Como aficionada a los toros y en defensa del verdadero arte que es la Tauromaquia, manifiesto mi más enérgica protesta por la concesión de la Medalla de las Bellas Artes de mi país a Francisco Rivera Ordóñez; ¿qué criterios o siniestras intenciones le ha llevado a hacerlo al Ministerio de Cultura? Si es el meramente artístico, malo; este torero ni es artista, ni sabe torear ni ha dejará huella en la Tauromaquia; por lo visto sí es muy relevante en la Casa de Alba, las revistas “rosa” y en el mundo del márketing comercial. Si con el premio se ha pretendido malévolamente ridiculizar a la Fiesta taurina y dar argumentos a sus detractores para que esta concesión se convierta en chiste de bar, comadreo tertuliano, cuestión para que la opinión pública polemice sobre el carácter artístico del toreo, plantear dudas sobre la concesión del mismo premio a otros toreros, -sí merecedores- en este caso he de reconocer que han acertado. Frente a los argumentos escuchados a favor del torero he oído alguno muy preocupante: Rivera se juega la vida igual que los demás, sale al ruedo a torear igual que los demás, lleva muchos años de alternativa igual que los demás...¿es que cuando el gran pintor Miguel Ángel se subía a los andamios de la Capilla Sixtina no lo hacían también los discípulos de su taller? Igualmente se manchaban de pintura, se llamaban pintores, y ayudaron en la obra, pero... ¿ les consideramos iguales en méritos al maestro, a quién le habríamos dado la medalla ?. Seguro que Goya, Solana, Vázquez Díaz o Picasso que sí valoraban a la Tauromaquia como Arte con mayúsculas habrían también hoy rechazado la medalla de Bellas Artes a un torero que no ha demostrado ser artista en la plaza y ha perdido en muchas ocasiones el respeto a los aficionados. Para terminar, si Paco Camino, José Tomás o Morante de la Puebla han mostrado también su rechazo, que no se les acuse de soberbia o falta de compañerismo sino que lo hacen en un acto de coherencia, la inspiración artística es algo muy serio, ellos sí han demostrado ante los toros lo que de verdad encierra el toreo de arte mientras está en juego su vida.