DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Se lidiaron 6 novillos de Fuente Ymbro, encaste Domecq vía Jandilla, desiguales de presentación, con una primera parte del encierro un punto por encima de la segunda en cuanto a remate se refiere. Tarde agradable y primaveral en la que, según la empresa, se reunieron 8432 espectadores para dar la bienvenida a esta nueva temporada en el coso venteño.
Rafael González, de sangre de toro y oro. Pinchazo en lo alto y estocada contraria (silencio). En el cuarto, estocada caída (silencio).
Ángel Téllez, de celeste y oro. Media estocada tendida y golpe de descabello (saludos). En el quinto, estocada trasera y caída (división de opiniones).
Francisco de Manuel, de verde y oro. Gran estocada (oreja). En el sexto, estocada trasera (saludos).
Presidencia: D. Trinidad López Pastor. Mal, debió de devolver al novillo que abrió la temporada venteña por su evidente falta de fuerzas en los dos primeros tercios. En lo que se refiere al resto del festejo, Trinidad no tuvo demasiadas complicaciones.
Tercio de varas: la gran mayoría se picaron al relance, con puyazos traseros y caídos.
1.- "Impagado”. 483 kg. Negro. En la 1ª vara el novillo realiza una gran pelea con la cara fija y abajo, empujando de riñones, siendo picado trasero y saliendo del caballo con las fuerzas justas; en la 2ª vara vuelve a repetir el comportamiento mostrado en la anterior, si bien en esta ocasión la puya, que cayó trasera, no castigó en demasía al novillo. Silenciado en el arrastre.
2.- “Soplón”. 471 kg. Castaño bragado meano. En el 1er puyazo trasero, el novillo no se emplea en el caballo, soltando una serie de cornadas al peto. En el 2º encuentro se le vuelve a picar trasero, cerrando la salida a un astado que buscaba agarrar por los pechos al caballo. Palmas en el arrastre.
3.- “Sacacuartos”. 486 kg. Negro listón. 1er puyazo trasero, buscando el novillo las vueltas. 2º puyazo trasero, saliendo el novillo totalmente desentendido. Ovacionado en el arrastre.
4.- “Heráldico”. 532 kg. Castaño bragado meano. 1ª vara ligeramente caída, con el novillo apretando de riñones tras sentir el hierro. En el 2º encuentro, se deja pegar en una vara que cayó en el mismo sitio que su predecesora. Silenciado en el arrastre.
5.- “Insólito”. 521 kg. Negro. 1er puyazo trasero dejándose pegar. En el 2º encuentro se le picará trasero al novillo, realizando una mejor pelea que en la ocasión anterior y empujando el caballo al tercio. Palmas en el arrastre.
6.- “Betama”. 486 kg. Castaño bragado meano. 1er picotazo trasero en el que el novillo busca los pechos del caballo. La 2ª vara es una réplica de la anterior, quedando el novillo completamente crudo, sin picar. Silenciado en el arrastre.
Cuadrillas y otros: mala tarde de los toreros de plata y de los de a caballo. Como nota a destacar, el público instó a banderillear a Iván García y Fernando Sánchez tras el pésimo tercio de banderillas que protagonizó Francisco de Manuel a su primer novillo de la tarde. Ambos banderilleros no tuvieron su mejor tarde y, tras un tercio de banderillas bastante discreto en el que sólo se podría salvar el primer par de Iván García, un público entregado a los dos toreros de plata quiso sacarles a saludar. Ambos banderilleros, conscientes de que han colocado mejores pares en el pasado, no deseaban destocarse, pero ante la insistencia del respetable, Iván García instó por saludar a la velocidad del rayo mientras que Fernando Sánchez hizo caso omiso al requerimiento. Torero detalle.
