidos, Lo pasó al natural, pero todo lo que vimos salió de la muleta de Ureña, el toro no mostró un atisbo de colaboración. Al cuarto lo recibió con tres estatuarios. Continuó con una tanda de naturales con la muleta relajada levantando los olés de los tendidos. Otra serie al natural tratando de ahormar el calamocheo del animal. Las dificultades que presentó el toro por el pitón derecho trató el matador de superarlo tragando, y de esta manera consiguió estar por encima de su enemigo, sacándole más de lo que el toro estaba dispuesto a dar. En el que mató por su compañero Roca Rey, Ureña se encontró con un animal con muchas complicaciones. Después de desarmarlo lo intentó por ambos pitones y al ver la catadura de su enemigo, decidió quitarle las moscas y despenarlo.
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