Demasiado bonita estaba la tarde para que nos durase tan poco la alegría. Y es que, del reencuentro entre aficionados, de las conversaciones paradas desde hace meses y del “¡Hombre, cuánto tiempo!” pasamos a la realidad que acompaña tan a menudo al aficionado de fuera de temporada. Como diría el refrán, “La primera en la frente”. Y es que “Impagado”, no se tenía en pie; un novillo de grandes condiciones que quería mucho más de lo que podía y que Trinidad fue el único en considerar apto para ser lidiado en Madrid. O no, porque Rafael González lo brindó al respetable. Brindar inválidos, qué cosas de la tauromaquia contemporánea. Pensaría que con mano alta podría resolver la papeleta, pero al suelo que fue el de Gallardo en la primera serie. Posteriormente bajó la mano ligerísimamente, a la altura por la que vuelan los aviones, a lo que el novillo respondió acostándose constantemente por el derecho. Un poquito más abajo, a media altura, lo intentaría por último Rafael González en vano, pues lo único que consiguió fue que el animal se encelara a puntear la muleta en cuanto se la echaban adelante. Lo que no puede ser, no puede ser.
Y lo que mal empieza, mal acaba, tal y como se vio en el cuarto de la tarde. Un horroroso quite por gaoneras de Ángel Téllez, por deslucido y trastabillado, precedió al trasteo que llevó a cabo Rafael González. Trapazos por doquier, enganchones a tutiplén y todo por alto nos llevaron a presenciar una nula faena, en la que en ningún momento pudo dominar la embestida de un animal noble y bondadoso. Si bien tuvo el peor lote, la versión vista hoy tampoco es la mejor de este novillero.
Mejor lote tuvo Ángel Téllez, sobre todo con el que hacía segundo de la tarde. Y es que ese buen pitón izquierdo que poseía “Soplón” y que le marcó Francisco de Manuel en el quite no supo/quiso verlo Téllez con unas primeras series con la zurda de tiralíneas, echándoselo hacia afuera y aliviándose en todo momento. No cambió su condición cuando tomó la diestra y redujo las distancias con el astado. Novillo de oreja con los que hay que apretar en Madrid y con el que, en vez de extraer los “olés” del respetable, solamente se escuchó el murmullo del “Y en dos semanas toma la alternativa en Guadalajara”. Con el segundo novillo siguió con la tónica del anterior y, el toreo despegado, aliviado y tiralíneas volvió a salir a relucir en una faena interminable en la que terminó ahogando al novillo y aburriendo a los presentes.
Otro cantar fue Francisco de Manuel en su primer novillo. Y es que, si bueno fue el recibo capotero a la verónica, mejor fue la contestación al discreto quite de Rafael González, también a la verónica, finalizando con una media de las que empiezan hoy y terminan mañana. Con los palos fue otra historia. Ninguno tuvo lucidez y varias banderillas acabaron en el ruedo. Cogió su diminuta muleta, diminuta ahora, de tamaño medio en otros tiempos y allá que se fue a buscar al de Fuente Ymbro. Le llamó en la larga distancia y el novillo fue para allá como un rayo, en una arrancada de gran transmisión y en la que Francisco de Manuel intentó dominar desde el primer momento exigiéndole por abajo. En la segunda serie, se lo sacó más hacia afuera y redujo ligeramente las distancias. Y allá estuvo el novillero madrileño, nada aliviado, con el mentón hundido en el pecho y obligando al animal a embestir por abajo. Pasaban cosas. En los mismos medios continuó la faena Francisco de Manuel en la corta distancia, exigiendo todo por abajo a su adversario. Hasta que lo quemó. Y es que cuando el de Ricardo Gallardo sintió cómo se acercaba el novillero madrileño, el animal se pensaba más y más cada arrancada. Cuestión de distancias, cada animal tiene la suya y a este no se la dieron. Un estocadón rubricó la actuación de Francisco de Manuel, el cual quiso y dio más de lo que el animal pudo (en las distancias requeridas) y que le permitió pasear una oreja por el ruedo venteño. El horno huele a novillero hecho pese a que no ha sonado el timbre.
Con media Puerta Grande abierta, las ilusiones se difuminaron con el que hacía sexto. Y es que, el mero trámite en el que se convirtió el tercio de varas se le vino a la contra, pues el novillo dio síntomas en todo momento de no estar picado, resultando muy pegajoso. Lo intentó llevar tapadito Francisco de Manuel, pero el de Fuente Ymbro no paró de soltar hachazos a todo lo que se le ponía enfrente, no dando opción de triunfo al novillero madrileño. Volvió a matar de una buena estocada, reivindicando su buen hacer en la suerte suprema.
Alejandro Agustín Hurtado
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